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NARRA EZRA.

Saliendo del café, y terminando la discusión con Oswald, Me sentía vacío... Más que eso me sentía solo y triste.

De alguna forma yo sabia que sus palabras de Oswald eran verdaderas... Pues no éramos nada, ni siquiera amigos, los amigos no se forman de un mes para otro... Y Ed, el si era su amigo, pues ya llevaban bastante conociéndose.

Camine demasiado, y la mayor parte del camino lo pase llorando, por dios parezco un estúpido.

Yo sabia desde el primer momento en que le vi, desde el momento que sus ojos me miraron. Esos ojos azules claros, jamás en la vida había visto unos ojos así y estoy seguro que jamás lo volveré a hacer.

Son unos ojos más hermosos que ver el firmamento con miles de estrellas fugaces paseando sobre el, con solo verlos me perdí en un paraíso celestial, donde el chocar miradas es sentir la gloria en ti.

Me siento envuelto en un cenit cuando lo miro sonreír, y cuando sus manos me tocan o recibo un abrazo , mi felicidad llega al punto mas alto, es como ver el amanecer y saber que es lo más hermoso que hay en el mundo. No tengo palabras para describir la forma en que lo anhelo, porque estoy es más que un simple querer, se que estoy enamorado de él.

Al llegar a casa de Oswald, tome todas mis cosas, y escribí una carta, la cual deje en la cama donde me quedaba yo.

Salí y antes de cerrar la puerta suspire, pues no estaba seguro si lo volvería a ver, no se si fue la decisión correcta pero hui de ahí.

Pedí un taxi el cual me esperaba ya.

Le pedí que me llevara a cualquier hotel, y así lo hizo.

Entre al lugar, y una muchacha muy bella me atendió.

-Buenas Tardes Señorita, me gustaría hospedarme- dije amable y con una sonrisa falsa en el rostro.

Ella me miro y se sonrojo un Poco.

-Claro, tenemos habitaciones disponibles- dijo amable

Esperaba mi llave pero ella solo se limitaba a observarme con una amplia sonrisa, la mire un poco incomodo, y al cabo de un minuto esquive su miraba hable.

-Y Bien... ¿Me dará una habitación?- pregunte tratando de sonar amable.

-¡Oh claro!- dijo apenada- ¿Cuántos días se quedara?- pregunto mientras tecleaba algo en su computadora.

-No tengo fecha exacta, por ahora una par de semanas esta bien- dije sonriéndole y después un guiño.

Ella se sonrojo bastante como para que desde la entrada se notara su enrojecimiento.

-¿Se encuentra bien?- pregunte burlón

-Ah.. yo...Emm... ¿Por que lo dice?- pregunto trabándose y con una risa de vergüenza

-Su cara esta... ya sabe, más colorada de lo normal- dije sonriéndole

Había algo que no le dije a Oswald la noche que nos pusimos ebrios, le conté que las chicas me veían guapo y atractivo, y que a mi jamás me gusto alguna. Y es verdad jamás me gusto alguna... Pero lo que no le dije que fue que me acostaba con ellas, y se que es algo raro, y se que sonara ilógico el tener sexo sin que te guste alguien pero el sexo con una mujer es fascinante, y sin implicar algún tipo se sentimiento es mucho mejor, al menos a mi y a ellas nos permitía complacernos el uno al otro y disfrutar plenamente del momento, y lo mejor era que al otro día podíamos vernos en la calle o en la escuela y hacer como que no paso nada, gracias al hecho de que jamás alguna de ellas llamo mi atención como para que me gustara y sintiera necesidad de volver a hablarles.

¡I Hate You! But... I love you. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora