|| Doce ||

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—Ahora —susurró Harry cruzándose de brazos—, ¿para qué me querías aquí?

El pelinegro puso los ojos en blanco y sonrió mientras se paraba frente al ojiverde, quien lo miraba como si fuera capaz de descubrir todos sus secretos, y Tom no lo dudó.

—En serio, quería que me ayudaras con la decoración —comentó con inocencia—. Hace mucho que no nos podemos ver por el montón de trabajo acumulado que tengo, así que ésta es una excusa perfecta para poder vernos.

Harry lo miró de arriba a abajo, analizando cualquier movimiento o posición que tuviera el contrario que le delatara, al no encontrarlo, simplemente sonrió y miró a su alrededor. No había algún alma en el local, algo raro, si una empresa con la fama de Slytherin hace un evento, lo más seguro era que hubieran muchas personas tratando que todo saliera lo más perfecto posible.

Estiró los brazos dando una invitación a Tom, quien no dudó ni un segundo para ir y abrazar a su chico, quien se acurrucó contra su pecho en el instante.

—Draco ya sabe que tenemos tiempo conociéndonos —declaró el menor poniendo su barbilla en el hombro del mayor, mientras le hablaba a su cuello.

—Ah, ¿sí? —susurró besando con cariño la sien del menor—, ¿cómo fue eso?

—Se lo dije —contestó a la ligera, como quien no le importa la cosa—, no pude evitar molestarme un poco al recordar que me ignoró el mismo día de nuestro aniversario y se lo eché en cara...

—No —susurró Tom sin poder creerlo, separándose un poco para mirar los ojos esmeraldas—, ¿mi pequeño gatito al fin sacó sus dientes?

—No te burles —regañó haciendo un ligero puchero, puchero que casi derrite a Tom—, simplemente estaba molesto.

—¿Y se puede saber por qué lo estabas?—cuestionó con burla, haciendo que el menor se sonrojara ante el recuerdo.

—Claro que puedes, pero es vergonzoso —balbuceó mientras se escondía en el pecho de Tom, quien rió en la nuca del contrario, causando que un escalofrío recorriera la espalda de su acompañante.

—No importa, sabes que puedes confiar en mí. —Tom acarició el cabello azabache con tranquilidad. Un pequeño murmullo apagado llegó a los oídos del ojiazul, pero no fue lo suficientemente fuerte como para que le entendiera— ¿Lo podrías repetir?

—Estaba molesto porque no fuiste tú con quien me desperté —repitió con más claridad—, y el hecho de recordar que el aniversario de Ravenclaw estaba más cerca me fastidió demasiado... Joder, ¡falta una semana!

Tom agarró el mentón de Harry y lo levantó hasta que sus ojos se conectaron. Se quedaron así un momento, admirando la maravilla que la vida les decidió poner en frente, sonriendo para luego darse un pequeño beso en los labios.

—Pero —susurró Tom mordiendo su labio inferior—... ¿sí le dirás a Draco? —Harry frunció su labio confundido y, justo cuando abrió la boca para hablar, fue interrumpido por el mayor—: Harry, te amo, pero una cosa es ser amantes mientras tienes novio que cuando tengas prometido, sin mencionar que no me perdonaré a mí mismo por no ser el primero en desposarte.

Harry se quedó callado, mirando a los ojos marinos que se posaban frente a él. Sí, eso era cierto, él tampoco sería capaz de hacer eso, aunque nunca pensó en casarse con Draco, ni cuando estaban en universidad.

—No me quiero casar con él...

—Y yo tampoco quiero que te cases con él, pero, ¿cuándo se lo dirás? —cuestionó frunciendo el ceño. El menor se quedó pensando por un momento— Harry...

—Cuando lo vuelva a ver —interrumpió el nombrado sobresaltado al ver la cara del pelinegro, quien empezaba a tener una combinación de preocupación y tristeza en sus facciones, como si pensara que Harry quería más a Draco que a él, ¿qué clase de tontería sería es?—... Lo prometo.

Tom lo miró fingiendo sorpresa, sonriendo dentro de sí mismo al darse cuenta que su plan estaba funcionando a la perfección. Harry sería sólo suyo.

—Entonces, supongo, no hay problema que me acompañes a recibir a los invitado —comentó dejando que su sonrisa se apoderara de su cara.

Sí, había conseguido lo que quería y su plan estaba en marcha, pero aún así le encantaba recordar que Harry le pertenecía solo a él, y que el miniMalfoy no iba a impedir eso.

—Pero Draco vendrá con Lucius... —Harry se golpeó mentalmente antes se asentir— Está bien, supongo que después puedo ir con él.

—Y hablar de esto —afirmó/cuestionó Tom.

—Y hablar de esto —repitió sonriendo.

El mayor sintió cómo su interior explotaba en alegría al darle un pequeño beso a su amante que sellaría la promesa, para después empezar a trabajar con la decoración, viendo cómo algunos trabajadores empezaban a llegar para ayudarles y hacía ojos ciegos al ver que aquellos dos no dejaban de lanzarse coqueteo sin importar que estuviera uno al otro lado de la sala. Dejando que sus sonrisas hablaran más que las propias palabras.

Pero no era como si estuviera mal, al menos no en la mente de los trabajadores. El pequeño Potter ya no estaba con Draco... o eso decían los rumores.

  ♣ ♣ ♣ ♣   

Bien, en vez de hacer el chorro de "feliz año nuevo", les diré lo que pienso:

No les deseo un año nuevo feliz, no, ¿para qué? Puede que el próximo año no esté aquí para volver a mandar todas mis buenas vibras, así que, en vez de eso, les diré que espero que tengan una feliz vida, así si no me quedo no habrá problema si no podemos leernos el año que viene.

Realmente deseo que toda su vida sea feliz, sé que será algo difícil, que muchos tendrán altos y bajos, pero, ¿qué más da? De todo se aprende, así que espero que esos errores o pequeñas cosas que lleguen a suceder sean de provecho y aprendan algo positivo de ellas, así estarán un paso más cerca de la felicidad... En fin.

¡Gracias por leer y todo el apoyo que me han dado!
¡Les quiero!

El amante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora