Epílogo

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—Los declaro maridos. Puede besar al novio— dictó el el cura. Esperen, ¿cómo llegamos aquí?

Para comenzar, muchas cosas habían pasado en estos cuatro años–su pequeña había comenzado el preescolar, Erick había comenzado a estudiar en la universidad, Chris y Zabdiel ya estaban casados y habían adoptado a un hermoso niño. Pero una cosa no había cambiado, el par seguía estando enamorados el uno del otro cómo si fuera el primer día.

Vayamos al día en el cual todo comenzó:

—Joel, ya me voy a clase—. dijo el ojiverde mientras terminaba de colocarse sus zapatos.

—¿No puedes quedarte un ratito más? Quizá faltar no es mala idea—. sugirió el mayor atrayéndolo hacia la cama de vuelta.

—Amor, ya he faltado varios días, no puedo faltar más—. se quejó en respuesta y dejó un beso en la frente de su novio.

Como respuesta, el mayor negó inmediatamente, abultó sus labios y los señaló. El menor solamente rió y dejó un rápido beso en sus labios, salió de la habitación y se dirigió hacia aquella de la pequeña. Allí estaba ella sentada en su cama tratando de hacerse una coleta. Erick, al ver aquella escena, se acercó a su hija y la ayudó a peinarse, no sin antes dejar un beso en su frente. Tomó a la pequeña entre sus brazos y le susurró en su oído que fuera a despedirse de su padre.

La pequeña Ámbar fue corriendo hacia la cama y se subió a ella dejando un sonoro beso en la mejilla del mayor. Éste sonrió y la abrazó con fuerzas dejando un beso en su cabeza.

La niña regresó a su padre y le tomó de la mano mientras que con la otra le decía adiós al mayor. Ambos tomaron sus mochilas y salieron del acogedor hogar.

Joel se levantó de su lugar y se dirigió hacia el cajón de las medias, allí había escondido la lista.

Ideas para aniversario:
- ¿perrito?
- una cena romántica
- lugar de la primera cita
- carnaval

La lista había sido hecha con casi un mes de anticipación, pero al mayor no le convencía ninguna de las opciones así que optó por su plan b. Aprovechó de las cuatro horas que el menor estaría fuera del hogar para comenzar con los preparativos. Lo primero en estos era ir a la floristería para comprar pétalos de rosas, quería sorprenderlo con pétalos que fuesen de su color favorito, pero al notar el precio que éstas traían, optó por las simples color rojo.

Misión rosas: completado.

Recordaba que a su novio le encantaba el vino blanco, pero su memoria le fallaba en recordar qué marca era. Sabía que siempre le hacía comprar el mismo, así que tomó su celular y verificó sus transacciones bancarias, allí encontró exactamente el que necesitaba: vino blanco importado desde Nueva Zelanda. Sí, era un poco subido de precio, pero ya que sería barato con el resto, decidió que consentir a su novio un aquel lujo no estaba fuera de lugar.

Misión consentimiento: completado.

Ahora la mejor parte del plan venía: preparar todo en casa. Volteó a ver el dorso de su muñeca para verificar cuánto tiempo tenía para culminar con su plan. Tenía exactamente dos horas y media y la duda sobre sus habilidades se hizo presente. Debía cocinarle, preparar la sorpresa, cambiarse de ropa, y, lo más importante, conseguir quién le cuidara a la niña.


—Recuerden, para la semana que viene tienen que completar el círculo de unidades ya que el lunes tendrán examen sobre eso. Pueden irse, tengan un buen fin de semana—. Erick tomó sus cosas, incluyendo su vaso con café–sí, Joel ya lo había acostumbrado a tomar café diariamente.

爱 | photographie ;; joerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora