#5

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Louis

Por fin habíamos llegado a mi casa, Emily y yo no conversamos después de que no quisiera escuchar mi consejo y tampoco bajé las cosas de Claire del auto a excepción de un paquete de pañales, toallas húmedas, unos biberones, una bolsa con ropa de Claire y la mochila de Emily.

Ella rápidamente entró en la casa para resguardar a Claire del frío.

—¿Necesitas que traiga algo más? –pregunto a la castaña.

—No, con eso estará bien –dice mirando a Claire—. ¿Debería darle un baño?

—¿Quieres hacerlo? –pregunto dejando a un lado las cosas y asiente—. Tal vez deberíamos esperar un poco, hace frío el día de hoy.

—Tienes razón –vuelve a mirar a la bebé dormida en sus brazos—. Al menos voy a cambiarle el pañal y de ropa.

—Vamos a mi cuarto, ahí es mucho más cálido que aquí –comento caminando en dirección hacia mi habitación, enciendo la luz y me doy cuenta de que Nora dejó hecho un desastre todo aquí—. No puede ser.

—Tu novia es un verdadero huracán –comenta Emily—. Creo que deberías bajar el cochecito de Claire.

—Claro –salgo rápidamente, efectivamente bajo el cochecito Claire y lo armo antes de entrar otra vez, voy hasta la habitación encontrándome con Emily limpiando a Claire—. Despertó.

—Sí –veo como le pone una de las pijamas que eligió—. Ven, tienes que ver algo.

—¿Qué cosa? –se acercó a ella y me siento junto a Claire en la cama.

—Mira, tiene la misma mancha que tu mamá en la pierna –señala en el muslo de la pequeña bebé y efectivamente está ahí—. ¿Vas a decirles?

—¿Decirles qué? –pregunto antes de que Emily termine de vestir a Claire.

—Que tienes una hija, tu familia merece saber que...

—Tengo que hacer la prueba antes –digo apartando la mirada de ambas.

—Como quieras –en el tono de voz de Emily escucho la molestia que siente.

Rápidamente termina de ponerle el pijama a Claire y luego comienza a pasearse con ella mientras tararea una canción, los ojos de la bebé de van cerrando lentamente e imagino lo indefensa que se sentirá cuando Emily vuelva a su casa, espero que Nora pueda llenar sus zapatos o esto será difícil.

Cuando Claire logra dormirse, Em la acomoda en su cochecito y la cubre con su mantita antes de atarse el cabello y comienza a ordenar la habitación, me doy cuenta que durante todo su accionar no dejé de mirarla y no me moví de mi lugar sintiéndome estúpido.

—No tienes que ordenar...

—Claire dormirá aquí, claramente no dejaré que lo haga en un desorden como este –dice tomando la ropa tirada por el suelo.

—Serás una madre increíble algún día ¿Sabías? –pregunto notando lo dedicada que es y lo preocupada que está de que todo sea perfecto para una niña que ni siquiera es suya.

—No seré madre –dice sin detenerse en lo más mínimos a mirarme—. ¿Esto es ropa sucia?

—No lo sé –me decido a ayudarle, no suelo ayudar en estas cosas pero ella ya está haciendo mucho, sería un abuso dejarla ordenar todo sola—. ¿Por qué dices que no serás mamá?

—No tendré hijos –asegura antes de pasarme el montón de ropa que ella ya había recogido.

—¿Por qué? –dejo todo en el cesto de la ropa sucia que está en el baño con más ropa sucia y no entiendo cómo Nora puede ser tan desordenada, de hecho estoy seguro que le dejé dinero para pagarle a alguien para que se hiciera cargo de la limpieza.

—Temo ser igual que mi mamá –dice apartando la mirada y comienza a quitar la ropa de cama.

—Eso no va a pasar –aseguro—. No eres como tu mamá.

—No tienes certeza de eso –dice incómoda.

—Sí, sí tengo certeza de eso –busco sábanas en el armario y le ayuda tender la cama—. Veo como actúas con Claire, de seguro serás una mamá increíble.

—Ya decidí no tener hijos, te agradecería que respetes mi decisión.

—Bien, la respeto –digo dándome por vencido—. Pero tienes que saber que no eres como tu mamá, tú jamás abandonarías a tu hija a su suerte.

—Jamás –murmura y terminamos de tender la cama y ordenamos lo poco que queda tirado por el suelo en silencio—. Claire y tú pueden tomar la cama.

—No te preocupes, yo dormiré en el sofá.

—Pero es tu casa –dice la castaña incómoda.

—Solo serán unos días, estaré bien.

—De acuerdo –dice antes de bostezar.

—Deberías dormir –sugiero—. Y descansar antes de que Claire despierte.

—Claro.

...

Tres de la mañana y Claire no tiene deseos de dormir.

—¿Por qué no duerme? –pregunta Emily soñolienta.

—No lo sé –admito mientras veo a la pequeña mirar atentamente las mariposas que colgué para que no llorara hace un momento—. Es un pésimo momento para jugar, Claire.

—Es tan inquieta como tú –comenta Emily dejando caer su cabeza sobre la almohada—. Definitivamente es tu hija.

—También me gusta dormir –explico apoyado sobre mi brazo—. Puedes dormir si quieres, yo me quedaré a hasta que se duerma.

—De acuerdo –se acomoda en la cama y cierra sus ojos mientras Claire continúa mirando las mariposas.

—Señorita, es hora de dormir –cargo a Claire—. No de jugar, mañana tendrás tiempo de jugar –busco su biberón y me preparo para darle de comer, ella me mira con atención mientras succiona la leche dentro de su botella—. Es muy tarde para que estés despierta –la pequeña sonríe aún cuando continúa bebiendo y me doy cuenta de que ya casi no queda nada dentro de la botella, acomodo a Claire sobre mi pecho y le doy de palmaditas en la espalda para que logre dormirse y en lugar de eso, soy yo quien se duerme.

...

—Lou...–escucho la voz de Emily y abro solo uno de mis ojos—. Dame a Claire –dice antes de cargar a la pequeña y rescostarla en la cama junto a ella—. Y apaga la luz.

—Bien –apago la luz y me acomodo junto a ellas.

—Buenas noches, Lou –murmura la castaña.

—Buenas noches, Em.

mamá de emergencia ; louis tomlinson ✔✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora