Secuela de Wonderland: La Misión Hightopp.
En esta nueva y peligrosa aventura, Alicia caerá en la desgracia de ser una damisela en apuros, ya que los Stayne y Lady Amalya planean hacerle cosas terribles para vengarse del Sombrerero Loco.
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AVISO: Aqui un momento chiquito chiquito del romance TarratxAlice que muchas les encanta. Igual me inspiré un tanto en Harry Potter, cuando él va a desayunar con los Weasley.
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Cap 9: Alicia y los Hightopp
-¡Sombrerero, renovaste tu casa! –dijo Alicia viendo los nuevos cambios que tubo nuestra casa-sombrero.
-Sí, desde que todos los Hightopp se reunieron nos la renovaron, aunque pienso que exageraron el tamaño para que vivan ocho personas –le dije.
-Pues yo digo que está bien, más espacio para nuevos Hightopp en camino –dijo mi padre –Así que, apresúrate, hijo –bromeó.
-¡Padre! –lo regañé mientras Alicia, reía.
Todos los Hightopp recibieron a Alicia con gran amabilidad, después de todo, ella es la mismísima persona que los salvó. Al llegar allá le prestamos la habitación de invitados, que por suerte está entre mi cuarto y la de mis padres.
-Qué linda es tu familia, Sombrerero –me dijo –Tu madre es muy linda, tu tío es muy gracioso, tus primos simpáticos y tu padre es tan generoso...y guapo como tú. Lo veo muy cambiado. Me alegra que estén tan unidos –me dijo.
-Sí...digo, el nunca fue mal padre, fue estricto pero no malo. Sé porque era así...porque me quiere.
- El amor paternal es especial para todos, bello y especial –dijo Alicia con nostalgia.
-Lo dices porque te llebavas mucho con el tuyo, ¿no es así?
-Sí...¡Uff! Menos mal que me rescataron a tiempo. Ya no aguantaba más estar cono esos pervetidos.
-Lo sé, en ese calabozo, en el barco pescadero, más las cochinadas que ellos te hacían en sus aposentos –comenté.
Alicia me vio con extrañeza -¿Qué? –pe pregunté.
-¿Cómo supiste que los Stayne me tenían amarrada en sus aposentos? Esa parte no les conté.
Yo la miré nervioso. Tomé un suspiro –Ven, Al –la guíe a mi cuarto –Hay algo que quiero mostrarte –pero antes de abrir la puerta le dije –Pero, lo que verás, puede darte ideas ...negativas sobre...aunque sabes que yo no soy capaz de hacerte daño...yo...sólo te pido que no entres en pánico –abrí la puerta y la dejé entrar. Ella abrió los ojos al ver que la pared de mi cuarto estaba tapizada de más bocetos que yo hice donde estaba ella en peligro.
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