"Amor Fingido" (Lutteo)

Capítulo 41

(Gastón)

- Me pareció ver a un conocido antes de subirnos. Aunque puede que solo sea mi imaginación.- le comenté a Vilu, mientras nos guiaban a una mesa.

- ¿Ah? ¿Entonces por eso era que estabas demasiado ido toda la tarde?- se tocó la barbilla, pareciendo un angelito. - Era que nos avises para que nos bajaramos, por mi no habría ocurrido ningún problema; y así te evitabas la incertidumbre de saber quién era. - sonrió.

- Sí, pero habían demasiadas personas; y tú habías dicho antes que tenías hambre.

- De haber sabido que nos íbamos a quedar atrapados en medio del tráfico por más de dos horas, no te lo hubiera dicho... es más no lo hubiera comentado, ni nada.

Reí ante la verdad de sus palabras. El mozo se acercó a pedir nuestras órdenes, la típica comida italiana que en particular a ella le encanta.

- ¿Sabes lo horrible que es tener hambre y no comer nada?

- ¡Uy!, pero qué delirio has pasado.

- No exageres. - reímos. - Volviendo a la conversación de antes, ¿quién pensaste que era tu "conocido"? - me preguntó confidente, enseñando y moviendo en las dos manos sus dedos del corazón y del medio; y al mismo tiempo sonriendo pícara. - ¿Una chica?

- No, era un chico.

- Oh vaya, no pensaba que tenías ese tipo de gustos.

- No esa clase de gustos. - Mi acompañante negó divertida.

- Tengo mis dudas.

- Todos dicen lo mismo, pero a este maestro. - dije señalándome.- solo le gustan las chicas.

- Bueno tigre... ¿Y quién pensabas que era entonces?

- El loco del que estábamos hablando cuando te conocí, ¿te acuerdas? Mi mejor amigo.

- Qué extraña forma de referirte a tu mejor amigo tienes.

- Si te imaginaras lo que dice cuando yo no estoy con él.- revoloteo mis ojos haciendo salir una risa por parte de Violetta, quién estaba prestando toda la atención del mundo. - Matteo es un poco especial... a primera vista se ve como una persona a la que no le importa nada, es muy cerrado, y también un don Juan de primera ¡Y eso que te lo digo yo!, pero fuera de cómo quiere verse, es un gran amigo; hace muchas cosas para ayudar a otros aunque eso lo oculte... es muy sensible aunque no se note- dije recordando las veces que se escapaba de su casa para ir a ayudar a una perrita que estaba enferma en la calle. Él le daba de comer y lo cuidaba, me consta por que me pidió ayuda en varias ocasiones. Y me preguntaba por qué se lo ocultaba a sus padres mintiendoles que salían con chicas quedando como un mujeriego, que no niego que lo es, pero ¿Por qué lo hacía? Lastimosamente la perrita murió a pesar del buen cuidado que le daba Matteo, pero dejo un pequeño y blanco cachorrito igual a ella, el enemigo de Matteo, Roky.- Sonreí al recordar aquello.- Además está metido en un lió con cierta chica qu...- la miré, se notaba una mirada enigmática en sus dos ojos, como queriendo recordar algo, y no parecía prestar atención a lo que decía. ¿Habré dicho algo que la dejó en jake? - ¿Qué pasó?

- ¿Eh? ¿Dijiste Matteo? - Tartamudeó parpadeando varias veces y tratando a la vez, de no parecer muy asombrada.

Escuchar ese nombre la había pillado de golpe.

- Sí... Es un nombre muy común por aquí. -contesté no entendiendo la pregunta.

- Es un lindo nombre. - Sonrió de nuevo nostálgicamente igual a aquella vez que le devolví esa libreta vieja.