Capítulo 21

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(Luna)

Mis ojos se acostumbraron a la luz, por primera vez, me desperté antes que el pitido infernal que me taladraba los oídos cada mañana.

Sonreí pensando en que por fin era viernes, esta semana ha sido un cúmulo de desgracias sin fin.

Soy la novia de Matteo Balsano, con eso lo digo todo.

Encendí el celular, ya que ayer lo apagué para que el amorfo no me molestase, seguramente iba a llamarme a las cinco de la madrugada simplemente para molestarme.

Lo conozco perfectamente, y eso me produce repulsión.

El agua recorrió mi cuerpo durante varios minutos, creo que no llegó ni a cinco. Siempre me tengo que dar duchas rápidas para no gastar tanta agua.

Me puse lo de siempre, un chándal y una camisa holgada para que no me viera nadie. También me colgué el collar que me regaló Samantha por debajo de la camisa, me gusta mucho. 

Una muy buena definición de mí, una luna.

Coloqué los libros que necesitaría y cogí la mochila.

No me di cuenta que el móvil tenía un mensaje y varias llamadas perdidas. Las llamadas eran de Nina, en cambio, el mensaje del orco.

Ni siquiera lo leí, seguro que me habla de torturas como ayer cuando entré a casa. No entiendo que ven las chicas en él.

No niego que no sea guapo, en realidad está como un chocolate, pero... ¿De qué vale un envoltorio bonito si lo de dentro está podrido?

Matteo juega con los sentimientos de todas, y cuando ve que alguna se le resiste un poco, le restriega el cuerpo y directo a la cama.

Recuerdo que una nueva que llegó se hizo la interesante para que Matteo se fijara en ella, incluso me pidió ayuda a mí porque él no paraba de mirarme.

Al parecer la chica no se dio cuenta que solo me miraba porque quería matarme pero no le di importancia.

Yo le avisé de que nos odiábamos a muerte y que era la peor persona que podía elegir para pedirle consejo.

Sin embargo la chica me dijo que estaba realmente enamorada, y aunque le advertí de que jugaría con ella tras hacerle el amor, no le importó. Así que pensé en que podía atraer a Matteo.

Cualquier chica con tetas le valdría.

Le propuse que se hiciera la desentendida, que intentase aguantar la vista, que no se sonrojase y lo tendría detrás de ella.

Al día siguiente, lo comprobé. El orco tiene la mente tan sencilla que es muy predecible, y la joven no tardó en dejarse caer.

A esas alturas, todo el mundo sabía que la chica estaba fingiendo, se notaba que estaba interesada en él, como hacían todas las taradas esas.

Al de una semana ya formaba parte del grupo zombi que le siguen a todos lados, como si fuese su dios.

Señoras y señores, la perdimos. Por favor un minuto de silencio por todas las chicas que hemos perdido.

No volví a hablar con ella, ¿Para qué? Una vez que pasó al grupo de las admiradoras de Matteo, yo pasé a ser su enemiga porque atraía la atención del italiano.

Creo que esa es la rutina de todas las chicas, perder la virginidad con él (si no lo han hecho antes) y declararse presidentas del club de fans de ese baboso. 

-¿Sí?-contesté al teléfono que anunciaba que alguien me llamaba.

-Luna...

-¿Nina? ¿Qué te ocurre en la voz?

"Amor Fingido" (Lutteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora