CAPITULO 37

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LUNA.

Prácticamente caminando a ciegas tratando de recordar el camino a casa. 

Caminando por un sendero abandonado, pisando las hojas secas y chocando con las ramas de los árboles, y cuando pude alzar la vista pude ver mi habitación, mi casa.

Me apresure a caminar más deprisa y darle la vuelta a la casa para poder llegar a la puerta principal.

Junte todo el valor que tenía dentro y toque el timbre, esperando que mi madre abriera la puerta.

Toque de nuevo el timbre y la puerta se abrió dejando ver a una confusa señora, mayor de treinta años, divorciada con pelo castaño rizado, delgada con una figura hermosa, ojos iguales a los mios y pestañas largas, nariz pequeña y cachetes enormes al igual que yo. 

raia su vestimenta de trabajo y se notaba el cansancio en sus ojos.

-¿En que la puedo ayudar?- y ahí fue donde rompí a llorar, ya no pude mas.

¿¡Que pretendía con venir aqui!?

¿Quebrarme mas de lo que ya estoy? ¿Seguirme lastimando con la idea de que no tendre mas a mi madre a mi lado? ¿Que no podre pasar mas tiempo con ella? ¿Que no podré compartir con ella en ocasiones especiales? ¿Que no pode verme madurar? ¿Que ya no podra darme consejos? ¿Que no me cuidara mas?

-¿Joven se encuentra bien?- pregunto con ese sentimiento de cariño y preocupacion que tanto extrañare.

-Para serte sincera, no-Hable con la voz quebrada por el llanto que no cesaba.

-Oh, cariño, ¿Que tienes? ¿Que paso?-¡¡;Dios!! ¡La extraño tantoo!

-Po... podria abrazarme, ¿Por favor?- dije atragantada por el llanto.

-Por supuesto que si, cariño.

Cuando sentí sus brazos rodearme, instantáneamente senti un calor tan maternal y una tristeza que inundo toda mi alma y corazon. 

Un sentimiento tan desgarrador que no puedo describir, este era el último abrazo que recibiría de mi madre, el último gesto de cariño, la ultima vez que sentiré su cariño, la ultima vez que la vere.

MATTEO.

Acabo de llegar a la casa, de cruzar la puerta principal y lo primero que note fue que Luna no estaba en la casa, no podía percibir su olor, lo cual bastó para que me alertara de sobremanera.

Al ver a Ambar  sentada tranquilamente comiendo en el sofá y viendo un programa estúpido de humanos llorando, me estresa más.

¿Como ella no se da de cuenta que falta alguien muy importante en esta casa?

-¿Donde ca...- me interrumpió.

-No hables sucio. Aprende a hablar educadamente, así Luna jamas se fijara en ti-Se atrevio a decir con una sonrisa burlona.

-¿Dónde esta Luna, Ambar?-Dije tratando de tranquilizarme e ignorar su comentario.

-Salió a dar un paseo-Dijo evitando mi mirada y volviendo a su comida y a su puto programa.

-Ámbar, ¿¡Estas consiente de lo peligroso que es que ella salga sola!?

-Matteo, necesita respirar, necesita tiempo. ¿Sabes todas las cosas que le pasaron y le estan por pasar? Su vida no es facil en este momento, necesita tiempo a solas- tiene que estar bromeando...

-¿Tiempo a solas? Eso es lo último que necesita en este momento, y me importa una mierda lo que necesite, no puede arriesgarse a que la maten de nuevo Ambar! ¿¡Es que no tiene capacidad mental!? ¡Mierda, Ambar!-Sali de la casa con un portazo que creo que con fuerza de la que se necesita y empeze a correr, a comenzar a buscarla.

My Bad vampire boy (adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora