Capítulo 18

6.8K 536 26
                                    

Al rescate

Hablar con Víctor alivio mi alma un poco, pues pude ver las cosas desde otra perspectiva, sin embargo, me hizo entender que no puedo juzgar a nadie por sus actos, pero esto no me obliga a perdonar lo que hizo Raquel, no todavía, necesito tiempo, al igual que ella.

Víctor decidió volver con los demás y decirles que estoy bien, por otro lado, yo decidí caminar por el pasillo, ver hasta donde me lleva este, utilizando el tiempo para pensar y despejar mi mente.

Sin haber caminado mucho, me encuentro a la misma joven de antes, acercándose a mí con un semblante serio, mirando hacía todos lados constantemente.

—Eres Alexandra ¿Cierto?

Frunzo el ceño ante el desconcierto de la situación, nunca le dije mi nombre, ¿Cómo es que lo sabe?

Me mira esperando una respuesta, por lo que me apresuro a responder para poder ser yo quien pregunte esta vez.

—¿Cómo lo sabes?

Sonríe —Eh escuchado tu nombre antes, pareces ser muy importante.

No sé si esto sea posible, pero mi ceño se frunce aún más.

—Lo siento, ¿Debería conocerte?

Niega repetidas veces —Oh no, y es importante que nadie sepa de esto, yo seré quien te de información, pero esto debe mantenerse en secreto.

—¿Información?

Suspira con frustración —Lo que dije.

Parpadeo repetidas veces e intento concentrarme en sus palabras anteriores. Realmente no comprendo lo que dice, ¿Qué trata de decir? ¿Se habrá equivocado de persona?

—Disculpa, creo que te equivocaste de persona — digo y giro para regresar con los demás, pero rápidamente su mano me atrapa haciéndome girar nuevamente.

—No, eres tú, solo necesito tiempo para las explicaciones, por ahora tienes que creerme, sé todo sobre este lugar, eh estado en todas las habitaciones.

Y entonces, sus palabras alimentan las brasas de mi esperanza, haciendo que esta vuelva a arder. Allison, si lo que dice es cierto, me ayudara a encontrarla y entonces le daré una oportunidad.

—Si quieres una oportunidad, necesito que me ayudes a hacer una búsqueda... un rescate.

Su ceño se frunce y la sorpresa rápidamente se impregna en cada espacio de su rostro.

—¿Un rescate?

—Si lo sabes todo, debes saber si el virus se ha esparcido.

—En unos días más ya habrá tomado todo el mundo — dice encogiéndose de hombros, como si fuera lo más obvio.

—¿Entonces ya está en DC? — pregunto preocupada, pues gracias a la información anterior que me brindo, ahora pueda estar segura de que Allison me necesita.

Asiente.

—Debo encontrarla ¿Cómo la encuentro?

Me mira confundida —¿De quién estás hablando?

—¡Allison! — digo alzando la voz —. Debo encontrar a mi prima.

La morena me llevo arrastras hacia el área de vuelo, donde se encuentran los helicópteros que seguro usan para transportar a las personas. Hay cientos de helicópteros y según lo que me dijo la morena, este solo es una de las áreas equipadas con todos estos artefactos.

—No creo que mucha gente haya sobrevivido tanto tiempo, un mes es demasiado — comenta la morena mientras entra al helicóptero.

Frunzo el ceño y la sigo de cerca —¿Qué dijiste?

—¿Enserio tendré que estar repitiendo todo lo que digo? — pregunta un poco fastidiada.

—Lo siento — me disculpo —. Es solo que dijiste un mes.

Asiente sin mirarme, pues sus manos y ojos están ocupados presionando botones en el enorme tablero del helicóptero.

—Hace más de un mes que comenzó la propagación, en cuestión de días viajo hacia los pueblos y ciudades vecinas, así a estado avanzando de país en país.

Niego sin entender, sin asimilar sus palabras ¿Un mes? ¡Es imposible! ¡Llevamos aquí solo un día!

—Eso no puede ser, llegamos aquí ayer.

Detiene todo lo que hacía y se gira para mirarme con compasión, lo que me confunde aun más. ¿Qué está pasando?

—Tú y tus amigos llegaron hace más de dos semanas, estuvieron inconscientes al recibir la inyección.

Siento un golpe seco en mi estómago, un balde de agua helada cayendo sobre mí, siento que todo lo que antes había ordenado en mi cabeza, se ah dado un vuelco con solo una suave brisa.

—¿Qué inyección?

—Dicen que es una formula de vitaminas y otras cosas que el cuerpo necesita para aumentar el sistema inmunológico y evitar que haya contagios aquí dentro.

—¿Tu que crees?

Suspira y toma asiento —Yo creo que es hora de empezar a volar, por cierto, soy Broke.

—Creo que no hay necesidad de que yo me presente — digo mientras tomo asiento a su lado.

Nos encontramos sobrevolando la ciudad, los edificios abandonados, los autos, los negocios, las casas. La vista es horrible, solitaria y silenciosa, no es ni parecido a como solía recordar este lugar y estoy segura de que las demás ciudades están pasando por lo mismo.

—¿Ves algo? — pregunta Broke.

Niego —No.

—Usa el micrófono.

Repito el nombre de mi prima una y otra vez mientras avanzamos, sin apartar mi mirada del suelo con la esperanza de verla y ver a Tyler también. Necesito que estén bien.

—¡Allá! —grita Broke con emoción y preocupación.

Vaya razón de su preocupación. Dos zombies los siguen a un par de metros de distancia, sin embargo, agradezco que no sea toda una estampida de ellos.

Me quito el cinturón y voy a la parte trasera del helicóptero, abro la puerta y lanzo la escalera. Allison y Tyler suben a una rampa formada por la pared de un edificio colapsado.

—Broke, necesitamos acercarnos — digo desesperada.

Poco a poco lo hacemos, por lo que rápidamente Tyler ayuda a mi prima a tomas las escaleras y comenzar a subir. Mi pecho late con fuerza ante la presión y la felicidad, están vivos, iremos a casa también y estarán bien.

Es el turno de Tyler, toma la escalera, pero antes de poder subir, un zombie alcanza su pierna y tira de ella, haciéndolo caer de cara al piso.

—¡Tyler! — grita Allison viendo la escena desde las escaleras.

—No, no, no — repito con miedo y desesperación.

Allison retrocede unos cuantos pasos intentando ayudar a su novio, sin embargo, mi desesperación es tan grande que tomo un cuchillo y miro a Tyler.

—¡Allison vuelve! — grita Tyler con desesperación mientras lucha contra el zombie.

—¡Vamos Allison! — grito llamando su atención —. ¡Estará bien, lo ayudare!

Me mira con resignación y comienza a subir de nuevo sin mirar atrás.

—¡Tyler! — grito y una vez que me mira, le muestro el cuchillo que llevo en las manos y lo lanzo.

Solo segundos tardó el cuchillo en caer para que Tyler lo tomara y clavara la punta de este en el cuello del zombie que acabo por dejarlo inmóvil en el suelo. Todo paso tan rápido, sin embargo, mis ojos lo percibieron en cámara lenta.

Con dificultad Tyler sube las escaleras hasta estar dentro del helicóptero, rencontrándose con mi prima, quien rápidamente lo examina para corroborar que se encuentre bien.

Me encargo de subir las escaleras y después me siento junto a ellos.

—Llévanos a casa Broke.

Zona Cero © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora