Capítulo 4

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Narra Tn___:

No sé que hacer... Estoy en una maldita jaula como si fuera un animal. Me atraparon, me quitaron a mi niña y me trajeron aquí.

Estoy demasiado triste como para luchar, siento que en cualquier momento he de desfallecer; me duele, me duele el corazón de tan solo recordar lo que pasó.

—Darren...– susurré con tristeza y sin fuerzas.

Me duele tanto recordar sus hermosos ojos violeta cerrarse, dando su ultima mirada hacia mi; abracé mis piernas y apoye mi cabeza en mis rodillas mientras las lágrimas salían de mis ojos y recorrían mi rostro. Sentía la desolación en mi corazón, el dolor en mi cuerpo. ¡Joder! Quisiera morirme.
¿Por qué no lo ayude? ¡Maldita sea es mi culpa!

—¿Y se supone que ella es Crimson Killer? Que vergüenza.– entonó un guardia desde afuera de mi celda. Comentarios así se hicieron escuchar durante todo el día. ¿Quien imaginaria que yo, siendo uno de los asesinos mas perseguidos en Grecia, permanecería quieta, lamentándose todo lo ocurrido al momento de mi captura?

—Asi que lograron atraparla.– una voz familiar se hizo presente, seque mis lágrimas y elevé mi mirada hacia adelante. Se trataba del mismo caballero dorado que me topé aquella vez. Piscis.

—No fue difícil, no opuso resistencia.– respondió uno de los guardias.

—No? Vaya.– me miró detenidamente, yo lo miré ceria y fria.

—No estaba sola.– agregó de nuevo el guardia llamando la atención del caballero. —Habia un chico, aproximadamente de su misma edad, y una niña. De 5 años.–

—¿Una niña?– arqueó una ceja. —Y... ¿Cual ha sido su declaración?–

—No ha dicho nada desde que la trajeron.– el caballero se acerco a mi celda y me observó de pies a cabeza antes de hablar.

—¿Cual es tu nombre?– me preguntó mostrando autoridad.
Lo miré totalmente inexpresiva y me negué a responder. —Tsk!– chasqueo la lengua y me dio la espalda. —Mañana enviaré a alguien que estoy seguro de que la hará hablar.– se refirió por ultima vez al guardia y salió del lugar.

—Tsk!– chasquee la lengua. Ese maldito caballero me pone de malas.

—Ya escuchaste mocosa, mañana te harán hablar, de eso estoy seguro.– el guardia me miró sonriendome con burla. Yo solo miré al suelo tratando de ignorar todo lo que ocurria a mi alrrededor.

Narra DeathMask:

—¿Yo?– pregunté arqueando una ceja, pues, a cierto Peliceleste se le ha ocurrido la brillante idea de enviarme a mi para hacer hablar a la mocosa que se ha negado a cooperar.

—Si, tú.– me respondió tranquilamente.

—¿Y por qué yo?–

—Tu tienes tus propios medios. Sé que lograras hacerla hablar.–

—Hablaré con Athena primero. Si voy a hacer esto lo haré a mi manera, así que haré un pequeño “trato" con la diosa.– comencé a caminar y Afrodita también.

—¿Que clase de trato Angelo?–

—En primera: No me digas Angelo, ya te lo dije varias veces. Y en segunda: Eso no te importa– el silencio se hizo precente y se conservó durante varios minutos, llegamos a Piscis y por fin me separé de Afrodita.

Llegué a la sala del patriarca y entré sin ni siquiera avisar. Shion me miró furioso por aquella acción y yo solo lo ignoré dirigiéndome hacia la diosa que se encontraba junto a él. —Athena, debemos hablar.–

—¿Quien te has creído como para entrar de esa manera?– Cuestionó Shion totalmente molesto.

—No tengo tiempo como para darte explicaciones, yo solo vengo a hablar con Athena.– respondí mostrando total desinterés a la reacción de Shion.

—DeathMask, no te comportes así por favor.– dijo la diosa antes de que Shion se atreviera a responder. —Shion, ¿podrias dejarnos solos un momento?– el patriarca asintió y prosiguió a salir de la sala sin hacer protesta.
—Ahora si.– continuó en cuanto Shion se retiró. —¿Que es lo que deceas DeathMask?–

—Tengo un trato que proponerle...

Narra Tn___:

El tiempo pasa rápido; me encontraba sentada en el frío suelo, dentro de mi húmeda y fria celda.

La tristeza aun esta presente; en mi cuerpo solo hay dolor, lo extraño, no dejaré de hacerlo.

Suspiré y llevé la mirada al suelo nuevamente, el silencio realmente no ayuda mucho, necesito distraerme, evadir mis pensamientos u opacarlos con algo mas; mientras hacia un intento para no dejar salir las lágrimas de mis ojos, una voz demasiado irritante apareció por fuera de la celda.

Ignoré por completo aquella voz y la voz de los guardias. Permanecí inmóvil, recordando y asimilando información.

—No entiendo como es que la señorita Athena permitió esto.– expresó un guardia acercándose a la celda. —Tienes suerte de que el señor DeathMask abogara por ti.– se refirió a mi captando mi atención y sorprendiéndome, pues estaba abriendo la puerta de la celda. —Es una pena; quería verte sufrir el dia de hoy.– se hizo a un lado, yo me levanté del suelo y me acerqué un poco dudosa.

Salí de la celda ¿Acaso era libre?

Ya afuera, miré hacia enfrente y abrí los ojos con mucha sorpresa al verlo a él. El mismo chico que me había “Salvado" aquella vez. Lo miré confundida y él me miró cerio; se acercó a mi y me colocó esposas en mis muñecas.

“Era demasiado bueno para ser verdad”

—Sera mejor que tenga cuidado señor DeathMask, es peligrosa.– entonó el guardia advirtiendo al muchacho.

—Ja! Sé exactamente como tratarla, de eso no se preocupen.– respondió él con una sonrisa burlona.

—Tsk!– chasquee la lengua, provocando que me viera mal. Me tomó del brazo y me jalo hacia la salida. Estuvimos caminando un buen rato sin saber hacia donde nos dirigiamos; me quejé de vez en cuando por la forma tan brusca en la que jalaba de las esposas, pero jamás decidí entablar algun tipo de conversación.

—¿A donde vamos?– dije por fin, yo había logrado reconocer el lugar.

—...– no respondió.

Seguímos caminando hasta encontrarnos frente a un lugar que yo conocía bastante bien....

“Mi casa”

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Hola....
Espero y les haya gustado,
realmente se agradece el apoyo que le están dando a la historia.
Gracias

Eres Insoportablemente Lindo ❤ (DeathMask x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora