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Desperté sobresaltada al sentir unos pies tocando los mios y demore unos segundos en recordar que era Sofi y que yo estaba en su cama.

Muy despacio y sin despertarla me levanto de la cama y miro el reloj de su mesita. Eran un cuarto para las seis de la mañana, si me iba ahora mi padre no notaria que salí de la casa.

Me pongo mis zapatos y salgo de la habitación en completo silencio, era sábado así que los señores Hamilton estarían dormidos hasta tarde ya que no trabajaban.

Voy a la cocina y saco una manzana que guardo en mi bolsillo.

Miro mi reflejo en el microondas y corro la mirada enseguida, verme en un espejo era algo que realmente odiaba. Sabia que probablemente mi ojo estuviera morado así que hice lo mejor que pude para taparlo con mi cabello. Que mi padre no me de dinero para ir a una peluquería tenia sus cosas buenas ya que como nunca lo había cortado era tan largo que llegaba a mi trasero y me daba mas oportunidad de tapar los moratones de mi cara o brazos.

Era un día soleado y una mañana hermosa, di un gran respiro disfrutando de la pureza del aire a esta hora de la mañana. Y comenzo a caminar hasta mi casa, mientras imagino que seria de mi vida si fuera otra persona.

Mi casa esta a media hora de la casa de Sofi lo que era perfecto porque amaba caminar y tener tiempo a solas.

Saco la llave de debajo del tapete de la entrada y con mucho cuidado de no hacer ruido abro la puerta.

todo esta silenciosos lo que me indicaba que papa debía estar durmiendo.

Mientras camino a mi habitación voy recogiendo las botellas de cerveza del suelo.

En puntillas me dirijo hasta la habitacion de mi padre y muy despacio abro la puerta, el se encuentra tirado boca abajo roncando. Si tenia suerte dormirá hasta la noche y saldría nuevamente.

Cierro y me voy a mi habitacion, la madera de mi puerta estaba toda picada por los golpes y patadas que papa daba para tratar de entrar cuando llegaba borracho, no sabia cuantos golpes mas iba a seguir aguantando antes de romperse. Y no tenia idea de si ese pensamiento era por la puerta o por mi.

Al entrar miro las pocas cosas que tengo y siento el ardor de mi pecho crecer. Ver la habitación de mi amiga y ver la mia era algo que realmente me dolía. Me dolía ver como ella tenia el amor de sus dos padres mientras que yo solo era tratada como basura por mi padre.

Me gustaría ser hija de los señores Hamilton y hermana de Sofi, me gustaría ser liana Hamilton... no liana Parker.

Cerro mi puerta con
Pestillo y comenzo a sacar mis cuadernos, mi única esperanza de salir algún dia de este lugar era conseguir una beca e ir a la universidad y para eso aun me faltaba un año y medio.

A eso de las dos de la tarde el hambre es casi insoportable así que saco la manzana de mi bolsillo y comenzo a comerla.

Ya había terminado mis deberes y estudiado para las pruebas que venían la próxima semana.

Sento un gran alboroto afuera y la curiosidad me obligo a mirar por la ventana de mi habitación que daba a la calle.

Había un gran camión de mudanza y muchas cajas de cartón apiladas en la entrada de la casa del frente. Era una lastima ver que alguien la había comprado al fin, en mis tardes libres me gustaba entrar e imaginar que esa linda casa era toda mía. Y que tenia un gran perro, mi marido y dos lindos hijos.

-¡Evans cuidado con esas cajas¡-escuche gritar a una mujer- ¡están las copas!- los fuertes pasos de mi padre me hicieron volver mi mirada a mi puerta y mi corazón se dispara.

-!Liana¡-ruge fuera de mi puerta- !sal de tu cuarto mocosa inservible y ven a ordenar este lugar, no te tengo en mi casa para que estés haciendo nada todo el dia¡-me quede muy quieta mirando la puerta hasta que los fuertes puñetazos en mi puerta me hicieron saltar.

-¡que salgas te digo!

Guardo mis cuadernos bajo la cama y con manos temblorosas saco el pestillo de mi habitación para abrir la puerta.

Mi padre esta parado del otro lado mirándome con los ojos enrojecidos y el cabello despeinado, tiene un fuerte olor a cigarrillo y a cerveza.

Pone su mano en mi hombro y de un tirón me saco de la habitación. Haciéndome quedar contra la pared.

-quiero todo esto ordenado para las cuatro, vendrán unos amigos-informa aun mirándome- en cuanto lleguen quiero que desaparezca de mi vista no quiero que salgas de tu habitación-su mirada es de puro odio.

Veo como se acerco a mi y mi corazon se acelera aun mas. Su mano se enrreda en mi cabello jalandomelo y luego la mano que antes estaba en mi hombro se estrella contra mi ya amorotonada mejilla haciendome soltar un quejido.

-¡¿me entendiste?!-grita a unos centímetros de mi cara, su mano a vuelto a mi brazo apretando con fuerza. mis ojos ya estan llenos de lagrimas por el dolor insoportable pero no podía llorar frente a el, eso solo lo empeorará todo.

-entendido-digo y su agarre se hace mas firme haciendo que un pequeño grito se escape de mis labios apretados.

-¿entendido que?-pregunta aun mas cerca de mi cara. Tan cerca que podia ver lo patética que me veia atravez de sus ojos.

-entendido... señor- digo y su mano libera mi brazo.

-bien -habla antes de volver a su habitación cerrando de un portazo.

Limpio las lagrimas que habian comenzado a escaparse y sobe mi brazo.

El Tormento De LianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora