Capítulo 19

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Había muchos días que solo hablaba con Casilda, con Padre, y con el abuelo Illimani si no estaba muy nublado. Por eso me gustaba que los amigos de Tijeras fueran a casa. Eran más jóvenes que él. Casi todos los amigos de Tijeras lo son. Dice que eso es porque él es "joven de espíritu". Ellos también bebían que daba gusto, como la familia de Casilda, solo que tomaban whiskey en lugar de cerveza y no se acordaban de darle su parte a la Pachamama. Cuando habían bebido un poquito, discutían en broma, y cuando habían bebido mucho, discutían en serio. Siempre discutían. Padre siempre discute con sus amigos pero después siguen siendo amigos igual.

- ¡Pobre Tata Inti! –Le decía Guido a Padre- ¿Qué te ha hecho él para que te empeñes en encerrarlo en una bombilla!

- Ya verás –Eliana le seguía la broma- Un día va a perder la paciencia y va a mandar un rayo para derretirte.

Tata Inti, Señor Sol, es el nombre que le daban al Sol los pueblos prehispánicos del Altiplano. Lo adoraban como a un dios. También para Padre el Sol era una especia de dios, y la energía solar, el milagro que resolvería casi todos los problemas del mundo, desde la contaminación hasta la pobreza, pasando por la gripe (que nadie pregunte cómo). Por eso estaba tan orgulloso de su proyecto de electrificación solar del Altiplano. Y no sabía tomarse a broma una cosa tan "seria".

- La energía solar es baratísima y muy limpia –replicaba- Gracias a ella, Bolivia ahorrará millones de dólares y podrá salir adelante. ¡Y habrá luz eléctrica en todo el Altiplano!

- ¡Ja! ¿Para qué quieren luz eléctrica en el Altiplano? –intervenía uno que se llamaba Wilson... o Walter... o Wilbur... o algo así- Se comprarán un televisor aunque tengan que morirse de hambre, se llenarán la cabeza de pamplinas y emigrarán todos a las ciudades. ¿Y qué hace un campesino en la ciudad? ¡Morirse de asco! Más valdría ocuparse de la educación. ¡Eso si que es un problema grave! –conviene decir que Wilson-Walter-Wilbur era profesor- ¿Adónde va un país de ignorantes analfabetos? ¿De qué nos sirve la energía si sabemos hacer una o con canuto?

- ¡La educación! –interrumpía Guido- ¿Cómo va a llegar la educación a los pueblos si no hay comunicaciones? ¡Apenas dos carreteras asfaltadas en todo el país! ¡Que bochorno! –por supuesto, Guido era ingeniero.

- Lo primero es no morirse –interrumpía a continuación Eliana- Luego ya podrá uno viajar, aprender a leer o ver la tele. Pero ahora en el campo apenas hay atención médica. Los niños meren como chinches de simples diarreas. Hay que solucionar eso antes que nada –ni me molesto en decir la profesión de Eliana.

- Sin carreteras, ¿cómo van a llegar los médicos?

- Y sin educación, ¿qué clases de médicos serán?

- Y sin luz, ¿cómo van a ver los enfermeros?

Eran unas discusiones de las más animadas. Padre daba golpes en la mesa, Wilson-Walter-Wilbur se le hinchaban las venas, a Eliana se le ponía la voz de pito y a Guido le daba un tic en la comisura del labio. Y la única conclusión a la que llegaban era que en Bolivia estaba todo por hacer, y, puestos a hacer algo, lo mejor sería empezar por:

- ¡La Energía!

- ¡Las Carreteras!

- ¡La Educación!

- ¡La Salud!

He puesto estas palabras con mayúscula a propósito. En Bolivia había montones de Cosas Con Mayúscula. Encender una lámpara, viajar, leer un libro, ir al médico... En España son cosas con minúscula porque casi todo el mundo las da por supuestas. Pero en Bolivia había que escribirlas con mayúscula porque mucha gente nunca las había podido tener. Cuando una cosa le falta mucha gente, se convierte en una Cosa Con Mayúscula. Y hay que perseguirla hasta convertirla en una cosa de todos los días. Entonces se le quita la mayúscula y a otra cosa.

¡Miércoles!* ¡Si parezco Tijeras...! ¨

¡miércoles! es una exclamación que usan los bolivianos, que son muy finos, para no decir una cosa más fea.

La Tierra de las Papas - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora