Cuando eras mía©

Extra uno

Después de la ceremonia nos escapamos a la playa antes de que los invitados a la recepción empiecen a llegar. La fiesta será en la casa de los padres de Josh, así que nos queda bastante  cerca.  Gracias a que mi vestido no es tan voluptuoso podemos caminar sin problemas sobre el arena. 

—¿Te he dicho que eres hermosa? —me pregunta Josh con los ojos llenos de amor. 

—Sí, como un millón de veces desde que nuestra historia comenzó —digo apretando con más fuerza su mano con la mía—. Y nunca me cansaré de escucharlo. 

Él esboza su sonrisa radiante, se detiene frente a mí para mirarme con admiración. 

—Espero que así sea porque a partir de hoy, no dejaré de recordarte lo hermosa que eres y lo mucho que te amo hasta el día en me muera. 

Acaricio con cariño su rostro que está radiante. Él toma mi mano y juguetea con ella por unos minutos para después ver las dos sortijas que sobre salen de mi dedo anular. Besa con ternura mi palma y sonríe. 

—¿Qué ocurre? —cuestiono. 

—Recordé lo mucho que me costó que te casaras conmigo —agrega con diversión—. Fue grandioso hacer de todo con tal de que aceptaras pasar el resto de tu vida conmigo, sólo que si llegó hacer cansado. A veces puedes llegar a ser un dolor de muelas. 

—¡Ey!—exclamo ofendida—. En mi defensa puedo añadir que era un desastre de fuera hacia adentro. No sabía qué hacer con todo el amor que me dabas. Era demasiado, y para ese entonces, a penas empezaba a amarme a mí misma.  

Josh sonríe con nostalgia. 

—Siempre has sido encantadora, princesa. 

Me elevo de puntillas para besarlo. 

—Señora Rivers, me está volviendo completamente loco —murmura en mi aliento. 

—¡Ay, amor! ¡Tú me quitaste toda mi cordura desde hace tiempo! 

Nos miramos frente a frente escuchando como nuestras respiraciones se aceleran mientras las olas se estrellan contra el cálido suelo de la costa. 

Creo que es el mejor momento de soltarle la noticia. Llevo horas ocultándoselo y sé que si se lo digo en este momento su felicidad aumentará. Ambos habíamos acordado que lo intentaríamos en la luna de miel, pero creo que nos adelantamos. 

—Josh... —susurro—. Hay algo que tengo que decirte. 

—¿Qué pasa, preciosa? 

—¿Recuerdas que te dije que mi regla iba a venir unos días antes de la boda y que estaba preocupada por el vestido? 

—Sí, ¿qué hay con eso? —cuestiona confundido. 

—Bueno... se supone que tendría que haber comenzado hace dos días pero no ocurrió —Creo que está comprendiendo por la expresión que ha puesto—. Y hoy en la mañana me hice la prueba. 

 —¿Estás jugando? —dice Josh con nerviosismo—. Esto no es una broma, ¿verdad, Camille? 

Niego con la cabeza y con emoción lo confirmo. 

—¡Estoy embarazada! ¡Vamos a ser papás! 

Él me abraza con cariño y me eleva en el aire girándome despacio. 

—¡Josh! —grito de felicidad. 

—¡Vamos a tener un hijo, Camille! —exclama bajándome. 

Me besa de nuevo, esta vez con mucho más amor. 

Se acerca a mi todavía inexistente vientre para tocarlo con ternura. 

 —Hola, bebé. Soy tú papá, me llamo Josh. Te amo. 

Escucharlo así, tan tierno hace que la sangre se me endulce como un algodón de azúcar, provocando que unas lágrimas se me escapen de los parpados. 

Cuando se endereza noto que él también está llorando.

Y es ahí, cuando ambos nos damos cuenta de que nuestra historia a penas va comenzando y que todavía hay muchos capítulos por escribir en el libro de nuestra vida. 

  — ———————————————————————————————————— 

Sí, ya sé que ha pasado un millón de años :v pero aquí está el primer extra xD

Mañana subo otro y una actualización en el libro de Adeline y André. 

¡Por cierto! Les quiero decir que estoy empezando a maquetar el primer libro para su publicación, así que muy pronto tendrán noticias acerca de eso y cómo pueden conseguirlo (si es que les gustaría tener la historia de Camille y Josh en sus manos <3 <3) 

Los amo y coman mucho pastel. Nos leemos pronto.