— ¿Qué...? —masculló incrédula, sintiendo sus mejillas arder.
¡Oh, no! Lo había dicho en voz alta. No debía decirlo en voz alta ¡¿Cómo pudo decirle eso a la chica?! ¿La asustó? ¡Qué vergüenza!
Le miró con nerviosismo, incapaz de pronunciar siquiera una palabra.
—Oh, no. No. Está bien —por supuesto que lo estaba.
¿Quién se molestaría cuando un chico lindo te dice que eres hermosa? Aunque fue precisamente la expresión del chico lo que hizo que sintiera la necesidad de aclararlo.
Eso había sido inesperadamente... Tierno.
— ¡Channie, ven a despedirte de mamá! —un grito inesperado, proveniente de la planta baja, le interrumpió antes de que siquiera pudiera explicarle.
Los ojos del chico se crisparon ante aquel grito dirigiéndose a la puerta para después a la chica, así en varias ocasiones, con total preocupación.
¡No!, ¡Su madre seguía en casa!... ¿Cómo pudo olvidar algo así?
Diablos, si su madre se enteraba que mantenía a alguien en su habitación seguro explotaría como un volcán, pero no quería ni imaginar la situación si supiera que realmente se trataba de una chica.
No, no podía arriesgarse, no quería. Incluso cuando su madre era la única mujer que conocía, nunca pudo imaginarse que una chica pudiese ser tan bella y atractiva, perfecta... hasta que la conoció a ella.
En definitiva no iba a dejar que su madre se enterara.
— ¡Channie! —la voz chillona se oyó más cerca. Oh, no...
—Debes ir —expresó la joven al verle en ese estado. Él la miró, tragando saliva sonoramente, pues el nerviosismo de ahora le permitía verle directo a los ojos—. Yo... también debo irme...
No. No deseaba eso.
Mas el crujir de los escalones ante alguna clase de tacones se volvió demasiado atemorizante.
¿Qué debía hacer?
—Ve ahora —le indicó ella, corriendo por sus zapatos deportivos acomodados sutilmente a un lado de la cama.
Que bonito gesto, pensó.
Se los colocó de pie con mucho esfuerzo, llevando un estorboso mechón de cabello detrás de su oreja mostrándole así, de manera inconsciente su bonito perfil al pelinegro.
—Pero si me voy, tú también te irás...
Habló de pronto, deteniéndola.
No quería que eso ocurriera, no así... tan pronto.
Ella lo miró, atónita, era como si estuviese abandonando a un niño. Tan adorable.
No, no, no había tiempo, era obvio que no debía estar ahí. Negó con la cabeza y decidió continuar con la búsqueda de sus cosas.
— ¡¿Mi teléfono móvil?! —se paniqueó alzando la voz, arrepintiéndose enseguida.
Se cubrió la boca con ambas manos, revolviendo el estómago de Chanshik por tan considerada y hermosa acción de mantenerse en secreto. Le señaló la mesa de noche, donde estaba dicho aparato. Ella corrió hasta ahí. 30 llamadas perdidas
— ¡Diablos! —masculló preocupada.
— ¿Ocurrió algo? —cuestionó, aún tímido, dudoso de si debía acercarse.
Brooklyn se crispó y giró a verlo. Negó con las manos no dejándolo moverse más.
Un par de golpes sutiles se escucharon en la puerta...
— Channie, mi vida ¿Estás despierto?
Ambos abrieron los ojos a tope y temblando. Brook optó por correr hacia el balcón de la habitación, por donde había entrado anteriormente.
— ¿Te irás? —cuestionó en un tono que consiguió estrujarle el corazón. Asintió— ¿Volveré a verte?...
Pues si no conseguía un castigo de por vida, tal vez podría salir de casa y quizá buscarlo.
—No lo sé...
La perilla de la puerta se movió congelándolos a ambos. Así que antes de que su madre abriera, Chanshik salió a despedirla en el pasillo y Brooklyn brincó por el balcón para regresar a casa.
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My Cute Secret Boy -GongChan- B1A4
FanfictionEs un secreto, nadie puede saberlo. Es demasiado lindo, adorable y sobre todo inocente... como un cachorro. ¿Un chico así? No es real, ya no existen. Yo lo pensaba -como la mayoría-, hasta que lo encontré... ♡ Gongchan & you~ (Brooklyn) ♡ Heterose...