Capítulo 32

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Disculpen la demora, no había podido terminarlo. 

Advertencia  de lemon.

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Íbamos más tranquilos camino a casa, Ayato solo miraba por la ventana, luego se quedo dormido, apoyando su cabeza contra el cristal de la ventana.  Después hablaría con Ayato a solas.

-Papi, hay algo que tengo que decirte.  Cuando estábamos en el colegio, pues pasó algo que bueno es normal en las chicas.  Ya sabes eso, que le sucede a las chicas todos los meses - un pequeño sonrojo cubrió sus mejillas.

-Ya eres señorita, creo que sabes todo sobre eso.  Recuerdo que fue una conversación algo incomoda hace dos años para ti y para mi.  Si necesitas algo, pastillas para el dolor solo me avisas, por cierto mantén las manos de Takuma lejos de ti - abrace a mi niña, que ya no era tan niña.

Cuando finalmente llegamos a casa, un auto nos esperaba afuera.  Al principio no lo reconocí, pero después me sorprendí.  La verdad no sabía si está visita era buena o mala.  Ella nunca me trato a mi mal, abrimos la puerta de la casa.

- Buenas tardes Nagisa Shiota - me saludó saliendo del auto>>.

Capítulo 32
Nagisa POV

-Buenas tardes - hice una reverencia.

-Abuela - mis hijos corrieron a abrazarla, ella les devolvió el abrazo sonriendo.

Abrí la puerta de la casa, para que todos pudiéramos entrar. Mis hijos de inmediato subieron las escaleras, Touka se detuvo para llamarme, me miró y subió las escaleras.

- ¿Sucede algo? - me preguntó la mamá de Marcos, intrigada por esa llamada de mi hija.

Le expliqué lo que sucedió en la escuela, lo del asaltante y que Touka se había vuelto señorita. Teníamos que ir a la farmacia, ella decidió acompañarme, para así poder conversar tranquilos y de paso ella podía ayudarme, pues no sabía cuáles debía comprar.

-¿Porqué no me llamaste para decirme que mi hija te estaba molestando?. Esa herencia te pertenece y a mis nietos también. Aguantaste a mi hijo quince años, gracias a ti el dejo de estar solo. Yo sé que lo amaste mientras estuvo vivo, la felicidad de ambos se notaba. Además recuerdo una vez que Ayato estaba con tú madre que vino de visita, yo venía a ver a mi hijo, pero tuve que retirarme, pues ustedes estaban en la mesa de la cocina besándose y lo mirabas con tanto amor. Sabes me sentí complacida y feliz de ver cuánto lo querías - me miró sonriendo.

No deje de prestar atención al camino para no chocar con el carro de al lado mientras me estacionaba. Que vergüenza, por lo menos solo nos vio besándonos en la mesa de la cocina.

-Yo no le avise, pues ella es su hija también y pensé en resolverlo con Derek. Jamás le haría a daño a usted, yo no podría hacer algo así, usted nunca me trato mal. Me aceptó a mí y a Ayato - le sonreí mientras abría la puerta de la farmacia.

- Nos diste a todos una familia. Ahora tengo tres nietos, dos muchachos y una señorita - ella me enseñó cuales debía comprarles y seguimos conversando, hasta volver a casa.

-¿Cómo estás tú?. Si yo aún no lo supero y extraño a mi hijo, supongo que tú también y ellos ¿como tomaron lo de su padre? - entro a la cocina a preparar la comida.

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