Capítulo 6

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(Luna)

-¿Qué piensas hacer con el cachorro?

-No lo sé. ¿De quién será?

-Deberíamos preguntarle a Matteo, él lo sabrá.

-Yo no pienso acercarme al orco ni obligada.

-Me lo suponía.-sonrió.- Vete yendo para clase, yo lo buscaré.

-Está bien...

-Si te lo encuentras, no entres en su juego. ¿¡Okey!?

-Tranquila Nina, creo que por hoy hemos tenido suficiente.

-Para ustedes nunca es suficiente.

Ahí tiene razón. 

-Búscalo, está prohibido traer animales al instituto.

-Espero no tardar, y tú no te metas en más líos o la tenemos.

-No lo haré.

Nina se fue en dirección contraria en busca de su primo y yo dirigí mis pasos a la clase. Cuando llegué estaba vacía.

Menuda suerte.

Dejé al cachorro en la mesa y coloqué la chaqueta dentro de la mochila en forma de cama. Lo esconderé ahí cuando las clases den comienzo.

El perrito se despertó y comenzó a dar vueltas en la mesa. Le acaricié la barriga y éste, en respuesta, movió el rabo de lado a lado.

Supongo que está feliz.

La puerta se abrió de golpe sin dejarme tiempo a esconder al cachorro. El umbral de la puerta fue cruzado por el monstruo y sus amigos.

El bicho, alias Matteo, estaba empapado y manchado. Solo pude sonreír diabólicamente ante su pésima apariencia.

Gastón se acercó a mí corriendo, aunque al principio pensé que se había vuelto loco, sopesé la teoría al verlo sujetar al cachorro en brazos.

-¡Roky! ¡Menos mal que estas bien!

¿Roky? ¿Es el cachorro de Gastón?

-¿Es tuyo?

-Sí, lo encontré abandonado en la calle. Gracias por cuidarlo.

-No ha sido nada.

-¿Dónde estaba?

-En el cuarto de limpieza.

-No me digas.-le lanzó una mirada fulminante a Matteo, quien se estaba secando la cara con una toalla.

-¿Sabes quién ha sido no?

-El mujeriego.

-Aja, el orco.

Un golpe fuerte sobre mi mesa me hizo levantar la vista.

-¡Vuélveme a llamar así y te mato!

Golpeé la mesa también y me levanté plantándole cara.

-¡Tú no me das órdenes desgraciado!



(Matteo)

Ingresé al aula y vi lo peor del universo, la bruja jugando con el perro diabólico. La mexicana esa, levantó la vista y sonrió diabólicamente nada más verme.

La pienso matar. La torturaré lentamente hasta que sus gritos inunden mis oídos.

¿Soy algo sádico? Para nada...

"Amor Fingido" (Lutteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora