Capítulo 19... GongChan...

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—GongChan... —las palabras salieron de su boca de manera inercial.

¿Cómo podía hablar si le estaba besando?

AhYoung fue la primera que se separó del beso, sorprendida de escuchar a su hermana. Asustada por su posible reacción, la miró por encima del hombro del chico.

¿Cómo demonios se enteró tan rápido?

GongChan se sintió confundido cuando descubrió a otra persona idéntica al ángel que entraba todas las tardes por su balcón.

Lucía tan linda como ella, vestía igual a ella... ¡No, espera!

Algo andaba mal ahí.

La chica que estaba lejos era su verdadero ángel y la que estaba frente a él, una persona totalmente diferente.

Lucían tan similares ¿Por qué? ¡¿Qué diablos ocurría entonces?!

Algo se rompió dentro de Brooklyn y dolida supo que no tenía nada más que hacer ahí.

No contaba con que su mejor amigo la detuviera en un arrebato de furia. Brooklyn abrió los ojos a tope ante tal acción. 

JinYoung se sentía igual de lastimado que ella, lo notaba en sus orbes; incluso un poco más. Tenía una expresión sombría como respuesta al dolor. Un grito silencioso. Un brusco agarre para pedir auxilio. Parecía no desear ser el único que sufría en la habitación. Inconsciente y egoístamente, mantendría a su amiga atada, a su lado, aún cuando esta quería librarse del agarre y salir huyendo.

— ¡Basta JinYoung, te estás haciendo daño!

No, no se equivocó al decir quién estaba sufriendo, a pesar de que su piel enrojecía bajo sus dedos. Su mejor amigo de verdad se estaba clavando la daga más profundo.

El alto reaccionó y la dejó ir.

La vio escabullirse rápidamente entre la multitud, a sabiendas de que al mantenerla frente aquella imagen cayeron demasiadas lágrimas por sus suaves mejillas.

— ¡Eres un imbécil!... —le bramó con furia al cachorro, tomándolo por sorpresa de la camiseta— ¡Sé que AhYoung es la peor chica que puede existir! —Sí, le costaba admitirlo, aunque así era— pero ella... ella maldito... confiaba en ti —le sacudió con fuerza. Dolía, todo dolía; no obstante, Brooklyn no merecía esa clase de dolor— ¡Me hizo creer que eras un buen sujeto! ¡Creí que sabías lo especial que es ella! ¡Era diferente contigo!

Un puño muy fuerte derribó a Chanshik tan rápido que no pudo asimilar bien todas esas palabras, esas expresiones y ese lindo ángel huyendo. Quedó con un dolor terrible en la cara, aunque era lo que menos le importaba.

Aun no terminaba de comprender... y Brooklyn, su pequeña castaña, corrió tan de repente que... ¿Qué estaba pasando? ¿Qué estaba haciendo ahí? ¿Eso era real o un sueño?

Con la nariz sangrando, se levantó. JinYoung se puso a la defensiva para regresar cualquier golpe en potencia. Nada pasó... el chico siguió de largo en busca de su pequeña...

[***]

Brooklyn salió al jardín en busca de aire, debía eliminar esas molestas lágrimas antes de que la hicieran sentir peor.

¡Que tonta!

Miles de ideas pasaron por su cabeza al imaginar una razón. La más aceptada de todas, era que se trataba de un  plan de AhYoung y había caído en su broma por completo.

Se dejó vencer a la mitad del césped, cerca de los juegos infantiles que fueron instalados para ambas, cuando aún jugaban juntas. Hace mucho, demasiado tiempo.

Ahora le daba igual las personas que la observaban fijamente en aquella horrible fiesta; era su casa también y ella podía sentarse en donde quisiera, a sorber la nariz de manera sonora si eso deseaba.

¿Por qué se sentía así? ¿Realmente dejó que ese chico se volviera especial tan pronto?... ¿Fue la careta de cachorro o su farsa de chico amable, lo que hizo que se preocupara por él?...

Se odiaba tanto por haberle seguido el juego ¿En qué estaba pensando? ¿No fue muy obvio? Siempre era así con los chicos, todos decían que AhYoung era más linda aunque en facciones eran idénticas. AhYoung la femenina, era mejor con las citas e incluso más querida por sus padres.

— ¿Brooklyn? ¿Estás bien? —una voz reconocible...

La voz de un chico, ese chico... Levantó la mirada rápidamente.

— ¿DongWoo? —sonrió apenas al notarlo.

Olvidó por completo que estaría ahí...

Se sonrojó de sobremanera sin poder evitarlo, cuando este caballeroso sujeto la ayudó a levantarse y sentarse en un columpio para mayor comodidad.

— ¿Sucedió algo allá adentro? La gente comenta algo sobre tú y JinYoung —se puso de cuclillas frente a ella, preocupado por las lágrimas sobre su piel— ¿Pelearon? ¿Te hizo daño?

Todo lo contrario —quiso responder, pero no pudo hablar.

Se limitó a negar con la cabeza, inclinándola con tristeza. Contempló así, que sus palmas eran sujetadas por las ajenas. Eran tan cálidas.

Por alguna razón, se sentía responsable del daño que sufrió JinYoung. Se sentía culpable de todo lo que su amigo sufría por su hermana gemela; desde que se enteró que estaba enamorado de ella y no podía hacer nada para ayudarle. Por presentarle a ese cachorro pelinegro con quien la vio besarse, haciendo que le agradara antes. Por no haber impedido que asistiera a la fiesta. Por haber sucumbido ante la curiosidad por aquella cabellera negra y matarlos a los dos por un simple gesto.

Sollozó más fuerte al seguir pensando. Era peor que AhYoung con su mejor amigo si lo pensaba así.

—Tranquila... no llores —DongWoo por su parte, recogió el cabello que caía cubriéndole la cara, pasándolo suavemente detrás de su oreja. Intentaba reconfortarla.

Él no comprendía nada, aunque se esforzaba en hacerlo.

Brooklyn se detuvo, justo cuando sintió ese dulce gesto sobre su oído y entre sus ojos acuosos miró al chico dulce frente a ella.

Concentrado en ella y se sintió bien.

Era una tonta...

[***]

La nariz del chico sangraba tanto. Logró manchar su camiseta.

Ya no importaba, no importaba más...

[***]

No había nada interesante en ese chico pelinegro, de pie en el umbral de la puerta trasera. No interesaba que la estuviera viendo, fingiendo estar herido cuando ella compartía una burbuja de sonrisas con el castaño frente a ella.

Se lo merecía...

No había nada que quisiera más que herirlo y desecharlo. 

Pero ¿Por qué dolía? ¿Por qué no dejaba de doler? Y, sobre todo... ¿Por qué parecía ser una terrible idea?

My Cute Secret Boy -GongChan- B1A4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora