"______"– Linda, es hora. – escuche su voz penetrando mis cienes después de haber despertado. Aún seguía con vida. La resignación empezó a completarse, estaba segura de que no terminaría nada bien mientras que él estuviera aquí.
– ¿De qué? – susurre, si iba a morir por lo menos quería saber de qué manera. Ahorcada, cortada en pedazos o simplemente apuntaría su arma y clavaría la bala justo en medio de mi frente. Eso es lo menos importante, a todos nos llega nuestra hora, no en las manos de un sucio y estúpido hombre pero en algún momento mi corazón dejaría de bombear sangre.
– No es nada malo, por primera vez te pido que confíes en mí. Sé que es difícil confiar en un bastardo como yo, pero no te queda otra opción. – sus dedos se incrustaron rápidamente en mis brazos para levantar mi cuerpo. Lo seguí mientras que me dirigía a su paso, no tenía ni una pizca de confianza en él, pero no queda nada más por hacer. Más que caminar hacia lo que podría ser el último lugar donde este.
Después de dar unos cuantos pasos, nos detuvimos. El olor a cloroformo hizo que mis sentidos se atontaran, y podía simplemente sentir la presión de las cadenas al unísono de la puerta que se había cerrado detrás de nosotros. Me sentía realmente mal, no podía ver donde estaba, como última petición quisiera volver a ver los rayos del sol o simplemente conocer a quién me asesinara, después de todo no creo volver hablar. No hay porque preocuparse.
– Bien, llegamos. Tienes que escucharme muy bien, no puedo repetir las cosas así que tú sabrás. – añadió antes de empujarme ligeramente contra una silla. Mis manos tomaron el respaldo mientras que mi espalda se aplanaba para sentirme segura. Como una jodida silla podría salvarme.
– Hazlo ya. – grite apretando mis puños contra mi pecho.
– ¿Hacer qué? – pregunto tomando ambos lados de mi rostro, sus manos estaban rasposas pero la seguridad que me implementaron me hicieron respirar. Ser libre por unos cuantos segundos antes de que las retirara rápidamente. – Oh por Dios crees que voy matarte. No cariño, no te haré daño.
– ¿Por qué no? – la pregunta más idiota que he hecho en mi vida, estaba renegando de no ser mutilada.
– No lo sé. – suspiro cerca de mi oreja. – No sé porque, maldita sea.
Escuche como las cosas caían al suelo, sentía como volaban cerca de mí. Aun no entiendo porque hace todo esto, aparenta que no me hará daño que no tocara parte de mí, pero solo es un engaño, estoy segura. Alguien como él no puede estar diciendo la verdad, alguien como él no cambiaría millones de dólares por una chica. No dejaría que su ser sobre-protector arruinara un gran negocio. Valla imbécil seria si llego a creer lo que dice.
"Habla, di lo que sea. Termino con este puto silencio que está matándome" suplique. Seguía ahí observándome, clavando sus ojos en mí. La venda aún seguía donde estaba al principio, pero la transparencia de mi piel puede sentir como la ve, como recorre cada lado de mi cuerpo. Deseo, horror, asco, no importa que como sea la manera en que lo haga, pero me agrada.
– No lo sabes. – dije, mordí la parte inferior de mi labio, las palabras estaban a punto de salir así que las solté. – Yo tampoco sé porque tu presencia me hace tanto bien.
– Olvídalo, olvida todo lo que dije. Joder esto ésta muy mal. – contesto, el fuerte golpe detrás de su salida me dejo en silencio.
Había terminado con este momento incomodo, donde la víctima y el secuestrador se revelan su terribles y estúpidos sentimientos. Valla novela ¿Qué me sucede? Él no está ni cerca de ser nada, absolutamente nada. Y está claro que tampoco lo soy para él.
(…)
No se cuanto tiempo a pasado pero ahora no estoy muy segura de sí estoy sola o no, mis pies estaban sueltos. Ninguna cuerda los recorría, tarde mucho en darme cuenta de eso, ya me había acostumbrado a que estuvieran postrados en una cama. Me levante lentamente mientras intentaba soltar mis manos, me detuve cerca de un muro, antes de poder chocar sentí la sensación de algo frente a mí.
No sé qué hacer ahora, no puedo ver, mis manos siguen atadas y mis pies no pueden hacer gran cosa. Me quede en la misma posición al escuchar voces en la otra habitación, volteé rápidamente mi cuerpo para quedar contra la pared y entonces los sonidos se hicieron más claros. Una conversación estaba sucediendo justo detrás de esa puerta y yo podía escuchar todo lo que estaban diciendo.– Valla ¡Quieres decirme que diablos ésta ocurriendo aquí! – una voz gruesa impenetrable grito de pronto.
– Nada. – agrego una pequeña pero fuerte voz.
– ¿Nada? creo que ésta pasando de nuevo. Ella ésta prohibida o que parte de esa mierda no te ha entrado en la cabeza. – contesto después de unos segundos, lo áspero y arrogante en su voz comenzó a asustarme. Si se daba cuenta de que no estaba donde debería, podría matarme, ese hombre si me asesinaría.
– Lo sé ¿Crees que me enamore de ella? Por favor tú me conoces bien, lo estoy haciendo para ganar terreno. – era él, estaba justo ahí y se refiere a mí. – Idiota.
Conocía el sonido de la piel al golpearse, justo al escuchar la palabra “Idiota” ese fuerte y estruendoso ruido abaniqueo mis oídos. La fuerza con la que se sentía a pesar de estar detrás del muro, me lastimo. Espere con ansias para volver a escuchar las voces, estaba realmente preocupada, él estaba herido. Estoy segura de que ocurre algo horrible, me lo puedo imaginar y ésta doliéndome. No puedo hacer nada, la impotencia hizo que mi cabeza cayera, deseando poder desaparecer.
– ¿Qué te has creído? Que puedes llamarme como se te da la gana. Pues no perro. Aquí el amo soy yo, cuantas veces tendré que repetirlo. – las lágrimas cayeron de mis ojos al escucharlo. Estaba perdida, justo pude sentir como atravesaba el muro con un hacha. Todas las películas de terror en las que los asesinaban cruelmente pasaron por mi cabeza, destruyendo mis nervios mientras que no podía hacer nada. Quería soltar mis jodidas manos, quería salir corriendo. Esto es tan horrible y en lo único que puedo pensar es en como la persona que trato de ayudarme, estaba mintiendo. Lo sabía, pero escucharlo de su propia boca lo hizo aun peor.
– No vuelvas a tocarme. – añadió él después de todo el movimiento que sucedió justo sobre su rostro.
– ¿O si no qué? – el susurro salido de la voz áspera, sonó despacio pero lo bastante fuerte como para traspasar cualquier habitación.
– Haré lo que me has enseñado hacer. Matar. – después de la última frase, un enorme silencio recorrió ambos cuartos.
– Enserio lo harás Justin. Ni siquiera puedes lastimar a esa chica, como esperas matar a tu mentor.
El aire se hizo seco, su nombre reboto un millón de veces sobre las esquinas de mi cerebro "Justin" ese es su maldito nombre. Mi corazón se sentía pesado y anti-normal.
Antes de que pudiera acercarme más, la puerta se abrió dejando que rebotara fuertemente. Mi boca se abrió de un solo golpe para sacar el aire retenido que me hacía querer morir.
"Quédate quieta, no muevas ni un solo musculo. No sabes quién es, así que no puedes cometer ningún error" Estar alardeando sobre la muerte, es sencillo, pero todo cambia cuando estas a punto de colapsarte. Decir que no importa como morirás es fácil, pero cuando estas en las manos de quien hará correr tu sangre todo es diferente. La perspectiva de morir resalta y deja tu vida al revés. No es lo mismo sentir que morirás a estar segura.
– Justin ¿Estas bien? – pregunte, la exasperación invadió mi mente antes de que sintiera las palabras en mi boca, había dicho su nombre y ahora si estoy totalmente perdida. Se supone que no me interesa, pero me es más importante su bienestar que mi propio bien.
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Gracias por losvotosaunquenosonmuchosaprecioquesetomeneltiempo de leerminovela :) Dejensuscomentarios, quierosaber ¿Quelesparecelanove? <3
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Stockholm syndrome (Justin Bieber y Tu)
Fanfiction"Un beso a la persona equivocada, lo convirtió en el rehén de su propio secuestro"