Capítulo 42

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(Luna)

En este momento preferiría escuchar más las exageradas bombardas preguntas que solía decirme Nina, a que solo esas inquietantes miradas que recibía de ella.

Me parecen incluso muy turbias las intenciones que imagino que tendrá en un futuro para conmigo.

¿Ósea, se odian, se quieren, se aman, se desean?!"

Esa frase lo tenía en mi mente.

¡¡Parecía que lo sabía todo sin decir nada!!

"Claro que lo quiero, pero hacer todas esas cosas despiadadas y que al último aliento de su vida me suplique clemencia." - Pensé con la ceja alzada y con una infantil mirada de maldad.

Pero Luna, concentrate. No puedes dejarte llevar por efímeros momentos de caída delante del enemigo, de la prima del enemigo y en especial de su madre... Que ahora que lo pienso, debe estar con la mente más descojonada que nadie. Afortunadamente Fede fue con ella, parecía que la mujer iba a desmayarse en cualquier momento, literalmente.

Samy es muy dulce, pero es una exagerada... ya entiendo de dónde sacó Matteo lo dramático. Tiene su encanto.

Suspiro, suspiro y suspiro de nuevo. Debo entrar a esa casa.

Recopilando y analizando todo lo que ha pasado en estos dos días, creo que vamos en un buen camino. Incluso me atrevo a decir que lo último que los padres de Matteo vieron de nosotros fue lo más convincente de todo lo que Matteo y yo pudimos fingir ante sus ojos. Algo me dice que el nivel de dudas que Samantha y Felipe tenían de la relación entre Matteo y yo ha bajado considerablemente.

Desde el inicio de todo hasta hoy.

Es eso o...

Aún no nos creen y están esperando ver el mínimo error entre nosotros. Ellos astutamente esperan que nosotros bajemos la guardia con sus extrañas formas de juego y palabreos amistosos, para así exponernos y ¡pum!, descubrirnos y casar al orco.

Puede que Samy haya ideado eso, no dudo de la inteligencia de Felipe, pero ella es una mujer bastante precavida y a veces me asusta el lado conspirativo que Matteo me advirtió, tiene. Aunque siendo franca yo tampoco creería que mi hijo, la cual es un maldito mujeriego, por situaciones de boda, de repente tenga una novia a la que no había presentado si no más que hace tres semanas, mientras seguía llevando chicas a la casa.

¡Que lo único que querían es tener el dinero de sus padres, y el imbécil de mi hijo aprovecharía esa condición para satisfacerse sexualmente! - Pensé con un poco de molestia poniéndome en lugar de Samantha, por supuesto.

- Luna, ¿En qué tanto piensas? ¿Te enamoraste de la puerta? - Bromeó Nina.

- No, estaba viendo si con esos kilos de más pasas por ella. - Sonreí.

Nina 0. Luna 1.

Mi mejor amiga entrecerró sus ojos, fingiendo indignación. - Pues parecía que querías destrozar esa puerta con la mirada. ¿En qué pensabas? ¿En mi primo?

- ¿Por qué ahora todo lo que pienso tiene que ver con él? - Cuestioné.

- ¿Y acaso no lo es?

- Claro que pienso en tu estupido primo. - susurré. - Pero para...

Nina parpadeó un par de veces asombrada. - ¿Entonces si estabas pensando en él? - me interrumpió.

- Osea, sí pero no. No es lo que piensas. - dije cansada de sus suposiciones.

- Claro, normalmente tú responderías con una respuesta, ya sea afirmativa o negativa, acompañados de unos de tus comentarios sarcásticos. - dijo razonando y colocando una de sus manos en su barbilla.

"Amor Fingido" (Lutteo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora