Capítulo 58

376 35 17
                                    

<< capítulo anterior
- Creí que solo era cansancio, hasta que los síntomas se agravaron, los dolores de cabeza aumentaron y comencé a tener mareos y náuseas. Incluso me atendí acá no en Japón. Y con respecto a mi enfermedad verán tengo un tumor cancerígeno en la cabeza y me van a realizar una operación para extirpar la mayoría - les conté todo sin detenerme, sino lo hacía terminaría sin decirles nada para protegerlos.

- ¡¡QUEEEEE!! - ambos se exaltaron, pero no dijeron nada más, aún estaban impactados.

- Papi tendremos fe en que todo va a salir bien, mientras te recuperas, mi hermano y yo te ayudaremos en todo lo que necesites - Touka me abrazo y mire a Ayato que se veía muy pálido.

Se levanto sin decir una palabra y se encerró en su recámara dando un portazo, alarmado me levanté para irlo a buscar, pero Derek me detuvo - déjalo asimilar la noticia - detuve mis pasos pero miraba hacía su cuarto preocupado.>>

Capítulo 58
Nagisa POV
Trataba de tener toda la paciencia del mundo para no subir a su cuarto. No dejaba de observar constantemente para saber si ya se había tranquilizado, pero su frecuencia me demostraba que no.

La puerta de su cuarto se abrió y me observo detenidamente.

- Quiero estar sólo, pero de verdad hacerlo, sin que usted lea mi frecuencia - me pidió volviendo a cerrar la puerta y yo no supe que responder.

- Vamos Nagisa, no es la primera vez que te piden eso, Marcos también lo hacía - Derek me comentó de pronto.

- Pero Marcos no tenía quince años Derek - la mamá de Marcos me tomó de los hombros para alejarme.

- No todos tienen esa ventaja de poder leer las frecuencias, debes respetar su deseo.  Además ser padres no viene escrito en un libro - luego guardo silencio.

Me costo mucho trabajo, sin embargo hice lo que me pidió.  Debía preparar la cena, de esa manera podía entretenerme.  Decidí hacer Poutine que es una comida que me enseñó Marcos a preparar con papas fritas bañadas con queso y barbacoa.  Tan pronto la cena estuvo lista, coloque los platos en la mesa, para que pudieran servirse.

Ayato no pudo resistir la tentación de bajar a cenar, se que mi hijo no se considera japonés sino canadiense y no iba a desaprovechar la ocasión de comer está comida.  Mientras cenábamos el dolor de cabeza me empezó a molestar, para evitar incomodar preferí quedarme callado.

Tan pronto la cena termino me levanté para retirarme de la mesa, pero al hacerlo un mareo me hizo tambalearme y regué la copa de vino sobre la mesa.

- Papi - Ayato y Touka se alarmaron.

- Estoy bien sólo fue un mareo y un pequeño dolor de cabeza - procedí a recoger la copa, pero Ayato me detuvo.

- Yo lo haré, porque mejor no se acuesta - me giré a verlo, sus ojos me inspeccionaron y accedí.

Me dirigí a las escaleras, Ayato me acompañó hasta mi cuarto, al momento que camino a mi lado, mi hijo ya tenía la misma estatura que yo y dudo mucho que no crezca más como me sucedió a mí.

- Tienes la misma estatura que yo, cuando tenía tú edad - lo observe para sonreírle.

- ¿De verdad?, ¿cree que llegue a medir como mi papá? - me preguntó de pronto emocionado.

Lazos Inquebrantables Donde viven las historias. Descúbrelo ahora