Capítulo 23

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Sueño profundo

El tiempo en compañía de Víctor se me esfumo como agua entre mis manos. Después de mucho tiempo pude reír, bromear, jugar dejando completamente de lado las preocupaciones y los problemas a los cuales no he parado de buscarles la solución, pero Víctor, el me hizo olvidar todo en cuestión de segundos, me regreso a lo que soy, una adolescente con aspiraciones y sueños de una persona normal.

Universidad, viajes, mi trabajo ideal, incluso la idea de formar una familia. Todos esos sueños se vieron remplazados por incógnitas. ¿Sobreviviremos? ¿A qué debo temer? ¿Esto se acabará alguna vez?

El tiempo de ser solo una adolescente, duro lo suficiente, hasta que el llamado de la realidad se presento con Emma, pues Eva nos requería.

Al salir al pasillo, nos encontramos con una joven castaña, acompañada por Max, quien sonríe alegre al verme, pero al ver a Víctor salir de la habitación detrás de mí, su sonrisa se esfuma y puedo ver claramente como su mandíbula se tensa.

—Eva los requiere, síganme — habla la chica sin darnos la oportunidad de unirnos a ellos aún.

Max no dice nada y comienza a caminar desviando su mirada de mí. Emma se une a mí y entrelaza nuestros brazos antes de comenzar a caminar.

—Creo que alguien esta celoso — susurra cerca de mi oído con un tono juguetón.

Hago una mueca y niego —No — me limito a decir.

—Si quieres pensar eso, esta bien — dice encogiéndose de hombros, continuando así nuestro camino en silencio.

Nos detenemos frente a una puerta metálica, en uno de los últimos pisos del edificio. Sin mencionar palabra alguna, la castaña abre la puerta pasando una tarjeta en un lector, pegado en la pared junto a la puerta.

Nos hace una señal para que entremos a la habitación. Max lo hace como si se tratara de su casa, como si conociera el lugar a la perfección, mientras que Víctor, Emma y yo, lo hacemos lento, con duda y curiosidad, capturando imágenes de lo que nos rodea con nuestros ojos.

Un amplio pasillo se extiende por metros, pareciendo infinito, ya que no se logra percibir el final de este. Lo que llama mi atención, es la cantidad de puertas que decoran el pasillo, una tras otra, con una letra justo en el centro.

Emma aprieta su agarre en mi brazo llamándome de vuelta a la realidad. La miro, parece confundida y aterrada, al igual que lo estoy yo. Esto cada vez me preocupa mas y me deja una sensación de impaciencia en el pecho.

Ansió poder hablar con Broke, si ella sabe algo, debe decírmelo, necesito saber lo que ella sabe sobre este lugar, necesito responder cada una de mis preguntas y resolver mis dudas.

—Hola chicos — dice la voz de Eva a quien no escuche venir —. Mi nombre es Eva, soy la encargada y creadora de Zona Cero, bienvenidos.

—¿Qué hacemos aquí? — pregunta Emma inmediatamente después de su presentación.

Eva sonríe —Déjenme explicarles. Ustedes son inmunes al virus, o al menos sus células los defienden bien de este. Queremos hacer pruebas, con su sangre, si nos lo permiten — habla con un tono sereno, incluso parecería amable, pero hay algo que no me da confianza en ella, algo me hace dudar mas de lo que hago con todo alrededor.

La castaña camina por nuestro lado y se dirige a la primera puerta, la que tiene la letra A en el centro.

—Se que tienen un buen corazón, se que son buenas personas y tratan de ayudar, tal y como lo hacemos nosotros en este lugar. Es lo único que les pedimos — concluye y mira a Max con una sonrisa extraña que rápidamente me pone nerviosa.

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