Eres Insoportablemente Lindo ❤ (DeathMask x Reader)

Capítulo 7

💠Tiempo

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Narra DeathMask:

Había pasado exactamente una semana desde que saquea la mocosa de los calabozos del Santuario. Todos los días, sin excepción, terminabamos pelando por cualquier estupidez; esta chica realmente lograba irritarme con gran facilidad.

No sé como es que he logrado soportarla durante todo este tiempo sin matarla o golpearla, en cerio! Ganas no me faltan... La ingrata es un verdadero dolor de cabeza, no hay día en el que no haga algo que me irrite o termine provocando una discusión.

Pero... Ella... Ella tiene algo que me parece interesante, me atrevo a pensar que posiblemente, ella no sea una persona tan mala. Lo sé, de eso me pude dar cuenta desde el día en que entré en su habitación; la foto que vi me llamó mucho la atención, pues en esa foto, ella sonreía, algo que durante todo el tiempo que llevo aquí jamás he visto...

En estos momentos, ambos estamos en la sala, sentados en el gran sofá. Obviamente hay una gran distancia entre nosotros, ninguno habla; ella se dedica a leer un libro viejo mientras que yo, llevo casi toda la mañana mirándola.

Tenia ganas de hacer una de mis bromas, pero mi pereza no me lo permitía. El tiempo pasaba muy lento y me aburria cada vez más, y esto no cambio hasta que sentí un cosmos acercarse, inmediatamente supe de quien se trataba, me levanté del sofá y me dirigí a la salida.

Ya afuera, me encontré con Afrodita, quien no parecía traer buenas noticias. —¿Ya lograste algo?– preguntó al ver que me acercaba.

—Aun no.– respondí.

—¿Por que no solo la obligas a hablar como lo haría cualquier otra persona? Esto me parece una verdadera estupidez.– con "esto" estoy seguro de que se refería a mi trato con Athena. —Y que decir sobre la perdida de tiempo. ¿Por que lo haces Angelo?–

Miré hacía atrás, tenía la ligera sospecha de que Tn___ estaba espiando desde una ventada, si iba a decirle a Afrodita debía ser en donde ella no escuchara. —No podemos hablar aquí.– dije volviendo mi vista hacía Afro. —Sigueme...– hice un ademán para indicarle que me siguiera y comencé a caminar hacia el interior del bosque.

—¿Piensas dejarla sola?¿No crees que escape?– preguntó Afrodita un poco preocupado.

—No lo hará.–

—Como estas tan seguro?–

—No lo hará por que sabe que si lo hace podría no volver a ver a la niña, además de que si lo hace voy a buscarla y no le ira muy bien.– respondí.

Ya nos habíamos alejado lo suficiente, por lo que detuve mi marcha y me giré para verlo.

—Ahora dime Angelo... ¿Por que hiciste esta estupidez?–

—Tal vez sea una estupidez, pero...– volteé hacía todos lados antes de seguir hablando, no queria que ella me escuchara. —Ella me recuerda a mi antes... Y... Sé que suena loco, pero quiero que ella cambie.-

—Ella es una asesina Angelo, ¿Enserio piensas que vas a lograr cambiarla?–

—Si yo pude, ella también...–

—Angelo...–

—¿Que?–

—No será que ella ha colenzado a interesarte ¿o si?– preguntó mirándome con el ceño fruncido esperando una respuesta.

—¿Que!? NO!– respondí negando.

—¿Seguro?–

—Tsk! Encerio crees que a mi me interesaría? No digas estupideses Afro. Ahora dime... ¿Que fue lo que te dijo Athena? Por que supongo que por eso estas aquí.–

—Supones bien...–

—¿Y entonces? ¿Cuanto tiempo?–

—Athena quiere esperar tanto, tienes un mes Angelo.– Athena y yo habíamos acordado que debía sacarle la información a la mocosa, pero ella decidiría el tiempo limite para eso.

—¿Un mes? No es mucho...– quedé pensativo durante un momento. —Estamos a 30 de Mayo... Eso significa que... ¡OH RAYOS! Pasaré mi cumpleaños en este lugar!!!!–

—Ja!– Afrodita rió un poco ante mi preocupación. —Tal vez si te apresuras no tengas que pasar tu cumpleaños aquí.–

—Si... Tal vez...– escuché ub ruido detras mio, inmediatamente dirigimos nuestras miradas hacia ese punto, pero no encontramos nada. Sonreí levemente al darme cuenta de que había pasado. —Esa ingrata nos estuvo escuchando.– ¿Por que me causaba tanta gracia?

—Crees que haya escuchado todo?–

—No lo creo, no es tan tonta como para seguirnos de tan cerca para escucharnos, en dado caso... Solo escuchó una pequeña parte.– Estoy seguro de que ella regresó a la cabaña despues de eso... Así que en cuanto regrese me las va a pagar.