Spicy Frappuccino [TodoBaku/BakuTodo]

Marine love

Esta historia estará participando en la dinámica del grupo Zona Hero, esperamos contar con su apoyo.

Tema: Relación a distancia.

Pareja: TodoBaku.

Distrito: 3

Autor: __cfsch__

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47 semanas, casi todo un año era lo que llevaba aquel bicolor en alta mar.

Todoroki Shōto, teniente 2º de la marina, estaba a cargo de uno de los buques escuela. Estaba encargado de supervisar el trabajo de todos los aspirantes a aquella institución y además de instruirles en todas las disciplinas que fuese posible,  en ocasiones acababa siendo por un sencillo lema aprendido por ahí: Por la razón o la fuerza.

Sus días transcurrían pacíficos, dejando que toda la adrenalina del día se concentrase en que las velas no se fueran a romper y qué más de algún alumno no fuese a caer por la borda, como había ocurrido por anterioridad. Y es que llevaban quizá dos o tres semanas cuando uno de los pupilos más jóvenes pecó de curioso, acercándose demasiado a uno de los barandales y sumado a uno de los genios de aquel momento; acabó tomando una ducha salada, siendo reprendido cuando el capitán a cargo se enteró del bochorno sufrido por los soldados; esa noche Todoroki no cenó filete y tampoco pudo beber el vino blanco que gustaba degustar cuando el calor era demasiado, ese día juró que no les iba a dejar respirar en paz.

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Martes, frío y desalmado, una verdadera mierda si le preguntaban a Bakugō.

Se encontraba buscando entre sus cajones alguna prenda que ponerse, detestando en demasía el saber que se encontraba tentado e idiotizado por la idea de usar alguna sudadera del semi-albino. Y es que no había día en el que no lo odiara y maldijera por haber accedido a irse en aquel viaje, no hay día en el que no se prometa que apenas lo vea le partirá la cara y el culo, porque el estúpido le prometió en una de sus últimas cartas que si volvía antes de que febrero culminase le iba a dejar "ir arriba" y aquello era un premio y tesoro que Katsuki no dudaba en desaprovechar. ¿Mentía? Mucho. Y es que la verdad no le llamaba la atención en lo más mínimo el ver como su pareja se volvía sumiso, claro que no, a él le encantaba como aquel tímido hombre se volvía un pervertido en la intimidad, sorprendiéndole en cada ocasión pues siempre estaba deseoso de algo nuevo.