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-¿que es lo que te gusta hacer?-habia olvidado que Evans iba a mi lado, habíamos estado caminando en silencio.

¿que me gustaba hacer? La verdad no tenia una respuesta a eso porque nunca me habia puesto a pensar en que es lo que  me gusta.

-me gusta dibujar-eso era lo único que hacia mientras estaba encerrada en mi cuarto esperando el nuevo dia.

-¿en serio?-digo que si con la cabeza-deberías mostrarme tu cuadernillo un dia, me gustaría ver tus dibujos.

¿el quería ver mis dibujos?  Lo mire curiosa, realmente nunca nadie habia visto mis dibujos. Era mi pequeño universo de escapatoria ese cuadernillo. ¿y si no le gustaban mis dibujos? ¿que pasaba si se reía de mi?

- ¿a ti que te gusta?-pregunte con mis megillas sonrrosadas mirando el suelo.

-bueno... si me hubieras preguntado eso hace dos meses te abría dicho que me gustan las fiestas, las drogas, las chicas y el alcohol-lo mire con mis ojos muy abiertos- no me mires así, ya e cambiado.

Puso sus manos en alto como si lo estuviera apuntando con una pistola y        una sombra  de sonrisa se formo en mis labios

-¡hay esta de nuevo!-dijo sonriendo-
!vamos Liliana deja salir esa sonrisa¡

El me  estaba mirando divertido y no pude evitar sonreir, lleve mi mano a mi boca para poder disimularlo.

-deja de decirme Liliana-el aun tenia sus profundos ojos azules en mi rostro.

-¿porque?

-porque mi nombre es liana no Liliana-dije divertida y el se encogió de hombros como si no le importara.

-¿pero todos te llaman liana?-asenti y el me apunto con su dedo- es por eso que yo te llamare Liliana.

-eso no tiene sentido.

-si lo tiene, porque yo no soy como el resto y la manera en la que yo te llamo es única- lo quede mirando completamente sorprendida, el lo noto y hablo rápidamente-me refiero... a que como mi amiga... yo... como sea, te llamare liana-Evans se veía avergonzado.

Baje mi mirada y seguimos caminando en silencio, Evans estaba demasiado avergonzado para hablarme.

-puedes llamarme lía-mi voz fue casi inaudible.

-¿que?

-si no quieres llamarme como el resto... puedes llamarme lía- me atreví a mirarlo y el estaba sonriendo, yo force una sonrisa- los señores Hamilton me llaman lily, Sofi me dice li y tu... puedes llamarme lía.

-lía es genial.

Luego de eso nos fuimos todo el camino en silencio, Evans de vez en cuando reia y yo lo hacia igual.

-bueno... gracias pir acompañarme-dije cuando ya habíamos llegado a nuestra calle.

-si... por nada nos vemos luego lía- se despide con un gesto de la mano y yo hago lo mismo.

La sonrisa se borra de mi rostro en cuanto me doy la vuelta y veo que papa esta de pie en la puerta mirándome fijamente.

Camino lo mas lento posible hasta llegar a donde el esta.

-hola-mi voz suena dolida pero a el no parece importarle.

-¿con ese te acuestas ahora?-su pregunta me deja atónita y tardo un momento en darme cuenta de que habla de Evans.

-¿que?-ignora mi pregunta para tomarme del razo y obligarme a entrar a la casa.

-!¿con ese te acuestas ahora?¡- estaba completamente rojo de rabia.

-no... el solo ne acompaño...

-ademas de ser una mocosa inservible eres una  prostituta asquerosa-mis ojos se llenaron de lagrimas al escuchar eso.

-¿por que me odias tanto?- finn me empujo con fuerza hacia la pared haciendo que unos vasos se hicieran trizas en el suelo.

-¡porque de no ser por ti, mi vida no seria una completa mierda!

No dije nada, solo me quede parada mirando como mi padre se encerraba en su cuarto, sintiendo que mi corazón se rompía aun mas.




El Tormento De LianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora