La protagonista de la historia acaba en el hospital la noche que todo empieza. A partir de ahí sobrevive con un gran grupo y por el camino se encuentra con gente de su pasado. Vivirá aventuras y tendrá que decidir el bando del grupo en el que querrá...
Nuestros supervivientes se pasaron los primeros días de la semana antes de que volviese Negan, transportando la comida, armas y los productos de higiene hasta Alcatraz. Lo hicieron con el velero grande y el pequeño. Daryl no estaba, pues Negan aún lo tenía, pero Carol y James se defendían bien a la hora de navegar.
A tan solo dos días de que volvieran esos saqueadores, como ellos dijeron, James y Caly discutían sobre el plan que tenía Caly en mente.
-Caly, no puedes ir al pabellón tu sola y esperar al que crees que es tu amigo. -Suspiraba James.
-Yo se que es el, le di por muerto y quiero verle y pedirle explicaciones. -Caly respondió.
-¿Y si resulta que no es el?, ¿o si el no viene y sus hombres deciden hacerte daño o secuestrarte?, -James empezaba a enfadarse.
-¡Pues que me secuestren!, así podrán llevarme hasta el y veré si es el.
-Bueno, haz lo que quieras, eres ya mayorcita, pero que sepas que me vas a dejar muy preocupado.
-¿Porque no te vas con ella James?, -sugirió Shane.
-Porque no me deja... -frunció los labios James.
-Caly... no seas testaruda, al menos deja que te acompañen tres personas. Es peligroso ir tu sola, podría haber caminantes. -Le insistió Shane.
-Lo único que puedo hacer, es que me acompañéis hasta el pabellón y os volváis. Será mañana por la tarde, luego, pasaré la noche en el pabellón y supongo, que a la mañana siguiente los hombres de Negan vendrán. Con o sin el. -Caly lo tenía todo pensado.
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-Vale, Carol y James te pueden acompañar hasta allí.
-Me parece bien, -dijo James. -Iré a decírselo a Carol.
-Caly, eres una excelente superviviente, y no nos gustaría perderte por un tipo como Negan. -Le hablaba Shane.
-Entiendo lo que dices, pero el es alguien de mi pasado con el que debo resolver unos asuntos. Estoy segura de que es incapaz de hacerme daño, es más, es de esos hombres que dan la vida por ti. -Le recordaba Caly con cariño.
-No lo se, no conozco a ese tipo, pero alguien que si daría la vida por ti, es James. No lo olvides.
Al día siguiente, era mediodía y Caly estaba preparando una bolsa para llevarse al pabellón. Contenía un saco de dormir, linterna, sus armas y algo de comida para pasar la noche y la mañana, ya que no sabía a que hora vendrían los saqueadores. Cuatro horas después, Caly, James y Carol embarcaron en el velero pequeño. Cuando llegaron al puerto se bajaron del velero y se dirigieron sigilosos hasta el pabellón.
Al llegar, abrieron cuidadosamente las puertas en busca de algún caminante, pero la última vez los mataron todos, así que no había caminantes, pero lo que si había dejado James en el pabellón, era una de las caravanas. -Bueno, al menos podré dormir en un colchón. -Se rió Caly.
