MATTEO.
-Crystal...
-¿Sorprendido?- dijo alzando una ceja y acercándose a mi.
-¿Que haces aqui?- dije confundido.
-No me ves hace ciento veinte años y lo primero que me dices es, ¿Que hago aquí?- dijo haciéndose la dolida.
-¿Que haces aquí?-Le repetí.
-Te extrañaba-Dijo poniendo sus manos en mi cuello, se que está mintiendo, a ella yo no le importo.
-Ambos sabemos que eso no es cierto- dije quitando sus manos de alrededor de mi cuello.
Ella rió cínicamente.
-Quería comprobar si aun me amabas-Hizo una pausa para acercarse a la ventana-Veo que esa... ¿Luna?... Si, Luna, te ha ayudado a olvidarme-Se volteo para verme.
-¿Que estas haciendo aqui?- dije haciendo caso omiso a lo que dijo antes.
-Eso querido, lo sabrás pronto-Dijo, se acerco a mi de forma vampírica para poder quedar muy cerca de mi-Pronto-Susurro muy cerca de mis labios para después desaparecer.
LUNA.
-Vaya, estas muy feliz-Me dijo mi madre, mientras conducía a la casa.
Yo rei.
-No lo se, tal vez ya me acostumbro a estar aquí- le dije con una sonrisa.
La verdad es que he estado con una sonrisa de idiota todo el dia, no dejo de pensar en Matteo y en ese beso...
-Me alegro escuchar eso-Mi madre aparcó enfrente de nuestra casa, y yo baje con mi mochila, mis carpetas y mi sudadera... Se podría decir que estaba hecha un lío.
-A ver, deja que te ayude cariño-Me dijo mi madre, antes de sostener mi mochila y mi sudadera y entrar a la casa.
-Mama, voy para mi habitación cualquier cosa me gritas-Le dije a mi madre subiendo las escaleras, abrí la puerta de mi habitación y deje mis cosas tiradas en el piso.
-Luna.
-¡AH! ¡Joder! Tienes que dejar de hacer eso, me puede dar un infarto-Le digo a Matteo quien está frente de la ventana con su mirada perdida, se nota preocupado, ay no, el beso...
-Lo siento-Yo asentí.
-Oye... respecto... a... el...beso umm, y a lo que dije...
-Tranquila, podremos hablar de eso más tarde-Sonríe de manera divertida, para luego cambiar su expresión a serio-Lo importante ahora es que Crystal está aqui-Me quede helada, estaba en shock, Crystal... habia regresado, ¿Por que ahora? No se por que pero me entro mucha curiosidad, quería poder verla en persona.
Quiero hacerle tantas preguntas, de por que me parezco a ella.
-¿Por que regreso?-Pregunté frunciendo el ceño.
-No lo se, no lo se, pero hay que andar con cuidado, creeme Crystal es una arpía-Note cierto asco en su voz y...¿Tristeza?-No tiene reglas, no le importa nada para obtener lo que quiere, y creo que esta aqui buscando algo pero no se que y no se para que-Paso sus manos por su pelo en señal de frustración.
-Tranquilo...-Le dije para tranquilizarlo un poco.
-¿Que me tranquilice?-Pregunto incrédulo-¡¡JODER LUNA, NO ME PUEDO TRANQUILIZAR NO SE SI QUIERE HACERTE DAÑO!!-Dijo acorralandome a la pared con sus manos a cada lado de mi cabeza dejándome sin salida.... Okey esto es raro e incómodo, pero estar tan cerca de el... Me gustaba.
Él estaba respirando entrecortadamente.
No apartamos la mirada del otro, él rompió el contacto visual para mirar mis labios por unos segundos, luego volvio a mirarme.
Esa fue mi perdición, no pude mas, lo agarre por el cuello, lo atraje hacia mi y lo bese.
El se sorprendió al principio pero se recupere rápido, y puso sus manos en mi cintura para acercarme mas a el... si eso era posible.
Después de un tiempo tuve que separarme ya que me faltaba el aire, abrí los ojos y vi a un Matteo sonriéndome de manera dulce y picara.
Estaba apunto de decirle algo cuando el me interrumpió.
-Me tengo que ir, no salgas de la casa sola-Me dijo, él vaciló un momento entre irse o quedarse, se iba a ir pero luego volteo para depositar un beso en mi frente y desaparecer dejando una ventisca de aire.
¿Por que siempre hace eso?
¿Por que siempre se va?
Puse mis ojos en blanco y entre al baño, ha sido un dia larguísimo.
MATTEO.
-¿¡Donde estabas!?-Me pregunto Melissa desesperada apenas cruzaba la puerta de la casa.
-Esta aqui-Le dije serio, ella me miro confusa-Crystal, esta aqui-Ella abrió los ojos como platos.
-Franco...-Llamo a mi padre aun mirándome, ellos saben lo que me hizo Crystal, tal vez piensen que me ire con ella o algo por el estilo, o que me pondré triste o depresivo y me iría a matar gente como la última vez, pero la verdad no me afecta mucho, esto me tiene cabreado para decir verdad.
-¿Qué pasa cariño?-Dijo entrando por la puerta de la cocina, Franco agarró por la cintura a Melissa y le dio un beso en la mejilla, ella le sonrió a medias-¿Que pasa?
-Crystal, regreso-Dije dándole la menor importancia mientras caminaba para el refrigerador buscando una bolsa de sangre, con todo esto me estoy frustrando, necesito comer.
Ya que Melissa era doctora y trabajaba en el hospital nos facilita obtener sangre sin tener que matar o lastimar a alguien.
-¿¡¿Como que Crystal regreso?!? ¿¡¿Donde la viste y cuando?!?-mi querida hermana siempre tan desesperante, rode los ojos y vació el contenido de la bolsa a un vaso de cristal.
-La vi a hace poco, cuando llegue a la casa percibí su olor y la muy... descarada estaba en mi habitación-Dije conteniendo la ira.
-¿Que quería? ¿Que te dijo?-Preguntó mi padre, todos nos fuimos a la sala, en la cual estaban Ramiro y Gaston jugando un videojuego.
-¿Que quería esa perra Matteo?-Pregunto Ramiro sin despegar su vista de la televisión, sonreí sin ganas.
-No lo se, me dijo que pronto lo sabré- dije bebiendo del vaso.
-Recuerda que es una arpía, siempre trabaja para su beneficio, y ella no se deja ver así porque si, si esta aqui, es por ella, esta buscando algo-Hablo Gaston por fin.
-Lo se, pero sabe lo de Luna, la mencionó en nuestra conversación, no puedo permitir que le haga daño-Sin darme cuenta rompí el vaso en mi mano haciéndolo añicos.
-¿Desde cuando te importa tanto Luna?-Dijo Ramiro con una sonrisa picara, yo solo rode los ojos mientras me paraba.
-Dios, ¡TE GUSTA LUNA!-Me acusa Ambar, señalandome con el dedo.
-No seas ridícula Ambar-Le digo para irme de allí.
-Matteo-Me llama Melissa-Cuida a Luna- yo asentí y me largue de allí.
QUE INTENSO...
YA SOMOS MAS DE 2K DE VISTAS EN LA NOVELA.
Y ESTAMOS EN #136 DE NOVELAS DE VAMPIROS GRACIAS!!