Secuela de Wonderland: La Misión Hightopp.
En esta nueva y peligrosa aventura, Alicia caerá en la desgracia de ser una damisela en apuros, ya que los Stayne y Lady Amalya planean hacerle cosas terribles para vengarse del Sombrerero Loco.
Advertido...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cap 30: La Lobotomía
(Tarrant P.O.V)
-No –decía, entre sueños –No, no quiero, no quiero más pesadillas...dejen a Alicia en paz...déjenla en paz.
Mi pie donde estaba el veneno tornaba mis venas –No, no, no le harán nada –abrí los ojos. Noté que me estaban saliendo ronchas en la piel, en la cara, comezón asquerosa. La camisa de fuerza, la suciedad en el manicomio y los medicamentos me estaba ocasionando alergias.
La puerta se abría –Ya llegó el día, Hightopp –dijo muy alegre Bennet.
-¿El día de qué? –pregunté nervioso.
-¡El día de que te harán la lobotomía!, ¿qué más? Prepárenlo.
Dos enfermeros me agarraban -¡No! ¡No, no quiero! ¡No quiero! –hacía rabietas para que me soltaran -¡No! ¡No quiero! ¡Padre! ¡Padre!
Me sacaron de la celda, para atarme a una silla de ruedas con correas -¡No! ¡No me lo van hacer! ¡No quiero! ¡Padre! –llamaba a mi padre quiene staba en otra celda.
(Zanik P.O.V)
-¡Padre! ¡Padre! –escuchaba a Tarrant gritándome afuera de la celda.
-¿Tarrant? ¡Oh, no! –hoy era el día de la Lobotomía.
-¡Déjenlo! ¡Malditos, déjenlo! ¡No lo toquen! ¡No lo toquen! –me aporreaba en las paredes, no me fijaba dónde porque todavía tenía vendados los ojos.
Oí que abrieron la puerta, supe que era Bennet –Suéltalo, maldito infeliz –le decía cuando me quitaba la venda -¡No se va atrever a lastimarlo! –lo amenazaba y este me sostiene el mentón –Lo llevaré con él, pero si hace algo, con sus poderes o un simple movimiento, no me quedará de otra que desquitarme con su mocoso –me amenazó. Un enfermero me inyecto un calmante en el cuello. Caí dormido
Tiempo después, en una sala de conferencias...
(Tarrant P.O.V)
-Buenas tardes, caballeros –saludó Bennet a los hombres sentados en la sala circular, entre ellos estaba el Viejo Styane –Gracias por venir a esta prueba de lobotomía y déjenme presentarles a nuestro invitado de honor.
Dos enfermeros me trajeron ante esos hombres quienes se sorprendieron por mi aspecto afectado por el envenenenamiento de mercurio.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
