____, era una chica de 17 años a punto de cumplir 18, de ojos celestes, alta de 1,74, rubia y con un lindo cuerpo, nacida en Estados Unidos pero de muy chiquita se mudó a TP___. Su pelo además de rubio, era largo y lacio, de vez en cuando se le for...
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Me acababa de despertar, todavía no había salido de mi cama cálida, sólo me encontraba pensando. Ayer había sido un día duro, ver a Camila besar a aquél chico, quien era un chico o hombre porque parecía de 40 años, llamado Matthew, me había destruido completamente. No tenía ganas de nada, ni siquiera de ir al colegio pero lamentablemente debía hacerlo era mi último esfuerzo. Más allá de lo que me puso triste, Alycia me hizo olvidar gran parte de ello y las chicas, exceptuando a Camila habían ayudado. Durante toda la tarde Camila intento hablar conmigo pero claramente no tenía ánimos para hacerlo. Intenté ignorar lo que más podía a Camila pero claro, al estar las chicas presentes debía disimular un poco. Limpié las lágrimas que me habían salido mientras pensaba en esa situación y me levanté a elegir la ropa.
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Era Lunes, así que la remera era perfecta. Al terminar de cambiarme me dirigí al baño a hacer mis necesidades. Me vi al espejo y me encuentro con mis ojos hinchados, ojeras y mis ojos tristes. Y todo por Camila. Realmente me había lastimado. Me lavé la cara y me maquillé tapando completamente mis ojeras.
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Mi cara gracias al maquillaje había cambiado completamente. Agarré mis cosas y bajé a desayunar.
Llegué a la cocina y ninguno de mis padres estaba desayunando, lo que supuse que ya se habían ido a trabajar.
Me hice el desayuno que consistía en una taza de té con leche, cereales y una manzana, no tenía ganas de hacer algo muy preparado.
Me tomé el té y apenas toqué los cereales, ganas de desayunar no tenía, el apetito había desaparecido y dudo mucho que coma algo. Agarré la manzana y la puse en mi mochila, dejé lo que utilice sobre el lavaplatos, ya cuando vuelva lo lavaría y me fui al colegio, después de cerrar la casa.
