De vuelta a casa
El aire pega fuerte en nuestros rostros y cuerpos una vez que estamos en el exterior. A pesar de estar suspendido en el aire, el helicóptero sigue provocando una fuerte corriente de aire.
Raquel ya no esta al alcance de mi vista, por lo que deduzco, ya esta lista en el helicóptero, preparada para dejar esto atrás.
Me detengo frene al elegante hombre, rápidamente el me regala una sonrisa sin moverse de su lugar.
—¿A dónde nos llevarán? — pregunto sin dudar.
—A un lugar seguro — se limita a decir.
Víctor da un paso hacia adelante —¿Exactamente dónde es ese lugar?
El hombre de ojos café claro y cabello ligeramente canoso mira a mi amigo y le brinda una sonrisa de lado —Ya lo verán.
—Vamos chicos, hay que averiguarlo — dice Max con una pisca de entusiasmo en su voz y probablemente en su rostro, sin embargo, no eh despegado mi mirada del hombre parado justo frente a mí.
Parece un ejecutivo recién salido de su oficina, ¿Cómo es posible?
Parece haber salido de un lugar totalmente diferente al que estamos ahora, parece nunca haber enfrentado un apocalipsis, ni haber visto a todas esas víctimas de la enfermedad que Cora menciono. ¿Cómo puedo confiar en alguien así?
Aparece de la nada y como si nada de esto estuviera pasando, como si solo fuera parte de nuestra imaginación y ahora viene a rescatarnos con tanta facilidad.
Suelto un suspiro pesado y le extiendo la mano a mi hermano, quien la toma con rapidez y se une a mí. Me mira con sus enormes ojos brillantes de forma atenta.
—Estaremos bien, lo prometo, te llevare a ti y a los demás a un lugar seguro, ¿Bien?
Asiente —Confío en ti, siempre lo haré.
Dejo salir una sonrisa fugaz y luego veo a mi madre, quien se acerca junto a Frank.
—Ustedes primero — le ordeno a mi madre, quien duda un par de segundos, pero después de esto, ayuda a mi hermano y Frank a subir, para luego hacerlo ella.
El hombre intercambia una mirada con Max y luego el hombre de traje me mira —Es tu turno.
Miro a Max con duda, aun no estoy segura de poder confiar en ellos o en alguien más, pero quiero intentar, buscar la manera de alejarme de todo esto, junto a mis amigos, mantener la esperanza de que pronto esto terminará.
Max me sonríe y asiente, pero antes de siquiera acercarme a las escaleras, una imagen llega a mi mente: —Allison.
Me giro de inmediato para encarar al hombre de traje.
—Son una unidad de rescate, ¿No?
Sonríe y asiente —Así es, es nuestro trabajo buscar y encontrar a quienes necesiten nuestra ayuda.
—Necesitamos buscar a alguien más.
Frunce el ceño sin entender.
—Allison mi prima esta allí afuera también y necesitara nuestra ayuda.
Suspira —¿Dónde esta ella?
—Vive en Washington D.C.
Su ceño sigue fruncido, y sus labios sellados.
—Primero debo llevarlos a su nuevo hogar, luego veré si es necesario ir por ella.
Frunzo el ceño —¿Cómo que si es necesario? — digo de manera brusca.
—No todas las ciudades están bajo el mismo peligro.
—¿A que se refiere? — pregunta Víctor acercándose a nosotros.
—El virus se extiende rápido, pero hay países que aun están a salvo por el momento, es por lo que estamos trabajando para llevar a todas las personas sanas a un lugar seguro, un lugar a salvo de todo ese virus y todas esas personas que ya están infectadas. Lo siento, pero tu prima deberá esperar, mi prioridad ahora es ponerlos a salvo a ustedes.
Niego repetidas veces —Necesito saber que ella este bien, no puedo dejarla.
Víctor se acerca a mi —Alex, oye — me toma de las manos —. Estoy seguro de que ella estará bien por ahora, es igual que tú, esta a salvo, pero los necesitamos para saber si es seguro ir, pero te prometo, que iremos por ella.
Suspiro y asiento antes de comenzar a subir las escaleras. Una vez que estoy en el helicóptero veo a los demás cubriéndose con una manta, cerrando los ojos, intentando sumirse en un sueño donde no exista el caos. Admito que me aterra nuestro destino, el lugar al que vamos, pero ver a los seres que amo con tanta tranquilidad dentro de esta masacre, me obliga a seguir adelante y arriesgarme, intentar confiar en las personas que ahora tratan de ayudarnos.
Una vez que Víctor esta a bordo, se sienta a mi lado y me toma de la mano, suelto un suspiro y recargo mi cabeza en su hombro sin decir nada, lo único que necesito es un poco de paz, dejar de lado el miedo y la responsabilidad de cuidar de todos, dejar que ahora mi mejor amigo ahora cuide de mí. Me dejo caer en sus manos, confiando en que estaré a salvo con él, como lo ha sido siempre, no hay nadie en quien confíe mas que en él.
Max sube también y me regala una sonrisa fugaz para continuar su camino hasta sentarse junto a Raquel, quien le sonríe e inmediatamente comienzan a hablar, sin embargo, el ruido dentro del helicóptero me hace imposible escuchar el tema de conversación, por lo que opto por cerrar los ojos e intentar dormir.
—Te extrañe — susurro con torpeza, pues estoy agotada tanto física como mentalmente, por lo que ahora, estando en los brazos de mi mejor amigo, yendo hacia un lugar seguro, me es muy fácil caer rendida e introducirme al mundo onírico.
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Zona Cero ©
Ciencia FicciónAlex y sus amigos se verán involucrados en el terrible incidente de los laboratorios I.B. el cual llevará al mundo y la humanidad a conocer el caos y destrucción de sí mismos. La maldad y la capacidad con la que todos contamos si se trata de sobrevi...