35.

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Narra Ezra.

Desperté sudando.

Toque donde en mi sueño, o pesadilla estaba sangrando.

Y no tenia nada.

Prendí la lámpara de noche que estaba en la mesita de lado de la cama.
Y respire Hondo y lentamente.

Mire a mi al rededor y del otro lado de la cama en una silla estaba Oswald mal Acomodado.

Sonreí, en verdad tuve un mal sueño.

Es obvio que Oswald me quiere tanto como yo a él, y si me pasara algo así seria él primero en estar aquí.

-Oswald- le llame.

Él abrió los ojos de golpe y se acerco a mi con cara de preocupación.

-¿Estas bien Amor?- pregunto mirándome de arriba a abajo como buscándome algo mal para curarme.

-No estoy bien, me haces falta. ¿Te duermes conmigo?- dije

Él me sonrió e hizo lo que le pedí.

-Te Amo Oswald, ¿Tu me amas?- pregunte

-Te Amo Ezra, no lo dudes -dijo y me dio un beso en en cachete

Y a los pocos minutos nos quedamos dormidos.

********************

*Toc,toc*

Él sonido de la puerta me despertó. Abri los ojos y ya no estaba Oswald a mi lado.

-Pase- dije mientras me tallaba los ojos.

Abrieron la puerta, y era Oswald. Ya bañado y arreglado. También traía una bandeja con cómoda.

-Buenos Días Cariño- dijo mientras ponía la bandeja en la mesita. Para después besarme los labios dulcemente.

-Buenos Días- dije sonriendo.

-Te hice él desayuno, no parece que este muy bueno. Pero tiene amor- dijo sonriendo.

-Gracias Amor, estara delicioso- dije feliz.

Él tomo la cuchara y sirvió un poco de ella, parecía que era sopa.

La acerco a mi boca y yo lo probé.

Abrí mis ojos y me lo pase.

-¿Te gusto?- pregunto- Se sincero-

-Esta buena... La sopa- dije tratando de Ocultar que sabia mal.

-¿Sopa?- hizo una cara de confusión. -Es Puddin de chocolate- agrego.

-Amor, le has de haber puesto sal. Porque sabe a sopa no a chocolate- dije sonriendo

Él lo probó y apenas tocó su lengua lo regreso al plato.

-Amor, Ya vi que si me quieres, te apuesto que te lo ibas a comer para no hacerme sentir mal- dijo riendo. -Le diré a la enfermera que haga algo- dijo levantándose con la bandeja en las manos.

Salio del cuarto y cerro la puerta.

Mire a la mesita y Oswald dejo su celular.

Y en ese momento sonó mi celular.

¡I Hate You! But... I love you. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora