Exhausta
Mi conciencia poco a poco vuelve. Cuando mi vista logra acostumbrarse, puedo analizar todo mi alrededor, estoy dentro de mi jeep, recostada en los asientos traseros.
Me siento con cuidado, sintiendo un dolor considerablemente menor al que recuerdo haber sentido por ultima vez en esta herida de bala. Pero puedo darme cuenta de que estoy en un estacionamiento subterráneo.
Mis amigos están sentados alrededor de una pequeña fogata improvisada. Mientras que Emma sostiene un arma y apunta hacía la pared a unos metros frente a ella, practicando como usar un arma.
Abro la puerta del auto y bajo de este con cuidado de no lastimar mas mi herida, pero por mas que lo intento, el dolor llega haciéndome soltar un gemido de dolor.
Mis amigos se percatan de mi presencia y rápidamente se ponen de pie, mientras que Emma suspende su práctica.
—Estoy bien — hablo de inmediato.
Sin embargo, mis palabras no logran tranquilizarlos mucho, pues sus rostros están llenos de preocupación.
—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? — pregunto acercándome a ellos lentamente.
Víctor me ayuda a tomar asiento y luego lo hacen todos los demás sin dejar de prestarme atención.
—Dos días — dice Emma.
Alzo las cejas con sorpresa.
—¿Qué paso en estos dos días?
Víctor suspira —No mucho, mantenernos ocultos.
—No hay rastros de los hombres que nos atacaron, esa es una buena noticia — dice Raquel.
—Pero seguimos sin saber nada de lo que esta pasando — agrega Emma.
Suspiro con pesar y bajo la mirada —La señora — susurro.
—Intentaste ayudarla — habla Víctor.
Niego y los miro —Ella intento advertirme.
Todos parecen confundidos, esperando una explicación.
—¿Advertirte de qué? — pregunta esta vez Max, hablando por primera vez desde que desperté.
Me encojo de hombros —No lo entiendo solo repitió que los hombres de negro venían por nosotros.
Frunce el ceño —¿Qué diablos significa eso?
—No tiene sentido — dice Emma.
—Tal vez no aun — murmuro.
No se a lo que esta señora se refería, pero estoy segura de que nada de lo que dijo fue una locura. Nos atacaron, la asesinaron en mis brazos y aunque aún no se de que se trata, se que pronto lo sabre.
—No podemos quedarnos — digo esta vez con decisión.
Max se pone de pie —No, claro que no, nos iremos en este instante — me mira —. Después de buscar a tu madre, saldremos de la ciudad.
—¿Y a donde vamos a ir? — inquiere Raquel poniéndose de pie.
—Cualquier lugar lejos de aquí.
Mis amigos y yo nos ponemos de pie y nos preparamos para volver al camino. Víctor se encargo de apagar la fogata, mientras Max se aseguraba de tener armas y municiones suficientes, Emma, Raquel y yo, nos encargamos de los suministros.
Emprendo mi camino hacía mi jeep para guardar las cosas, pero un ruido en la distancia llama mi atención.
—¡Alto! — murmuro.
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Zona Cero ©
Science FictionAlex y sus amigos se verán involucrados en el terrible incidente de los laboratorios I.B. el cual llevará al mundo y la humanidad a conocer el caos y destrucción de sí mismos. La maldad y la capacidad con la que todos contamos si se trata de sobrevi...