"Amor Fingido" (Lutteo)

Capítulo 11

(Matteo)

Esa bruja malvada y sin sentimientos me ha vuelto a ignorar. ¡A mí! ¡Al gran Matteo Balsano! Las mujeres se abren paso solo para observarme. ¿¡Por qué ella no!?

¿¡Cómo lo hará para no caer!? ¿¡Es que se cree demasiado especial como para no poder fijarse en mí!? 

La sangre comenzaba a hervirme. Pronto me transformaría en una olla a presión para poder cocinarla a fuego lento.

Me ha hecho lo mismo que en la enfermería: Ignorarme cuando más necesitaba despistarme para poder desconectar de todo.

No he podido dormir por culpa del compromiso y ahora no puedo quitármelo de la cabeza.

Por esa razón la estaba mirando, necesitaba que se enfadase y acabásemos en una guerra. Necesitaba olvidarme por un momento, pero la bruja sabía donde golpear en el momento exacto y así lo ha hecho.

Te odio Luna Valente, y cuando caigas estaré ahí para verte. Solo yo.

Encima mi prima está castigada por reírse tan alto, seguramente por algo que ella ha dicho. Me apuesto lo que sea a que era sobre mí.

Seguí mirándola con la intención de molestarla, a ver si conseguía hacerla reventar.

En una de las innumerables explicaciones de la profesora, se llevó una mano al cabello y la manga de la chaqueta se le bajó un poco. Pude ver una marca roja alrededor de su muñeca. 

Si no recuerdo mal, esa fue la mano que yo atrapé ayer. No pensé que la había apretado tan fuerte. Si es por mi culpa, entonces también tendrá marcas en el brazo, cuando la cogí de esa manera tan brusca.

-¿En qué piensas?-preguntó Ramiro mirándome de reojo.

-En cómo podría librarme del compromiso.-mentí.

No me puedo creer que estuviese pensando en ella. Es completamente imposible... Lo que hace la falta de sueño.

-Lo único que tenemos que hacer es buscarte una novia que tu padre no conozca. ¿Verdad?-dijo Gastón pensando en sus palabras.

-Así es.

-Ya tenemos pasatiempo para la tarde.-respondió Ramiro tratando de hacerme reír.

-Lo veo algo complicado.

¿Qué le pasa hoy a Simón? No para de sacarle faltas a todo.

-Entonces quédate en tu casa.-escupí groseramente.

El moreno me miró de mala manera y después de combatir contra mi mirada dirigió la vista a la pizarra. La clase se mantuvo en silencio (excepto las risitas de Nina) hasta que Jazmín irrumpió en el aula.

Es la secretaria de la directora. Una chica alta, con buen cuerpo, morena y de ojos color negro.

-Siento interrumpir así la clase.

-No pasa nada.-respondió la profesora.- ¿Ocurre algo malo?

-No, venía a buscar a la señorita Valente.

Todo el mundo giró la cabeza a la susodicha quien no parecía haberse inmutado ante el comentario. Como si ir de visita a dirección fuese algo bonito.

Esa mujer tiene un carácter insoportable y agresivo, aunque yo sé cómo tratarlo porque los he visto (y vivido) peores.

Sin embargo, se rumorea que la directora conoce a la bruja y por eso la llama tanto. Pero es no tendría ningún sentido, si yo conociera a alguien tan poderoso no volvería a tocar un libro en mi vida.