Cinco años después...
—Tranquilo —murmuro, mientras tomo su mano que está bañada en sudor—. Has hecho esto antes. No pasa nada, Josh.
Él me mira con una sonrisa en el rostro.
—No, tú lo has hecho muchas veces —replica—. He estado en distintas galerías, pero no había sido el protagonista de una. ¡Camille! Ellos verán las fotografías que he tomado desde prácticamente el inicio de mi carrera —Su ceño se frunce de manera graciosa, acentuando más las pequeñas arrugas que le han salido hace unos cuantos meses.
—Y son magnificas. No tienes porque preocuparte, ellos las amarán e igual a ti, amor.
Suelta un suspiro y besa mi mejilla.
—¿Sabes que te amo?
—Lo sé —murmuro—. Anda, ya sal. Te están esperando.
Se acerca hasta mí para darme un apasionado beso en mis labios. Cada vez que él me besa hace que mis piernas flaqueen y que mi pulso se dispare. Es gratificante saber que después de cinco años seguimos sintiendo lo mismo desde el día en que nuestra relación empezó.
Al separarnos, Josh clava sus ojos en los míos para después sonreírme. Posteriormente, toma mi mano y ambos nos dirigimos hacia abajo. Cuando todos ven al amor de mi vida, estallan en aplausos incluyéndome. La mayoría de los presentes nos encontramos tan orgullosos de él que nos cuesta no emocionarnos. Le costó un poco más de siete años presentar su trabajo individual, pero ahora el momento ha llegado.
Le guiño un ojo y lo dejo solo.
Camino hasta donde está André junto a su familia. Me lleno de amor al ver a la pequeña Valentina que ha cumplido cuatro años el mes pasado y al adolescente de su hermano que la lleva en brazos. Adeline me hace un pequeño espacio y murmura la siguiente:
—¿Por qué tardaron tanto? Aquel hombre —dice señalando a un joven calvo que descansa al lado de una de las paredes donde están una de las fotografías de Josh—. Estuvo a punto de subir por ustedes y traer a tu prometido de la oreja.
Suelto una risa nerviosa.
—Josh estaba un poco indispuesto —susurro, aunque si hablara más fuerte no habría ningún problema ya que la música inunda el lugar—. Y no es mi prometido, todavía no.
—Eso no es lo que escuché.
André, que se encuentra frente a nosotras, gira su rostro con el ceño fruncido.
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Cuando eras mía©
RomanceSecuela de "Cuando era tuya", para poder leerla tendrás que haber leído el primer libro. Dicen que el primer amor nunca se olvida; dicen que donde hubo fuego cenizas quedan, pero Camille está convencida de que ha olvidado a James Scott, el hombre...