Carta dos

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Sebas:

Tres semanas después, me encuentro desanimada. No he llorado enérgicamente como cuando una persona pierde lo más querido. Sólo lloro en silencio y me dispongo a tomar mi taza de café mientras veo a través de la ventana.

Notifiqué a mi superior que no me encontraba bien de salud, y que realizaré un viaje para mi bien. Todo eso era una mentira, excepto lo de mi salud. No me siento bien mentalmente, siento un vacío. Tu ausencia, tal vez... o no.

Ahora que lo pienso mejor, no sería mala idea viajar. Necesito un cambio, hacer algo bueno por mí misma.
Creo que iré a la playa, aquella donde nos conocimos en año nuevo. Vaya, qué recuerdos. Esto me hace mal, recordar no es bueno pero escribo estas cartas para desahogarme.

Atentamente, Sophia.

Un adiós no es suficienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora