"Amor Fingido" (Lutteo)

Capítulo 34

(Luna)

¿Qué diablos hacia yo preparando la maleta para ir un fin de semana a aguantar al imbécil de Matteo?

Esos días iban a ser un infierno, una auténtica tortura. Ahora me encontraría en su terreno, y él me la tenía jurada desde hace mucho.

Sería un sinfín de ataques constantes día y noche, no habría manera posible de retenerlo.

A no ser que su familia estuviera conmigo todo el rato. Cosa que veía imposible, ya que aquella casa debía ser enorme, al menos así era en mi mente.

No tenía mucha ropa que digamos, así que no tuve muchos problemas a la hora de cerrar la maleta. 

Lo único de valor que había por la casa se encontraba colgando de mi cuello. Ya no me separaba del collar de Samantha, me gustaba mucho y que se hubiera tomado la molestia de regalármelo aumentaba el valor de cariño que éste había cogido.

Aun faltaba un buen rato para adentrarme en las propias fauces de Satanás, así que decidí ir a pasear un rato. Tal vez el aire fresco me despejara antes del trauma que me quedaría de por vida.

(Matteo)

-¡Estoy harto de todo el mundo!

-Tranquilízate Matteo, o te escucharan hasta los extraterrestres.

-Nunca fue tu punto fuerte bromear, Ramiro.

-Lo sé, me da pereza pensar algo para burlarme de ti, no tengo tanta capacidad creativa como la que desborda nuestra querida Luna.

-¿Nuestra? ¿Querida?-golpeé la mesa del bar con fuerza.- ¡Estoy harto de la bruja esa! 

-Fuiste tú quien le pidió que saliera contigo.-dijo Gastón sonriente.

La mirada que le lancé fue de amenaza total, como volviera a decir eso acabaría en un nicho, y creo que él entendió lo que quería explicarle con un vistazo.

-Como si a mí me gustara fingir.

-Piénsalo detenidamente, ¿Qué habría pasado si Luna no te hubiera ayudado? Si no recuerdo mal se hizo pasar por tu novia incluso antes de que se lo pidieras, cuando Felipe trajo a tu "prometida" al instituto.

Maldije a Gastón por dentro mientras refunfuñaba, tenía razón y detestaba que la tuviera.

-Mentalízate de que vas a tener que fingir, mejor o peor pero tendrás que hacerlo.- me aconsejo Ramiro.

-¿Cuánto tiempo van a estar fuera?-preguntó Gastón.

-Tres días.

-Así que te tienes que pasar el feriado con ella, ¿Eh? Qué pena no estar ahí, la situación parece divertida.

-¡Vete a la mierda Ramiro!-grité levantándome bruscamente, provocando que los objetos líquidos terminaran en el suelo.

El aire fresco me recibió de golpe, hacia poca temperatura para ir a la playa... Lo que me faltaba, quedarme encerrado en casa con la tarada de Luna.

Abrí los ojos al ver que en la acera del frente alguien se peleaba, mis piernas corrieron allí tras ver una chica bastante conocida para mi, por impulso sin apenas pensármelo.

(Luna)

-¡Tú! ¡Maldita!

Sonreí para mis adentros, sabía que Fernanda llevaba tiempo siguiéndome, lo que me extraña es que no se me cruzara antes.