MARATÓN 4/X 🎀
LUNA.
Aquí Estaba yo en la cima de la cascada, debatiendo si saltar es una buena idea ya que es mucha altura, sería una caída mortal y el pánico me está inundando.
-¿Vas a saltar o no?- me dijo Matteo quitandose la camisa.
Quitandose la camisa.
Quitándose la camisa.
Quitándose la camisa.
¡Oh my God!
Tengo que admitir que se ve... hermoso. Tiene los abs bien marcados y su espalda se ve mas ancha de lo normal, su pelo húmedo por las gotas que nos caen de cascada... se ve perfecto.
-Tengo miedo... quien nos asegura que no nos podemos matar cuando caigamos- le dije tratando de mantener mi vista en sus ojos lo cual me fue imposible.
-Nadie- yo lo mire con horror, el rie- tranquila no voy a dejar que te pase nada- si que se ve bien, el de la nada se rie- se que me veo bien pero podrías dejar de mirarme como si me fueras a violar-río, yo reí nerviosa- ahora, ¿Piensas tirarte con la ropa puesta?
-No tengo bañador- le respondi con obviedad.
-No lo necesitas, solo quítate la blusa.
-¿¡Quieres que me quede en ropa interior delante de ti!?- él se encogió de hombros.
-No me importaria- dijo riendose, le pegue en el hombro y el rio más, su risa era contagiosa y hermosa, el casi nunca reia de verdad así que era algo raro.
En un lado no quería arruinar esta blusa, era nueva me la habia regalado Yam, y me gustaba, aunque fuera sencilla.
Pero por otro lado no quería quitarla, no tenía bañador solo mi ropa interior, aunque solo fuera la blusa... ugh, espero tomar la decision correcta.
Tome los bordes de la blusa, los subi por mi cuello y la quite, mire a Matteo que lucia sorprendido y atontado, primero me miro de arriba abajo y luego su vista fue a mi cuello que estaba al descubierto ahora ya que tenia coleta alta.
El aparto su mirada rápidamente.
-Suelta la coleta- dijo con voz ronca, él tenía la mirada en otro lado, tenía los ojos cerrados. Yo supuse lo que le pasaba, y rapidamente me soltó la coleta.
Parecia aliviado, un poco.
-Ven vamos a arrojarnos.
-No- dije retrocediendo. El revolvió los ojos riendo y en un segundo me vi en ganchada a su hombro.
-¡¡Suéltame!! ¡¡Matteo nos vamos a matar!!- grite desesperada pero fue en vano, sentí como brinco y como parecia que estábamos volando.
***
Ya habia pasado un buen rato desde que llegamos aqui.
Debo admitir que me la he pasado muy bien con Matteo, aun con sus sarcasmos, cambios de humor, a veces puede ser muy divertido.
Estuvimos jugando en el agua, y trepamos en los árboles, bueno el lo hizo yo solo me trepe en su espalda.
Ahora estábamos acostados en el pasto mirando las nubes.
-Oye- le llamó, él hizo un sonido con la garganta para indicar que estaba escuchando, ya que tenía los ojos cerrados-¿Eres inmortal?... qui... quiero decir, ¿Nada te lastima?-pregunte timida.
-Bueno... la madera es lo único que me puede dañar, balas de madera y estacas-Me contesto, estábamos muy cerca, chocabamos el uno con el otro.
-¿Y la plata?- el rio.
-Eso es cosa de perros.
-¿Perros?- pregunté incrédula.
-Licantropos, perros pulgosos, sucios- dijo con asco, y esto comprobaba que los licántropos también existían y la leyenda de que vampiros y lobos no se llevan bien es verdad. Respire hondo.
-Hoy a sido un buen dia- dije con sinceridad, él abrió los ojos y se puso de lado para poder mirarme mejor y apoyó su cabeza en su mano y con la otra puso un mechón de mi pelo detrás de mi oreja, acto seguido, yo sonrojada.
-Lo mismo digo- me dijo, se acerco a mi y me beso, de esos besos suaves que el solo los puede dar. Luego se separó e hizo que me recostara en su pecho.
Mi corazon no podia estar mas acelerado, estos son los momentos que nunca podre olvidar, en los que me encanta estar.
Los que quiero vivir.
En los que me hacen querer más a Matteo, en los que puedo ver un lado dulce y lindo de Josh.
-Tranquilizate, parece que tu corazón se va a salir-Río Matteo, yo me sonroje y reí avergonzada.
Ya era de noche, y Matteo me estaba llevando a casa, el camino fue silencio, pero no incomodo, todo lo contrario.
Hoy habia sido un dia magnifico.
Mi primera cita con Matteo.
De solo pensarlo se me forma una sonrisa.
Ya habiamos llegado a mi casa y denuevo ese momento incomodo de no saber cómo despedirme.
Pero en mi caso yo no queria despedirme, no queria que este dia se acabase.
-Buenas noches-Fue lo único que dije, iba a abrir la puerta pero Matteo me sostuvo del brazo y me detuvo.
-No más citas con nadie que no sea yo-Me advirtio, refiriendose a Mariano.
Luego dejo un pequeño beso en mis labios para susurrar cerca de ellos-Buenas noches.