My Cute Secret Boy -GongChan- B1A4

Capítulo 18... GongChan...

—Ya, tranquila —JinYoung le acarició el cabello por centésima vez para que dejara de sollozar y temblar en sus brazos

— ¿Quieres que le hable a tus padres? —cuestionó Mark, aún preocupado y permaneciendo a su lado.

—No. Es su noche a solas... está bien —se alejó de su amigo lentamente y sorbió la nariz.

Observó entonces la enorme mancha de lágrimas que dejó en la ropa de su mejor amigo e intentó limpiarla de manera inútil e infantil.

—Estoy bien. Déjalo —la detuvo con una sonrisa separando esas manos de su pecho.

Poco después, ambos chicos la hicieron sentarse en uno de los taburetes de la cocina para que les contara todo.

[***]

Por su parte, AhYoung al igual que sus amigas, se quedaron bastante impresionadas por la acción del chico; no obstante, ella no correspondió al beso que el extraño le dio.

— ¡Brook, yo...! yo no-... —el pelinegro nervioso retrocedió mientras sus mejillas se teñían de rojo cada vez más—. No sé que...

No sabía que había sido éso o de dónde sacó el coraje para hacerlo. No es que en la vida no haya visto un beso o leído sobre ellos, aunque el mínimo contacto físico con una chica, le ponía en exceso nervioso y le asustaba.

Todo lo que sintió en un instante, rebasó el límite.

—No, no. Tranquilo, cariño —la chica se acercó con una sonrisa, tomándole de un brazo y al mismo tiempo depositando una mano sobre su mejilla—. Está bien.

«¿Que si lo estaba?» El beso había sido muy dulce y no sabía la causa: si porque el chico era bueno besando o porque la sensación de robárselo a su hermana se sentía mejor

—Vamos, relájate un poco...

[***]

—Debes relajarte, ya estás en casa y estás en medio de una fiesta... —sentando frente a ella, intentaba hacerle pasar el mal trago con otro lleno de alcohol que le sirvió Mark antes de irse de la cocina.

—Me duele la cabeza —rechazó el vaso.

—Lo siento mucho —ella frunció el ceño y le miró curiosa, el trago había sido amable, no había nada malo con tal acción—. No debí dejarte sola —suspiró—. No está funcionando como esperaba.

Brooklyn comprendió aquello y aunque al principio estaba molesta con ambos chicos, ahora, después de lo que pasó, no parecía coherente seguir enojada; pero antes de que siquiera contestara, alguien se le adelantó a hacerlo.

—Oh, claro que no —una molesta voz los hizo mirar a ambos en su dirección—. Si estuviera funcionando, AhYoung no se estaría besando con ese otro chico a la vista de todos...

Serri era otra amiga de su gemela; sin embargo, tenía una curiosa personalidad, que parecía que también les ayudaba a ellos. Bueno, no todo el tiempo. Era extraña, de eso no había duda.

JinYoung se quiso levantar de inmediato, pero Brook se apresuró a detenerlo por un brazo:— No creo que sea buena idea ver eso.

Sí, no quería ver a su amigo herido por su estúpida hermana. Deseaba protegerlo.

—Creo que ese hecho también podría afectarte a ti —dijo la chica, antes de separarse de la pared donde estaba apoyada, saliendo de la cocina de regreso a la fiesta.

Normalmente, nunca se veía involucrada en las cosas de AhYoung. De hecho, mientras más lejos permaneciera de ella y de sus fastidiosas amigas, mucho mejor.

No era secreto que AhYoung si se involucrara en sus asuntos y recibiera más castigos de los que merecía por su culpa, aunque dada la impaciencia de su amigo y las palabras de aquella chica, se quedó pensando.

—Vamos —le incitó el delgado. Ella negó con la cabeza resistiendo la tentación de salir de la habitación.

Fue una curiosa melena negra pasando justo por ahí, lo que la confundió.

No podía alucinar en ese momento con ese chico. No con ese cabello suave que apenas tocó, cuando el joven se golpeó torpemente en la cabeza. Él debía estar en su casa durmiendo, como el buen niño que era; no en la suya, a mitad de una fiesta, tomado de la mano de su gemela.

—Espera un momento —Brook se levantó de un salto, yendo a la sala donde el bullicio se estaba reuniendo, JinYoung la siguió.

No desconfiaba del niño bonito escondido en aquel balcón, si no de su hermana y las estúpidas acciones que hacía en su contra. Las palabras de Serri sólo le causaron una enorme curiosidad por el acompañante de AhYoung

¿Por qué le importaba? ¿Por qué aquella espalda se parecía tanto a la de su "Pretty Rapunzel"?

No supo con exactitud quien salió más herido ante aquella imagen; si ella al darse cuenta de que su gemela besaba al "cachorro" o su mejor amigo, presenciando como su amor platónico jamás le haría caso.