My Cute Secret Boy -GongChan- B1A4

Capítulo 10... GongChan...

-Vaya Brook, así eres idéntica a tu hermana.

Aquel comentario burlón provino de SunWoo, cuando vio a su amiga con el nuevo uniforme escolar.

- ¡Cállate, Baro! ¡Que asco! -expresó con repudio en cuanto los alcanzó, pues los chicos la esperaban al final de la calle para ir juntos al instituto.

-Sí, Baro que asco que Brooklyn se parezca a su hermana. AhYoung es más bonita.

JinYoung se ganó un golpe en el brazo.

¿Qué más podía hacer? Su amigo estaba enamorado de su gemela y la simple idea, era difícil de asimilar.

-Gran inicio de clases... -bufó Brook.

La espinita y la pequeña esperanza de que se encontrara al misterioso chico en el colegio la mantuvo despierta toda la noche.

[***]

Ya habían pasado un par de días, casi una semana, desde que la chica se presentó en su habitación y no había vuelto.

Ella le dijo que lo haría pronto y le dejó sin saber cuánto tiempo era eso. Incluso dejaba la ventana abierta desde la mañana hasta la hora de irse a dormir, por si quería escabullirse  con más facilidad. Se preparó física y mentalmente para recibirla, haciendo más ejercicio para no entrar en pánico cuando ella llegara y sufriera esa alteración a su delicado corazón. Nunca ocurrió.

Cada día que pasaba parecía una tortura y se sentía tan perdido por haber dejado que algo así le afectara tanto. Ella era lo más bello que hubiese visto en la vida... quizá por eso seguía tan aferrado a la idea de que al menos una vez más, le visitara.

[***]

Sus clases, aburridas. Sus profesores, aburridos. El reloj, marcaba el tiempo tan lento... y la hora del almuerzo una total desilusión.

Se había pasado todo el descanso buscando a tal chico en todos los salones, en todo el campus, en todos los rincones en los que pensó. Había tomado del hombro a varios chicos y los había encarado a la fuerza, buscando el rostro tan peculiar en aquellos de espalda similar. Ninguno era GongChan.

Refunfuñó molesta, revolviendo más su despeinado cabello. Y decía despeinado porque aunque no era tan rebelde, a comparación de AhYoung. El suyo se veía un poco menos planchado, arreglado y sumamente cuidado.

-Argh... -gruñó dejándose caer bajo la sombra de un árbol, estaba agotada.

-Mira, el mellizo de AhYoung -_ inevitablemente crispó los ojos cuando escuchó aquel comentario tan tonto de aquella voz chillona.

Las amigas de AhYoung eran todo un caso pero justo GaEun era la misma niña de ballet que le robó a su hermana desde hace muchos años.

- ¿Apoco a los chicos se les permite usar faldas en la institución? -la inigualable Viki era el séquito perfecto de Jiyul. Claro, junto con GaEun y las otras, quién ahora reía tontamente.

- ¡Sorprendente! -alardeó GaEun, haciéndole rodar los ojos.

-A mí me sorprende que alguna de ustedes no esté sobre las piernas de algún chico a esta hora ¿Qué ocurrió? ¿Se les acabaron los chicos o ellos ya se dieron cuenta de lo demasiado fáciles que son para al menos buscarlas?

Las tres chicas se quedaron boquiabiertas y seguro una de ellas iba a responderle algo grosero, pero agradeció infinitamente cuando Baro gritó su nombre desde la cancha de baloncesto para salvarla.

-Si me permiten... -se levantó con aplomo y caminó a lado de ellas con toda la dignidad que poseía

-AhYoung te odia... por eso nos prefiere a nosotras.