•7•

503 62 8
                                    

Los dias pasaron y era mas de lo mismo, me levantaba, iba a la escuela, soportaba las burlas de Mary y su grupo, y luego regresaba a casa de Sofi.

El chico nuevo siempre se sentaba con nosotros y eso habia dado mucho de que hablar y peor fue cuando volvió a golpear a Steven. Ahora todos creían que yo y el chico teníamos sexo.

Sofía me decía que no debía prestarles atención, pero era imposible no prestar atención a las miradas de asco que muchas chicas me dedicaban.

-no entiendo que le ve a esa, ósea te has dado cuenta de la ropa fea que trae y ni hablar de su  cabello-dijo un dia Emma, sabia que ella quería que la escuchara porque lo dijo lo suficientemente fuerte para ser oída por todo el salón.

Y como siempre la profesora no hizo nada, simplemente fingió no escuchar nada y siguió con su clase.

Ese comentario habia dolido mas que los otros porque por lo menos yo sabia que no era una zorra, porque yo sabia que no era una prostituta.

Pero ella tenia razón, mi ropa era mayoritariamente la ropa vieja de mi padre y odiaba usar la ropa de Sofía, ella ya me ayudaba demasiado.

Era viernes y me sorprendió no ver a Sofi esperándome en la puerta para irnos juntas a casa como todas las tardes.

Espere unos momentos a que todos salieran y luego comencé a arreglar mis cosas, sabia que tendría que volver a casa y era algo que me aferraba. 

Sofía no se veía por ni un lado pero a lo lejos vi que Steven y Mary estaban en la puerta de entrada, pasar por su lado sin Sofía a mi lado no era una muy buena idea así que di media vuelta para salir por  la puerta fel gimnasio.

Los pasillos ya estaban casi vacíos, y los pocos alumnos que  quedaban se apresuraban en guardar sus cosas para salir luego y poder irse con sus  amigos. Yo misma haría eso si solo tuviera amigos o por lo menos una vida mas normal. Sofía era mi única amiga.

-deberías levantar la cabeza, puedes chocar con una puerta- escuche a mis espaldas, era Evans.

-lo tendré en cuenta gracias-dije sin prestarle mucha atencion con la esperanza de que así se alejara de mi, por  supuesto no funciono.

-¿a donde vas?

-a mi casa.

-pero la salida queda para el otro lado- el se veia confundido.

-también tenemos una salida de emergencias en el gimnasio-Evans se quedo callado pero siguió caminando a mi lado, suponía que esperaba que dijera algo mas.

-¿qué harás ahora?- lo mire y el me dedico una sonrisa inocente. 

-ire a buscar mis cosas a casa de Sofía y luego volveré a mi casa.

-¿te puedo acompañar?- me pare y me di ma vuelta para mirarlo.

-¿por que?- el se encogio de hombros.

-no tengo nada que hacer y vivo frente a tu casa... pero si no quieres no pasa nada.

El chico habia tratado de ser amable conmigo toda la semana y yo solo lo habia ignorado... y la verdad no quería irme sola hasta la casa. 

-esta bien.

-¿en serio?- el se veía casi mas sorprendido que yo por mi respuesta.

-si quieres...

-... si quiero- la rapidez con la que lo dijo me causo gracia- ¡o por dios!

-¿que?-mire a todos lados que lo habia sorprendido pero estábamos solos en el pasillo- ¿ que pasa?

Evans me miraba como si una segunda cabeza ma hubiera crecido. Instintivamente tape mi rostro con mi cabello, el Moratón aun no desaparecía.

-¿eso acaso fue una mini sonrisa?- puse mi rostro lo mas serio posible y volví mi mirada al suelo-te verías linda sonriendo, deberías intentarlo.

-no soy linda-agradecí que mi cabello cubriera mi rostro.

-¡que!-su grito me hizo dar un pequeño respingo, el me dio la vuelta y puso su mano en mi frente como comprobando si tenia fiebre.

-¿que haces?- estaba tan sorprendida por sus cercania que no fui capas de echarme hacia atrás.

-estoy viendo si tienes algún problema-respondió mientras seguía analizando.

-¿que?-trate de poner distancia entre nosotros pero mis pies no se movían.

-acabas de decir que no eres linda-sus ojos estaban en los mios ahora y casi podía sentir que nadaba en el azul de sus ojos.

-es porque no lo soy, soy fea-esta vez mis pies se movieron y seguí caminando.

-¿quien te a dicho esa gran mentira Liliana?-sentía mid mejillas encendidas y mi corazón acelerado, pir alguna razón mis ojos se habían llenado de lagrimas pero las limpie antes de que lo notara.

-es liana.

-eso no responde a mi pregunta Liliana.

¿quien me habia dicho que era fea? Supongo que el mundo entero lo habia echo.

Mi padre me lo recordaba cada vez que tenia una oportunidad.  Mary no se quedaba atrás y nunca se los cuestione pues yo no me encontraba una chica atractiva. 

Mis ojos eran de un verde musgo, apagados... sin nada especial en ellos.  Era demasiado delgada y mi piel siempre estaba marcada por los golpes de mi padre.

Mi cabello siempre estaba todo revuelto y caia sin gracia por mi espalda.

No respondí a su pregunta porque no era algo de lo que quería hablar con el.

-como sea, yo digo que eres linda y como soy soy una criatura tan bella.. hermosa y majestuosa-una sonrisa se formo en mis labios y mire s otra parte- deberías sentirte afortunada.

-tienes una gran autoestima.

- también tengo unos grandes ojos y ellos ven tu hermosura.

-ya deja de decirme eso.

-¿que cosa?

-eso... que soy linda. Deja de  decirlo.

-¿te molesta que te digan que eres linda liana?-el me miraba casi preocupado.

-ya no quiero hablar mas del tema.

Nos fuimos en silencio el resto del camino, Noel se sorprendió verme acompañada por alguien mas que no fuera Sofía y me explico que ella se habia tenido que quedar a terminar un trabajo que debia. 

Roger trato de convencerme de quedarme un tiempo mas pero yo sabia que eso no seria una buena idea. Debía volver a casa.

El Tormento De LianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora