Familia Todoroki, algunos desastres.

2.7K 172 33
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esta historia estará participando en la dinámica del grupo Zona Hero, esperamos contar con su apoyo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esta historia estará participando en la dinámica del grupo Zona Hero, esperamos contar con su apoyo.

Tema: Cuidando a un niño.

Pareja: TodoBaku.

Distrito: 3

Autor: __cfsch__

[ Basado en el arte de: HouryHou. Pedido de: JeanWJean ]

Día martes, ese día de la semana en el que la familia Todoroki parecía tener todo bajo control, y es que ese era el único día de la semana que coincidían Shōto y Katsuki con sus días libres.

Ambos eran profesionales dedicados, aunque la última se había negado en un inicio a retomar sus labores como heroína, efecto de la maternidad según el mismo Shōto. El semi albino era quien más estaba fuera de casa, apoyando en la agencia de su padre cuando se le pedía o trabajando en conjunto con Midoriya en ocasiones más pesadas, esas donde parecía que los villanos se tomaban la ciudad como si cogieran un dulce.

La rubia por su parte estaba ligada a la enseñanza de nuevos héroes, había abandonado el trabajo de campo desde la llegada de Miruka. Había sido difícil hacerla entrar en razón, pero Shōto había usado todo su poder de convencimiento para lograr que la rubia entendiera que cualquier peligro al que fuera expuesta podría afectar a su hija, ya era mucho tener a uno batallando como para que ambos fueran trofeos para los villanos.

[ By Bakugō ]

Se despertó por los quejidos del albino, sorprendida en un inicio ya que éste no solía molestar al dormir. Se giró para poder observarle, acariciando sus pómulos con lentitud mientras se subía sobre su cuerpo, le gustaba como el chico la abrazaba aún si estaba sumido en la inconsciencia, con ese sentido de pertenencia que lograba ponerle como colegiala. Dejó reposar su cabeza en la curva de su cuello, besando con timidez la zona, pues odiaba estar en medio de arrumacos y que el más alto despertara y le encontrase in fraganti.

Sus besos fueron ascendiendo hasta llegar al filo de su mandíbula, admirando la tranquilidad que se veía en el rostro de su marido, imperturbable y sereno, casi podría creérselo de no ser que los años le entregaban algo que el resto no sabía: La experiencia de conocer al albino, ese dolor en el culo que le provocaba estallar cada día, pero aún así le amaba, no sabía cómo pero lo hacía.

Rozó su nariz con el pómulo derecho antes de recargarse unos segundos, viendo si tenía alguna reacción de su parte, dispuesta a morder su nariz con toda la maldad e infantilidad de un pequeño de tres años, cuando el grito menos esperado se oyó.  Resopló con fuerza, negándose a que la pequeña hubiera despertado tan temprano y más en medio de su sesión de arrumacos, así que rendida y poco dispuesta a ello comenzó a zarandear al más alto, golpeándolo para ver si se movía, pero era tan poca su cooperación que había tenido que recurrir a patearle con fuerza y botarle de la cama para que saliera de su letargo.

— ¡AY! ¿Pero qué está pasando?... ¿Por qué llora Miru?

Los quejidos se oían desde el piso, aquellos que solo oyó mejor una vez que rodó sobre su cuerpo y le observó desde el filo de la cama, con esa mirada de cachorrillo.

— Miruka quiere a su padre, necesita sus fuertes manos cambiando su pañal.

Se carcajeó con las últimas palabras, era sabido que la experticia de Shōto con el cambio de pañales de su hija no había mejorado desde su nacimiento, siendo un total fracaso aún si se proponía a hacerlo bien. Y no, no nos referimos a que el pañal lo pusiera en la cabeza, sencillamente desde despegar las cintas y cortarlas por su torpeza, hasta dejarlo tan desajustado que la nena acababa desnuda si decidían dejarle con una camiseta más la muda en el caluroso verano.

Vió como el albino entrecerraba los ojos dudoso, acusador y somnoliento, entendiendo que la trampa había estado desde el instante que rozó el suelo y que no tendría opción a negarse debido a la seriedad usada por si. Con pasos lentos mientras rascaba uno de sus glúteos abandonó la habitación, dejándole con la duda de cuál sería el fracaso de ese momento, decidiéndose a esperar y reír por el resultado. Se acomodó entre las mullidas almohadas y se cubrió hasta los hombros, sacando su mano para poder encender la televisión y acompañarse con algún programa del H&H en lo que regresaba el albino.

[ 15 minutos después ]

En la pantalla solo se veía a un par de guapos gemelos hablar de remodelación de casas, realizando trabajos lo suficientemente buenos para hacerle desear una casa así, aún si la propia era maravillosa.

Del albino nada había sabido, y es que desde el instante que había ido a la habitación de Miruka los llantos habían cesado y los reproches de parte del chico no se habían oído. Comenzó a dudar si había sido una buena idea mandar a su "mejor soldado" en aquella misión, ya decidiéndose después de un par de vueltas en la cama a levantarse y acompañarle. A hurtadillas salió de la habitación, evitando meter cualquier tipo de ruido mientras se acercaba a la habitación de su hija, ingresando con la duda latente en su rostro cuando encontró la causa del silencio:

Ahí estaba Todoroki tapizado en talco para bebés, con una mueca algo extraña mientras su hija comenzaba a reír a causa del aspecto desaliñado que este le otorgaba, sumado a sus musarañas a causa del sueño daban un chiste digno de contar.

— Pero Shōto, ¿Qué mierda estás haciendo?

No había sido un reproche como tal, más bien era una frase cargada de ternura mientras se acercaba a su marido, viendo como el pañal para variar estaba roto desde los sujetadores y la botella de talco en manos de aquel pequeño ser que provocaba desastres. Rebuscó a su lado un pañal nuevo, poniéndolo bajo el cuerpo de la menor después de untarle algo de crema para bebés y garantizar que todo estuviera en orden, poniendo el pañal con tanta rapidez ante el rostro de incredulidad del padre, ese que parecía boquear como pez a casa de su nuevo fallo.

Pañal 27161- Shōto 0

— Definitivamente me rindo con esto, al menos queda poco para que ya los deje de usar.

El mohín que acompañó la frase fue la perdición para Katsuki, invitándole de inmediato a besar su mejilla aún si estaba embarrada de talco, depositando un par de besos para calmar la frustración de su hombre medio dormido, ese que al menos preparaba grandes mamilas.

— Venga cariño, hazte cargo y ve por esa mamila que tanto le gusta Miruka.

Nuevamente derrotado desapareció, más lento y torpe que la primera vez, dejando a la rubia con la duda si este estaba medio dormido o medio despierto, votaba por lo primero. Arrulló a su pequeña en el momento, besando su frente mientras esta le dedicaba una sonrisa, aquella que cambiaría a carcajadas en el instante que se escucharon caer un par de cosas en la cocina.

— ¡SHŌŌTO!

♛ ❖ || ❖ ♕

Miruka, nombre en honor a Boovely_  💕

Spicy  Frappuccino  [TodoBaku/BakuTodo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora