"Agredidos"-"Buenos días"
El ambiente estaba tranquilo, y aunque ninguno de los dos había podido dormir —por diferentes razones— igual se sentía la misma tensión que siempre existía cuando ambos se encontraban en la misma habitación.
Ella se sentó con tranquilidad en la mesa del comedor, y simplemente lo observó beberse el cargado café al que sabía que él era adicto.
Él esbozó una de sus raras sonrisas, -"¿Te vas a quedar ahí viéndome o vas a desayunar?"
Ella se sintió flotar por las nubes, rebotando en todas y cada una de ellas hasta alcanzar el mismísimo paraíso.
No pudo sino retribuirle el maravilloso gesto –"No, gracias. No tengo tanto apetito esta mañana"
Él inmediatamente frunció el ceño. –"Estás demasiado delgada. No puedes dejar de comer, especialmente no el desayuno"
Algo en el interior de ella se sintió rebosante de alegría. ¿Él, se preocupaba por ella?
-"¿No crees que ya estoy un poquito crecidita como para decidir si desayuno o no?"
Él la miró intensamente y ella se derritió –"Sí, por supuesto" Y pareció fastidiado por algo, que ella no supo descifrar. Acto seguido, él tomó el diario que tenía cerca, y se dispuso a leer.
Dejándola a ella totalmente intrigada.
Frunció el ceño –"¿Sucede algo, Lio?" Él la miró.
-"No"
Karol se sintió como una idiota. Aunque no supo por qué.
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Michael se estiró perezosamente, sintiendo la cálida compañía de la mujer que compartía su lecho. El día iba a ser uno fabuloso, según parecía.
Y es que no había otra cosa que lo pusiera en mejor estado de ánimo que haber tenido una larga noche de sexo. Especialmente con la mujer que más se le había escapado de las manos.
Se sentía en su ley. Confesaba nunca haber disfrutado tanto con una mujer. Quizás aquello se debería a que con ninguna mujer en el pasado había tenido otro contacto a parte del acto sexual. Con Valentina había pasado demasiado tiempo hasta que finalmente había caído en la red de seducción que había tejido, especialmente para ella.
Profundamente dormida, con sus cabellos alborotados, las mejillas rosadas y los labios hinchados, Ámbar yacía a su lado, completamente inconciente del mundo que se comenzaba a levantar.
Sin tener ánimos de despertarla, simplemente se quedó acostado a su lado, aferrándola de la cintura en un gesto protector.
Pasaron así algunos minutos, y ya aburrido de esperarla a que se levantara, se decidió a despertarla.
Cuando ya se disponía a hacerlo, una melodía comenzó a sonar en medio de la maraña de la ropa de ambos. Michael frunció su ceño. Ésa no era la alarma de su celular.
Levantándose cuidadosamente para no moverla, se encontró con que el bolsillo de la falda de ella, se hallaba un móvil diminuto.
Sin dudar, contestó la llamada.
-"¿Hola?" Escuchó la voz masculina del otro lado de la comunicación.
Sus adentros empezaron a arder de celos. ¿Quién era ése sujeto?
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BAJO CONTRATO |MICHAENTINA|
Fanfic"El necesitaba dinero. Y la única forma de conseguirlo era encontrando una esposa. Ella tenía dinero, pero necesitaba un marido. Ambos se complementaban perfectamente, lo que no esperaban era complementarse tanto en la cama como en el corazón." ✨E...