Capítulo 16

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Un día después, por la mañana, tocaron la puerta. Con la poca fuerza que tenía y sin importar el desastre que había en mi campo de visión la abrí. La sonrisa de Shawn Mendes desapareció al darse cuenta de mi aspecto... 

---¿Estás bien? ---me preguntó en un tono gentil. Él entró a mi casa y se puso a observar; era un desastre, casi no habían muebles, la cocina desierta con escasez de comida y no se diga las habitaciones. Todo en general. Él estaba observando el desastre que solo me tomó un par de horas del día anterior en hacer.

Después me miró con sumo detenimiento, estaba consciente de mi apariencia, me veía terrible. Estaba pálida, con un aspecto de no haber dormido en días.
Shawn pasó sus manos por su cabello, parecía frustrado a un punto de llegar a la desesperación. 

---¿Qué pasó aquí? ---preguntó de repente, bajé la mirada. No podía establecer contacto visual.
---¿En dónde está tu mamá, Catherine? ---continúo insistiendo. No parará de insistir hasta hacerme hablar.
Y entonces, dejé de comprimirme.
---Se fue ---dije en un hilo de voz---, ella no me ama y por eso se marchó. Me dejó ---me dejé caer en sus brazos, él me sujetó con fuerza. Perdí la fuerza que me quedaba, perdí la consciencia. 

Abrí los ojos me di cuenta de que mi cabeza descansaba en el pecho de Shawn, él estaba tumbado en el suelo recargando su espalda en la pared. Se había quedado dormido. También noté que me había puesto su chaqueta, lo mejor era que me estrechaba entre sus brazos. Me quedé en silencio observando los últimos rayos de sol. 

Sentí paz conmigo misma.

---Hola --susurró ---. ¿Te sientes mejor?

---Un poco ---respondí.

Shawn me besó en la cabeza---: Sabes que esto no es tu culpa. Deja de cargar con este peso y libérate.

Yo solo quiero ser libre... y feliz.

Shawn Mendes volvió a llevarme a su casa pero antes hicimos una parada de emergencia. El resto del día se fue pintando de colores, me di una ducha, me puse ropa limpia y comí un poco de todo rehusándome a vomitar. Caminamos un par de horas por el vecindario, Brooklyn es toda una preciosidad. Si tuviera los recursos necesarios este sería mi lugar de residencia por temporadas vacacionales porque siempre voy a preferir Londres.



*********************


Lo que Shawn había comprado previamente era un par de botellas de alcohol, le miré escéptica. Hace unos días me embriagué tanto que no debería volver a beber en años. Eso fue tan estúpido por mi parte ya que beber nunca ha sido de mi agrado. 

---¿Crees que sea buena idea que me vuelva a embriagar? ---le pregunté antes de darle el primer sorbo a la bebida. Shawn me miró divertido y se encogió de hombros.

---Beberé contigo, no creo que sea algo malo ---me respondió bebiéndose el alcohol de un solo trago. Al carajo, imité su acción.

Conforme bebíamos Shawn me platicaba cosas de su vida y yo no le contaba nada de la mía porque él prácticamente ya sabía todo. Beber no es la solución a mis problemas pero en teoría se siente tan bien, no tener que pensar en las cosas que estresan.

Sin pensarlo siquiera le pregunté lo siguiente. 

---¿Alguna vez te has enamorado?

Shawn se demoró en responder pero lo hizo---.Si me hubieses hecho la misma pregunta hace cuatro años te hubiera respondido que no ---me acarició la mejilla, mientras me miraba con ternura. Espera, eso quiere decir que... actualmente él está enamorado. 

Me ruboricé.

Y entonces, me lancé directamente a sus brazos buscando rápidamente sus labios, él me recibió fascinado y me apretaba contra su cuerpo, parecía estar encantado con mi acción por eso no me detuve.

---No sé qué estoy haciendo ---susurré para luego volver a unir mis labios con los suyos.
---No me pidas parar, nena. Estoy disfrutando esto ---presionó su boca contra la mía una vez más. Rodeo su cuello con mis brazos y él de inmediato me indicó que enrollara mis piernas en su cintura. Después su nariz rozaba mi cuello.

---Déjame desnudarte, pequeña ---susurró
---¿Por qué? ---pregunté aturdida. La idea no me parecía del todo buena.
---Quiero sentirte. Muero por recorrer centímetro a centímetro de tu piel.

Me quitó la ropa, quedando en ropa interior, el aire frío me hizo temblar pero no me importó. Shawn me llevó a su habitación, cada paso que daba mi ritmo cardiaco aumentaba. Sentía adrenalina.
En el momento que mi espalda desnuda hizo contacto con la cama supe que teníamos que detenernos. Estábamos ebrios, prácticamente era un pretexto para tener un poco de sexo, y en realidad quiero que este momento sea en otras circunstancias cuando nadie este ebrio y en verdad signifique algo para los dos.

Shawn parecía confundido. Volvió a acercarse pero lo aparté.
---¿Qué sucede? ---quiso saber él.
---Lo siento ---murmuré sin aliento---, me dejé llevar demasiado.

Me levanté de la cama  y quise ir a la sala para volver a vestirme pero sus brazos me lo impidieron.
---Caty ---susurró en mi oído, se negaba a liberarme en vez de eso presionaba cuerpo al mío, era capaz de sentir su erección entre mis glúteos. Me puse nerviosa, él estaba excitado---. No me dejes así ---su voz ronca lo delataba.

Sus manos se deslizaron por mis caderas
---No creo que sea una buena idea ---dije apartándome.

El rostro de Shawn era un poema.

---Por un momento creí que querías tener un momento íntimo conmigo ---dijo en un susurro.

Oh, no.
---Me gusta estar contigo Shawn, pero esto es ir demasiado lejos.

Su manera de mirarme cambió radicalmente, era escalofriante. Era exactamente igual que en mis sueños.

Me tumbó sobre la cama bruscamente.

---Pensé en ser sumamente amable y cariñoso esta noche, pero no seré amable ni mucho menos seré cariñoso contigo, nena. Lo detesto.
Y entonces, él no tardó en quitarse la ropa mientras me miraba ansioso, no podía contenerse más y no demoró en abalanzarse sobre mí.

Ni siquiera fui capaz de reaccionar a tiempo.

---Estoy desesperado por estar dentro de ti ---las caricias de Shawn, si es que se les puede decir así, eran de forma abrupta.
---Para ---dije en un tono apenas audible.
---No lo haré, Caty ---susurró con voz ronca en mi oído---. Deseo tu cuerpo.

El miedo me invadió. 

---Por favor, detente ---repetí---. No estoy lista para esto.

Él no quiso escucharme, continuó con lo suyo, de alguna manera u otra se las ingenió para estar dentro de mí con un movimiento rápido y busco. Se me dificultó respirar, luego volvió a penetrarme con dureza, cerré los ojos por el dolor.

Como pude susurré.
---Detente, te lo suplico, por lo que más quieras ---volvió a ignorarme, sus manos estaban por todas partes, tocando cada centímetro de mi cuerpo con deseo.

Él gemía del placer que esto le producía.
Yo sollozaba del dolor que él me causaba.

Él continuó con dureza, todo lo opuesto a la amabilidad y gentileza. Era capaz de soportar todo por la cantidad de alcohol que había en mi sistema. Él pensaba que estando ebria no recordaría nada. Todo era un engaño.

Esa noche me hizo trizas, acabó con todo.

Mistakes S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora