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Lo había echo... habia matado a finn... Yo era una asesina.

Camine por horas llevando nada mas que mi pantalón de pijama y una delgada camiseta.

No podía sentir mis dedos, mis pies descalzos estaban llenos de sangre y suciedad pero no me importaba ya nada valía la pena.

Sofia me odiaba... los señores Hamilton me odiaban y Evans... todos ellos me verían como lo que en realidad era... Una asesina.

Un auto paro a mi lado pero no me importó, yo segui caminando. Estaba en la carretera y el viento de los autos al pasar hacían que mi cabello me golpeara fuerte en la cara.

-¿estas bien?-mire a la señora dentro del auto que estaba a mi lado ella se veía asustada y preocupada... Mire mis manos y me di cuenta que mi camiseta blanca aun estába manchada de la sangre de finn... El peso del mundo se me vino encima al ser consciente de lo que realmente habia sucedido.

Mire a la señora pero no alcance a abrir la boca cuando una fuerte punzada en el vientre me obligó a caer de rodillas al suelo.

Era como estar siendo taladrada desde dentro.

No era muy consciente de que la señora me estaba subiendo a su auto ni tampoco mire cuando llegamos al hospital. Mi frente estaba empapada en sudor y dolor era insoportable.

-¡ayuda!-escuche gritar a la señora y un montón de personas me rodearon.

-¿cual es tu nombre?-dijo una enfermera pero yo no era capas de hablar, solo gritaba y apretaba mi estómago... El dolor venia de hay.

-¡rápido, esta teniendo un aborto!- eso fue lo último que escuche antes de desmayarme.

Desperté tres dias mas tarde y la señora que me habia llevado al hospital estaba a mi lado mirándome con una sonrisa.

-al fin has despertado-trate de sentarme pero una fuerte punzada en mi estómago no me lo permitió, la señora se puso de pie y puso sus manos en mis hombros para que no me siguiera moviendo.

-has estado a punto de perder a tu bebe... tuvieron que intervenirte linda...-¿bebe? Mire mi estómago y luego a la señora.

Mire mis muñecas y las marcas de las manos de mi padre me hicieron volver a mi cuarto... volver a mi casa.

Cerré los ojos y volví mi mirada a la señora.

-cariño... los doctores han encontrado evidencia de una violación reciente...-mire a la señora con los ojos muy abiertos y ella se acerco a mi-debido a las lesiones que eso causo has estado a punto de perder a tu bebe.

-¿estoy embarazada?- de todo lo que estába pasando en mi vida no podía creer que esto se le sumará también.

-tienes tres semanas- alivio recorrió mi cuerpo... por alguna razón pense que este bebe podía ser de... El.

Luego de eso Clotilde me hizo contarle toda la historia, para el final del dia ella estaba llorando y yo había sacado toda mi vida a relucir con ella... le conté todo... incluso lo de finn.

Ella se encargó de sacarme del hospital cuando mi cara apareció en las noticias... ellos me buscaban por asesinato en primer grado.

Clotilde no volvió a mencionar nada de lo que le dije... ella había sido mi salvación.

Llebava el hijo de Evans en mi vientre y eso era lo único que importaba. Llevaba una vida en mi vientre en el momento en el que lo comprendí me prometo a mi misma que seria la mejor madre del mundo.

Mi pequeño bebe crecería en un lugar lleno de amor.

Los meses fueron pasando y cada vez que comenzaba a hundirme en la locura y la culpa por la muerte de finn miraba mi barriga y todo eso quedaba en un segundo plano.

El Tormento De LianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora