CAPÍTULO 30

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MATTEO.

-Seas tan cruel, hijo-Me dijo mi padre, yo solo me reí, ¿Cruel? ¿Yo? soy mucho peor...

Baje las escaleras para ir al sótano, ya que mi invitado estaba alli.

-Ambar quítate- le dije cuando la vi parada cruzada de brazos frente a la puerta del sótano.

-Eres un maldito sicopata y abusivo, siempre tienes que estar haciendo esto? No tienes que hacer esto-Ya empezamos... Ambar es de esas personas que están en contra del abuso, maltrato o matanza, claro cuando es necesario si lo entiende, pero no se porque dice eso ahora, ¡Esto es necesario!

-Ambar quítate- repeti.

-No, no tienes que hacer esto, ¿Por que no puedes hablar como personas civilizadas con las personas?

-Porque no somos personas Ambar, somos monstruos, somos criaturas violentas y sedientas de sangre por eso, ahora lárgate-La jale del brazo y bruscamente la movi.

Abri la puerta que daba para el sótano y baje las escaleras, encontrandome con el tipejo ese colgando de las cadenas de plata-Algo letal para nosotros-Como un saco.

-Por fin llegas, quiero ir al baño- dijo Ramiro, después de eso desaparecio.

-Bueno- alargue, acercandome a el lentamente, este tenia una cara de dolor ya que la plata nos quema-¿Como has estado?- le pregunte amablemente con una sonrisa.

-Mu..y... bien- pobrecito, esta cansado.

-Como estas, bien me diras donde encontrar lo que busco-Afirme.

-No- conteste, yo suspiré negando con la cabeza.

Tome la escoba que estaba apoyada en la escaleras y la parte, solo dejando la madera. Me acerque a él lentamente, con la madera en mis manos haciendo un poco filosa.

-Te lo preguntare otra vez, ¿Donde esta Crystal?

-No te dire- hice un ruido de desaprobacion.

-Respuesta incorrecta-Le clave la larga estaca que habia hecho en el estómago, a lo cual el grite de dolor con todas sus fuerzas. 

 Sonreí, me encanta ese sonido. 

Asi como estaba el palo de madera dentro de su abdomen lo revolví y el saco otro grito profundo desde su garganta.

-Creo que me voy a divertir...

LUNA.

Ya no se cuantas horas han pasado desde que supe que voy a morir, he estado encerrada en este sótano desde que Crystal y Flor vinieron, luego me volvieron a encerrar.

No me siento mal, la muerte nos llega a todos, tarde o temprano, pero jamás pensé que la mia fuera de esta manera.

Jamás pensé ser lo que... soy... una doble. Morir a consecuencia de eso.

No me importa lo que pase conmigo, si asi dejan en paz a los que quiero... si asi ya no causará problemas a nadie... 

No estoy diciendo que no esté muerta de miedo, porque si lo estoy, nadie está preparado para morir.

Pero si lo acepto...

-Levántate, nos vamos- hablo Sarah entrando por la puerta.

Yo solo respire hondo para tranquilizarme y finalmente me levanté del suelo y ella me agarra del brazo para sacarme a rastras del lugar de donde estaba.

Luego de que me arrastrara por toda la casa finalmente me llevaron atras de la casa donde había un auto en el cual Sarah me arroje a los asientos traseros, yo trate de abrir la otra puerta para ver si tenía oportunidad de escapar pero estaba cerrada.

Qué idea estúpida, ¿Escapar? No es un opción, aunque esa puerta estuviera abierta, ellas me atraparan en menos de un segundo. 

Malditos vampiros. 

Ya no hay escapatoria, ya no hay nadie que me salve... este es mi fin, mi final, mi muerte.

MATTEO.

-¿Cuánto vas a soportar por Crystal?- pregunte mientras jugaba con mi nuevo juguete, una estaca de plata, y la punta se veía roja debido a el calor que tenía por haberla calentado en fuego, esto le va a doler. 

Lo atravesé con la plata, rozando el corazón. 

El pobre ya no tenia fuerzas ni para gritar, solo hace muecas de dolor... sonrei-Sabes, me estoy enojando- dije sacandole la estaca-Solo tienes que decirme dónde están y te liberare-El parecía que iba a decir algo pero no dijo nada. 

Suspire y le lanze una estaca de madera en su pierna derecha a lo cual el hizo un sonido con su garganta del dolor.

-¿Tan dificil es decirme lo que quiero?- pregunte con incredulidad.

-C...cre..o- ya casi no podia ni hablar, pobre- que... ya tie...nen que estar ha..ciendo el he...chizo.... no..la vas... a po...der ..salvar...- le arroje otra estaca de madera en su pierna izquierda. Dolor...

-Primero, ¿Que hechizo? Y segundo- respire hondo-¿Donde mierda estan?!?-Ya me estaba saliendo de si.

-Al...norte... del la...go... un... cam...po ab..ierto.

-¿Tan difícil era decir eso desde el principio?-Por fin, pensaba que nunca iba a decir nada, espero que el imbecil no tenga razón y a Luna no le haya pasado nada, si le pasa algo...

-Li..be..ra..me...- rei.

-¿Sabes? voy a hacer algo más que solo liberarte, voy a liberarte de esta vida tan mierda que te espera, voy a liberarte de Crystal, voy a liberarte de la miseria de ser tu-El como pudo levantó su cabeza y me miro horrorizado.

Me acerque a él con la estaca de plata, lo mire a los ojos y le clavé la estaca en el corazón.

-Nos vemos en el infierno- le dije antes de dejar su cuerpo sin una pizca de vida y subir escaleras arriba.

-Ya se donde tenemos que ir, tenemos que darnos prisa-Les dije a todos cuando llegue a la sala donde estaban.

LUNA.

Ya llevábamos cerca de cuarenta minutos desde que nos adentramos al bosque.

La que conducia era Sarah y Crystal iba de copiloto limandose las uñas, Flor estaba a mi lado mirando un libro grande y viejo con cosas raras, de vez en cuando ella me miraba con una sonrisa triste y disculpandose con la mirada, yo solo le sonreía.

Ahora estaba mirando por la ventana del auto. 

Pensado en todo lo que he hecho en mi vida, lo que he pasado, las personas que he querido, y me he dado cuenta que no he hecho nada de lo que quería hacer en mi vida, siempre dije que iba a vivir aventuras, que iba a ir a fiestas, que iba a estudiar en la universidad, iba a casarme, iba a tener hijos, jugar con mis nietos, ni siquiera he podido ir a la playa sin que me están secuestrando.

No pude ver a mi padre... no pude despedirme de mi madre... no pude despedirme de mis amigos... no pude despedirme de Matteo.

Unas lagrimas de tristeza pura brotaron de mis ojos.

-Agh, por fin llegamos, odio viajar en auto- dijo Sarah.

Tan rápido como pude me limpie las lagrimas, y baje del auto.

Estábamos en medio de la nada, con bastante espacio despejado, con árboles alrededor, el sol se dejaba ver arriba de nosotros.

Es un buen lugar para morir.

-Bien, empecemos- dijo Flor.

My Bad vampire boy (adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora