Extra II

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—Gabriela —llamé a mi pequeña hija, que estaba totalmente concentrada en Richard. Ellos ya no estaban jugando a piedra, papel o tijera, ahora parecía que jugaban con una mini muñeca de plástico que mi ahora padre le había obsequiado hace unas semanas.

Finalmente los ojos de Gabriela me miraron, solo bastaron un par de segundos para que ella se diera cuenta de la presencia del hombre que se encontraba a mi derecha. Ella era tan curiosa que no se demoró en decirme.

—¿Quién es él? —preguntó en voz baja, que a penas pude escucharla. Lo miraba fijamente, en busca de respuestas. Para solo tener tres años ya tenía el vocabulario necesario para darse a entender, me costó mucho enseñarle el acento británico, ya que lo primero que aprendió fueron frases en Italiano, y eso no lo hice yo, fue Ariana la encantadora esposa de Richard.
—El es Shawn... —miré con cautela al mencionado, este me estaba observando con mucha calma y emoción. Estaba consciente de que en cualquier momento tendría que decirle a mi hija que si tenía un padre. Sabía que tenía que decirle que su padre estaba frente a ella aquí y ahora mismo, pero, no quería adelantarme. Tenía que darle tiempo para que ella pueda acostumbrarse a la idea y sobre todo a la presencia de Shawn. Algún día tendría que decir la verdad.

Shawn esperaba pacientemente a que continuara con la presentación pero no tenía ni idea de que decir para concluir, al final terminé diciendo lo siguiente—... un viejo amigo.

Gabriela volvió a preguntar—. ¿Amigo? —se escuchaba emocionada, pues nunca le he presentado a ninguno de mis amigos, ni mucho menos a alguien que fuese mi ex pajera que es este caso.

Shawn no estaba muy complacido con mi respuesta que digamos, pude ver lo desconcertado que lo dejaron mis palabras, pero que podía decirle a una niña de tres años, oh, mira cielo él fue el sujeto que me causó mucho daño y me embarazó sin siquiera planearlo. Por supuesto que no le diré eso, sería muy injusto y cruel de mi parte y más porque honestamente ya no le guardo rencor a Shawn, le perdoné para estar bien conmigo misma.

Suspiré para decir.

—Sí, uno muy especial.

Entonces, Shawn le habló a ella por primera vez:

—Hola, Gabriela --dijo con dulzura—. ¿Puedo tomar asiento?

Ella asintió, no parecía incomoda ante la presencia de aquel hombre que a su perspectiva solo era un extraño. Esbocé una pequeña y disimulada sonrisa, Shawn tomó asiento junto a ella, y no tardaron en entablar una conversación.

Ambos parecían alegres con la presencia de uno del otro. Richard y su esposa percibieron lo mismo y sin dejar de observarlos se pusieron de pie, para luego acercarse a mí.

—Creo que se agradaron mutuamente —murmuró Richard—, ¿él sabe que ella es su hija?

Me tensé.

—Él ya lo sabe, no me malinterpreten, se enteró hace poco, y esa una de las razones por las cuales Shawn volvió —me limité a decir.

Ariana me miró con una sonrisa, no pude entender a que se debía.

—A él le gustas muchísimo —su comentario me puso incómoda.

—Si tú lo dices.
Ella se rió—. No soy tonta, vi como te miraba, no creas que no los vi besarse antes de que se acercaran a nosotros.

La miré nerviosa, si tan solo supieras...


*~*~*~*~*~*~*





—Ella es muy encantadora —dice Shawn, para segundos después abrazarme por la cintura. Sentir su respiración en mi nuca me hacía estremecer. No pude decir nada, las palabras no salían.

Mistakes S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora