— ¿Hablas en serio?
Debía preguntarlo. El chico no parecía bromear en lo absoluto y el silencio era demasiado incómodo para soportarlo un segundo más.
— ¿Es malo? —la miró a los ojos, asustado; temiendo la respuesta. Todo lo referente a "afuera" le causaba un poco de terror.
—Bueno, no... —desvió la mirada, sin saber cómo responderle. Se rascó la nuca, revolviendo un poco sus cabellos de ahí— Sólo es algo sorprendente, Channie... —miró las puntas de su cabello nerviosa, estirándolas entre sus dedos.
Chanshik sólo se concentró en el sonido de esa abreviación de su nombre en aquellos labios, aquella voz.
La castaña quería preguntar de nuevo si todo era cierto, pero el pelinegro tampoco parecía de esos chicos que mentían. No había algún indicio de que lo hiciera, se veía muy seguro al hablar.
—Te ves incomoda ¿Es mi culpa, cierto? —______ abrió más los ojos, negando repetidas veces mientras le veía. No quería hacer sentir mal a ese chico, aunque parecía que se empeñaba en hacerlo.
—Eres un caso peculiar, GongChan. Sólo eso. Quizá aún te falta mucho por vivir ¿Cuántos años tienes? ¿Trece?
La idea era coherente, seguro ese atractivo chico apenas estaba empezando la adolescencia. No le sorprendía si lo pensaba bien, todos los niños crecían demasiado rápido a esa edad y después de todo, un joven tan guapo no podía ser casualmente de sus años. Que decepción.
Sin embargo, el chico de ojos oscuros negó con la cabeza y volvió a mirar hacia abajo.
—Tengo 23 años. Y más que peculiar debe resultar extraño, un fenómeno para ti ¿cierto?
Existen historias sobre eso, las había leído, y GongChan no se sentía especialmente mejor que Quasimodo o cualquier otro personaje confinado en una habitación. Debía creer que lo ocultaban por algo.
______ se paralizó. No sabía hacia dónde conducía aquella conversación, pero tampoco era su objetivo denigrar al amable chico.
—Oh —su boca se abrió para decir algo más, para refutar algo, y sólo salió esa mofa expresión.
—Lo lamento... —de nuevo parecía apaleado y ¡Dios! ______ se sentía demasiado cruel.
—Oh, no, no —negó con una palma extendida, llamando su atención por cuenta nueva— ¿Puedo preguntar por qué no has salido de tu casa en todo este tiempo?
—No. No realmente —él se encogió de hombros con simpleza, callando a _____ de una forma, que ni ella misma entendió.
—Que directo —una sonrisa se formó en sus labios sin poder evitarlo y el chico pareció contagiarse de ella—. Bien, de acuerdo... —entendió perfectamente y prefirió ver lo gracioso de ello— entonces ¿Cómo es que te diviertes en este lugar? —contempló el entorno rápidamente, negando divertida con la cabeza al pensar la respuesta—. No lo digas, lo sé... ¡Lo tienes todo! —un ligero tono de envidia fingida hizo sonreír al más alto.
Pronto ______ se levantó de la cama con curiosidad y se dio el permiso de observar las cosas más de cerca, inspeccionando toda la habitación. GongChan la siguió, sintiéndose halagado con cada cumplido o comentario impresionado que la chica hacía respecto a sus cosas. Sus labios se curvaban inercialmente, era agradable que la pequeña en estatura supiera y reconociera muchas de sus colecciones.
—¡Increíble! ¡Tienes todos los juegos de pokemon! —sacó los estuches con impresión de la estantería, tocándolos como si de un verdadero tesoro se tratara— ¡Guau! ¡Guau! ¡Guau! ¿Qué es esto? —otra cosa en el mismo mueble llamó su atención— ¿Tienes hasta Little Big Planet?
Era como una niña pequeña en medio de una juguetería enorme, más que eso, de toda una tienda de videojuegos que sus padres no le dejaban tener.
— ¿Los has jugado? ¿Te gustan los videojuegos?
—Por supuesto. Son buenos juegos multijugador... Mis padres realmente no me dejan comprar muchos y estos son los que normalmente juego con mis amigos
JinYoung llevaba a veces algunos estuches debajo de su sudadera para prestárselos pero ______ siempre disfrutaba mucho más los que podía jugar con ellos. A veces quería jugar con su hermana, sin embargo, AhYoung sólo le veía como si todo fuese lo más infame del mundo
— ¡¿Podemos jugar uno?! —le extendió los juegos frente a su pecho mientras le regalaba esa mirada esperanzada que GongChan debía aprender a soportar.
—C-claro, puedes encender la consola. Está... —y antes de que siquiera pudiera completar la oración, la chica ya había saltado de emoción y había corrido hasta donde vio la consola.
Acomodó unos enormes cojines frente al televisor y emocionada colocó el juego dentro de la PS para reproducirlo. Chanshik se rió de la pequeña, sentándose en el cojín adyacente.
Basta, no están tan cerca... sin embargo, a medida que jugaban y competían, las expresiones de la chica le impedían concentrarse en la pantalla.
Su bonito cuerpo, su suave cabello y su aterciopelada piel. Gongchan fue capaz de ver todo eso mientras ______ no era completamente consciente del diminuto contacto que tenían por estar moviéndose entre emociones y gritos, en cambio él sólo se paralizaba completo cuando ésto ocurría.
—Bebé ¿Qué son esos sonidos?
Y el miedo que esa voz provocaba, los hizo congelarse en sus asientos.
Se miraron, los ojos abiertos a tope, escuchando los golpes en la madera como en una película de terror y el chico estuvo tan cerca de paniquearse otra vez.
—No, no... —susurró ______ tomándole con suavidad por una mejilla para evitarlo. Chanshik se heló ante el toque— Todo está bien, Channie... todo está bien. Mírame ¿sí? —pidió ella.
Era obvio que estaba igual o más asustada que el chico y no entendía la razón. El pelinegro no quería que se encontrara con aquella señora y por tanto debía huir cuanto antes, no obstante no podía dejarlo así
—Regresaré ¿de acuerdo?... Eres un chico estupendo. No pienses que no es así...
El más alto sostuvo su pequeña mano sobre su mejilla y la atesoró cerrando los ojos, inclinándose un poco hacia ella. Se sentía tan tranquilo cuando lo trataba así. Asintió lentamente.
A pesar de ello, cuando abrió los ojos, se halló con que ambos estaban más cerca de la ventana.
Y si al menos hubiese sido un poco más valiente... la distancia entre sus rostros hubiese sido eliminada para juntar sus labios, segundos antes de que la chica saliera por el balcón.
______ se preparó mentalmente para descender por el gran muro y afrontar las consecuencias de sus actos en casa.
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My Cute Secret Boy -GongChan- B1A4
FanfictionEs un secreto, nadie puede saberlo. Es demasiado lindo, adorable y sobre todo inocente... como un cachorro. ¿Un chico así? No es real, ya no existen. Yo lo pensaba -como la mayoría-, hasta que lo encontré... ♡ Gongchan & you~ (Brooklyn) ♡ Heterose...