Hasta el final...

36 1 0
                                    

Caly tocó a la puerta. 

-Entra, - se hizo a un lado. Ella entró y se dio la vuelta hacia el cruzándose de brazos.

-Te has afeitado. - Negan asintió con media sonrisa.

-¿Cómo resolvemos esto? - Negan se puso las manos en los bolsillos y agachó la cabeza.

-La verdad es que ahora mismo me resulta muy difícil solo acercarme a ti. - Dijo ella intentando relajarse.

-Yo te ayudaré. - Se acercó dos pasos hacia ella.

-Creo que me sentaré. - Se sentó Caly en el sofá negro.

-¿Te encuentras bien? - el se sentó a su lado.

-Me siento rara ahora mismo. Me siento exactamente como el día en que te vi, te conocí. No se. - Lo miró unos segundos. - Me tiemblan las piernas.

-Es normal, estás sentada a mi lado. - El le guiñó un ojo y el ella alzó ambas cejas. - Y dime, ¿cómo te sentiste aquel día?,  nunca me lo has contado.

-Esa noche que te vi volver de la piscina con ese albornoz puesto y los pies descalzos, yo... - dejó de hablar para mirarse las manos.

-Continúa.. - susurró el.

-Yo iba hacia la piscina y lo único que me apetecía en ese momento era seducirte. - Lo soltó de golpe y luego lo miró directa a los ojos con una triste sonrisa. Negan solo la miraba fijamente como una estatua, sin expresión alguna, hasta que debió de imaginárselo y empezó a sonreír.

-Vaya.. no está mal. Aunque está algo lejos de lo que a mi me apetecía hacerte a ti.

-¿Qué dices?, ¡si ni siquiera te fijaste en mi! - le golpeó en el brazo.

-Claro que no, tenías solo diecisiete. - Bufó a modo de burla.

-Pero si sabías la edad que tenía. ¿Cuántos tenías tu?

-Yo iba a cumplir los treinta. Si, me acuerdo porque mi actual novia me había plantado, así que mis amigos, chicas y chicos, me sacaron del país y me llevaron a Australia. Fue una fiesta increíble. Lo pasamos bien. Ahora deben de estar todos muertos. - Negó con la cabeza mientras suspiraba.

-Ya, como mucha gente.

-Sin embargo, el día después, si que coincidimos y hablamos.

-Si, en aquella excursión al desierto en el que iríamos a la puesta de Sol para acampar allí, dormir y ver la salida del Sol.

-¿Aún te tiemblan las piernas? - le sonrió pícaramente.

-Tal vez si te alejas un poco más, - le devolvió la broma. Negan le cogió la mano por sorpresa y la apretó contra su cuerpo con un abrazo. Caly había abrazado a Negan muchas veces, pero estaba empezando a sentir su corazón latir apresuradamente.

-¿Y cómo te sentiste los días después de haberme visto? - preguntó sin soltarla del abrazo. 

-Cada vez que te veía me ponía algo nerviosa y cuando no te veía, estaba nerviosa por si me estabas viendo y yo a ti no. - Confesó escondiendo su cara en su cuello.

-Así que estabas nerviosa todo el tiempo. - Le acarició el pelo. Caly asintió moviendo la cabeza. -¿Ahora lo estás? - Caly no contestó. - Porque yo si que lo estoy. Siento un extraño hormigueo. - Confesó el.

-Si que estoy nerviosa. - Siguió abrazada a el.

-¿Cómo puedo calmarte?

-Solo... sepárate un momento. - El la soltó del abrazo y le trajo un vaso de agua.

Rigan (Rick y Negan) y Caly Donde viven las historias. Descúbrelo ahora