CAPÍTULO 2

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LUNA.

Ya la campana había sonado avisando que ya había terminado el primer día de clases.

Fui hasta donde se suponía que estuviera mi madre esperándome, pero por sorpresa no estaba mi madre siempre llega tarde para TODO, todo lo contrario de mi padre, ah no les he dicho, mis padres están divorciados, por eso mi madre se mudó o más bien está escapando con la ilusión de comenzar una vida nueva.

Mis padres se divorciaron porque ya no aguantaban vivir bajo el mismo techo, todos los putos días eran peleas y peleas la casa era un campo de batalla, yo era pequeña, no entendía, lloraba y me lastimaba a mí misma porque pensaba que era mi culpa pero en realidad era mi padre que no amaba a mi madre como el creía que la amaba y por eso eran las peleas, mi papa decía algo y mi mama otra, pero mi madre amaba a mi padre, corrección lo ama, por eso se mudó lejos de donde vivíamos.

Sin darme cuenta estaba llorando, recordar todas las peleas de mis padres y mis cortadas, dolía.

No me gusta que me vean llorar, odio que me vean llorar es como si me vieran débil y vulnerable y eso no me gustaba.

Llego mi madre y me monte en el auto, debía saber que estaba llorando porque mis ojos estaban hinchados y rojos

-¿Estas bien, cariño?-Me preguntó preocupada mientras pasaba una mano por mi cabeza

-Si... solo que me cayo arena en los ojos y se me pusieron los ojos así- le respondí pareciendo lo más creíble posible.

Llegamos a casa y fui a mi cuarto, me di una ducha larga y refrescante, cuando salí me puse unos pantalones cortos y una blusa ancha.

Fui bajando las escaleras para ir a la cocina y coger algo de comer.

-¿Qué tal el primer día de clases?-Me preguntó mi madre mientras veía su novela de las cinco, en la tele.

Ugh odio las novelas.

Excelente, magnifico, fue el día más perfecto de mi vida- respondí con sarcasmo, o sea ¿a quién le gusta ir a la escuela?

-Luna no empieces -Dijo rodando los ojos.

-Jajaja me fue bastante bien, ¿Hay algo de comer? Tengo hambreeeé-Dije alargando la mientras entraba a la cocina.

-Traje algo de McDonald's, está encima de la mesa del comedor-Asentí y me dirigí al comedor

Tome mi hamburguesa con mis papas y el refresco y mi mantecado de chocolate, amo todo lo que tenga chocolate, tome mi comida y me diriji a mi habitación.

-¡LUNA  DESPIERTA DE UNA PUTA VEZ QUE YA ES TARDE, JODER!-Escuchaba gritando mi madre mientras me arrebataba de un tiron mis sabanas y me prendia la luz de mi habitación.

-¡¡Aghhhhh MAMA!!-Mire mi despertador y eran las 7:30 y yo entraba a las 8:00, con razon mi madre estaba gritando, ¡¡Voy tarde!!

Me levanté de mi cama de un salto y me dirigi a el baño, me di una ducha rápida.

 Fui al armario y literalmente lo primero que vi me lo puse, unos shorts, una blusa transparente roja, un jacket color marrón, mi mochila marrón y una zapatillas.

Fui a la cocina y cogí un pan porque no tenía tiempo y fui corriendo al auto de mami que me estaba esperando dentro.

Me encuentro corriendo ya que no encuentro el dichoso salón de matemáticas y llego tarde, no digo que llegará treinta minutos tarde pero no me gusta llegar tarde.

Por fin encontre el salon, okey entra como si nada.

-Llegas siete minutos tarde señorita...-Hizo una mueca para que le dijera mi nombre o apellido.

-Valente.... Luna Valente.

-Muy buen señorita Valente, ¿Porque llegó tarde?-¿Y a este que le pasa? ¿Planea avergonzarme frente a todos? ¿Que le digo? 

-Umm... no encontraba el salon... lo lamento, no volverá a suceder-Le conteste con la cabeza baja, ya que todos estaban riendo.

-Eso espero... siéntate en un lugar vacío-Dicho eso se dio vuelta y volvió a la pizarra donde copiaba unos ejercicios.

Me gire y vi que los asientos eran de mesa, o sea que me tengo que sentar con alguien, genial hare mas amigos.

El único asiento que vi disponible fue al lado de un chico super guapo... Un momento, ¿Ese es Matteo? Fui hasta el asiento para verificar si era él y si, en efecto si era el, wow si que era guapo. 

Tenía pelo castaño oscuro y los ojos hipnotizantes mieles, tez blanca, Diosito es un príncipe, es perfecto.

-Disculpa, ¿Este asiento esta ocupado?-Pregunte timidamente, que raro que se siente solo, quiero decir todas las chicas hablan de el y bla bla bla y ¿Por que no se sientan con el?

Giró su cabeza hacia mi dirección y me miró a los ojos, me perdi fácilmente en sus ojos, son hermoso, puedo mirarlos todo el dia y no me canso.

De repente rompió el contacto visual para mirar hacia la pizarra.

Pero... no me contestó.

Bueno supongo que nadie se sentare aqui asi que me senti.

Puse mi mochila en la mesa y saqué mi cuaderno de mate para escribir lo que estaba en la pizarra, lo cual no veía bien lo que decía, ¡Mierda! Tendré que ponerme los anteojos, odio ponerme los anteojos me veo horrible, ¡¡Son gigantes!! Cuando era mas pequeña me molestaban por usar estos anteojos, me ponían apodos horribles y les cogi mania a los anteojos, desde ese año no volví a ponerme los espejuelos en un salón o en público. 

Mejor no me los pongo, disimulo que estoy escribiendo o algo, pero no quiero ponerme los anteojos.

La clase estaba siendo la más lenta de este día ya que Matteo no ha abierto la boca para nada, solo me mira de reojo algunas veces, me daba panico que me miraran. 

Digo, no me veo tan mal y tan fea para que me está mirando cada rato ni nada por el estilo y no estaba sucia de eso estaba segura. 

Así transcurrió la clase hasta que el se paro y salio del salon y segundos despues sono el timbre.

My Bad vampire boy (adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora