Me vestí con la mejor ropa que tenía, mi cabello no estaba en su mejor momento, hoy era uno de esos días que estaba rebelde, así que sólo me lo recogí en una coleta. Me miré al espejo una vez más, los ojos los tenía hinchados. Mi apariencia era demacrada, no podía creer que él me haya visto con este aspecto tan espantoso y se atreviera a decir que soy preciosa.
Me puse maquillaje, solo recurría a el cuando lo veía necesario. El resultado fue bueno, era lo suficientemente convincente pero seguía sin aceptar del todo lo que veía en aquel espejo. Seguía sin gustarme. En cuanto a mi cuerpo ni se diga, lo detesto más. Nunca podré estar conforme conmigo misma.
Es una triste realidad a la que estoy sometida.
Hice a un lado los pensamientos desagradables hacia mi persona y me permití sonreír frente al espejo. Lo hice hasta convencerme de que me veía linda. Suspiré. Bien, aquí vamos. Tomé un par de minutos más para responder el mensaje de John y también le llamé a Richard para ofrecerle una disculpa por mi actitud del otro día y le prometí que lo vería más a menudo.
Le prometí a John que sanaría, voy a intentarlo.
Shawn sonrió de oreja a oreja al verme.
—Te ves tan linda —dijo mirándome a los ojos.
Me ruboricé y le sonreí con timidez. Creo que sonreír no es tan malo después de todo.
—La sonrisa que traes hace que quiera besarte ahora mismo —dijo mirándome intensamente—, claro, si tu quieres...Entré en un estado de perplejidad. Fue hace mucho la última vez que besé a un chico y no me siento preparada para hacerlo otra vez. No creo que sea correcto lanzarme a sus brazos, tengo que resistir.
Bajé la mirada. No sabía que decir pero tampoco quería que él pensara que lo estoy rechazando olímpicamente.
La voz de Shawn me trajo a la realidad.
—Te besaré cuando estés lista, ¿de acuerdo? —preguntó gentilmente.Él quiere besarte pero tú no lo dejas. Excelente, Caty, arruinando todo desde tiempos memorables.
Otra vez no supe que decir.
Salimos de mi departamento, el lugar a donde iríamos no estaba lejos por lo tanto caminamos, él me hacía preguntas respecto a mis gustos personales y yo hice el esfuerzo por responder a todas sus dudas. Me quedé en silencio cuando su brazo rodeó mis hombros.Sus intentos de tocarme me resultaron tediosos y más este último ya que lo hizo de una manera tan extraña. No fue brusco pero era posesivo. Con una de mis manos traté de retirar su brazo pero él no me lo permitió.
—No —murmuró—, quiero tenerte cerca.
—Eres tan inusual —susurré. Todo en ti en inusual.
—Caty, no soy inusual —respondió, tuve que alzar la mirada para verle el rostro—. Solo déjame estar a tu alrededor.Asentí. Después de varios minutos llegamos a una cafetería.
Cuando entramos Shawn me tomó de la mano, no la aparté, él la sujetaba con fuerza. Las muestras de afecto nunca han sido lo mío, ni mucho menos si son en lugares públicos.Pero no le di importancia. La sensación me gustaba.
—Ahora vuelvo, pequeña. No tardaré —susurró en mi oído y me dio un ligero beso en la mejilla.
No pude evitar suspirar.
Lo vi hablando con un hombre que si no me me equivoco es el dueño de la cafetería. Miré de un lado a otro un lugar disponible para tomar asiento.
El olor a café me invadió, se me hacía agua la boca. Moría de hambre y en esta ocasión no seré orgullosa, voy a comer.
Las manos de Shawn se posaron firmemente en mi cintura, me sobresalté y lo miré sin entender. Shawn miraba a un chico con furia.
—¿Podrías dejar de mirar a mi chica? —dijo Shawn con enojo.
Él acababa de decir que soy su chica, ¿por qué lo dijo?
Abrí los ojos como platos.
—Tranquilo, Shawn, no es para tanto —dije para tranquilizarlo. Más no funcionó. Shawn me rodeó con sus brazos y el chico que previamente nos miraba se marchó.—No me gusta que te miren de esa manera —murmuró con el ceño fruncido. Eso me pareció muy adorable que aterrador.
—Por Dios, no iba a hacerme nada —dije dudosa. Shawn estaba exagerando.
Tomamos asiento y el me dijo:
—Nunca sabes quien quiere hacerte daño.Tragué saliva ruidosamente.
Nos trajeron dos cafés y una bandeja repleta de comida. Shawn me ofreció la bandeja para decirme "adelante" era mucha comida, tanto, que me daba asco. No podría con ella, era un martirio. Empecé a comer, me esforcé para masticar lentamente y evitar la ansiedad, ya llevaba más de la mitad y ya deseaba ir a vomitar.
No podía más. A la mierda.
Me levanté y él me tomó del brazo.
—No te irás hasta que termines —musitó.
Hice una mueca de asco. No me hagas esto.
—Es demasiado, no puedo. Ya no quiero —dije en mi defensa.
—Siéntate, Catherine —ordenó—. Es por tu bien.No quiero ver la comida, me está torturando. Esto no ayuda.
—No eres nadie para obligarme —comenté.
—Solo trato de ayudarte pero tienes que poner de tu parte. Siéntate —dijo gentilmente. Es tan difícil, Shawn.Hice caso omiso de sus palabras y abandoné la cafetería. Necesitaba pensar.
Otra vez estoy haciendo las cosas mal. Me sentí expuesta, lo arruiné, todas las palabras que me dice mi madre con frecuencia no tardaron en llegar a mi mente. "¿No creés que comes demasiado? No lo hagas. Dejes o no dejes de comer nunca, pero nunca, te verás como yo me veo."
El enojo me invadió por completo.
—Te odio —dije entre dientes, conteniendome para no llorar—. Te odio por obligarme a ser como tú, maldita sea —le dije a la nada.
Te odio por ser perfecta... Eres es una de las razones por las cuáles inició toda mierda, inició porque eres perfecta.
Me la pasé diciendo cosas absurdas, incluso dije lo que no debía. Necesitaba desquitarme con algo pronto o si no, ya no podré seguir cuerda.
—¿Cómo es posible que haya tanto odio dentro ti? —preguntó Shawn Mendes.
Él me observaba con atención, escuchó todo lo que dije, él mantuvo su distancia. Se lo agradecí internamente.
—Así me educaron —respondí avergonzada.Cristina, mi madre, está llena de odio. Me lo ha demostrado los dieciocho años de mi existencia. Se ha desquitado conmigo y la he aguantado. Cerré los ojos y negué con la cabeza para no recordar.
No quiero recordar. Me duele recordar.
Shawn Mendes me abrazó por detrás. Se sintió bien, me hizo sentir mejor. Esto es raro.
—Creo saber lo que necesitas —susurró en mi oído.
Fruncí el ceño—: ¿Qué cosa?
Shawn respondió.
—Amor.Tal vez tengas razón, Shawn pero no voy a admitirlo. Nunca. No quiero parecer más débil de lo que ya soy.
Me quedé en silencio. Él habló.
—Ven —me tomó de la mano—, te llevaré a casa.
Y lo hizo, me llevó a casa. Sostuvo mi mano en todo momento, no me obligó a hablar, disfruté de su silencio y de su compañía. Me condujo hasta la puerta de mi departamento, todo el tiempo llevaba una sonrisa tímida en su rostro.
Su mirada era más suave, profunda y llena de brillo, me transmitía más confianza.
—No puedo dejar te mirarte —suspiró con suma ternura—, acepta salir conmigo.
—¿No es eso lo que acabamos de hacer? —dije obvia.Shawn soltó una pequeña risa.
—Una cita por la noche —sonrió—, a solas.
Cuando dijo a solas un escalofrío recorrió por toda mis espalda dorsal. De verdad trato de confiar en él y a demostrado mucha paciencia pero mi instinto común me dice que no corra antes de caminar.A la mierda. Ya no tengo nada que perder.
—La próxima semana, ¿te parece bien?
—Excelente —respondió mientras me besaba en la mejilla.Cuando entré al departamento me encontré con varias notas en el suelo. Una de ellas decía.
"No caigas en su juego, él te está usando de la misma manera que lo ha hecho con todas".
Por favor, ya basta.
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Mistakes S.M
Fanfiction-No te vas a librar de mí -dijo él. -¡Basta Shawn! Deja ya tu estúpida obsesión conmigo. -Eso es lo que eres: un capricho mío. -Pues olvidalo porque sólo te matará por dentro. Siempre habrá alguien que esté dispuesto a arreglarte pero a veces la...