Al instante de atravesar el portal nos topemos con una boca de túnel, el suelo traslúcido de éste junto a sus paredes, estaban iluminados por luces blancas. Su estrecho recorrido se extendía aparentemente sin límite y aunque fijara la vista buscando la salida, era imposible verla, parecía que no tenía fin. Durante un buen rato caminamos en línea recta, hasta que sin forzar la vista conseguí ver el final, creí que habíamos llegado a nuestro destino pero el túnel se abrió en tres direcciones posibles a tomar. Dada la indicación de Adán puse un pie dentro de la cavidad redonda más situada a mi derecha y con asombro percibí como volvió a separarse, esta vez, en un gran número de túneles que llegaban a diferentes destinos. Puede que hubiera más de veinte pues era difícil contarlos. Aquello era un laberinto de haces de luces, sin embargo casi por fuerza sobrenatural supe cuál de todos ellos debía escoger.
Entré impulsada por mis sentidos por el de mayor tamaño, a la par lo hizo Adán. Luego de andar se detuvo a unos metros delante de la última puerta que atravesaría, e inhalando y exhalando aire de la boca dijo: << Bienvenida al Cielo>> sin un ápice de miedo. Hundí mi cara en su cuello evitando mirar y con las lágrimas aun mojando mi rostro. Besó mi nuca y momentos después estábamos atravesando esa boca de túnel.
Conforme di un paso hacia delante me envolvió una sensación de tranquilidad, que me impedía estar enfadada, dolida, triste o irritada, es que ni aunque quisiera estarlo podía, era como si se me hubiera olvidado cómo se sentía, además los restos de lágrimas saladas de mis mejillas desaparecieron. Entonces fue cuando pude levantar la vista y ver de lo que se trataba ese lugar que había leído, escuchado y el que anhelaban llegar tantas miles de personan el día que fallecieran.
No es nada parecido a todo lo que nos han contado, ni tal cosa podría haberla imaginado así. No es que fuera un lugar tenebroso, más bien... irreal, muy difícil de dar a conocer con unas simples palabras, es más, a día de hoy no creo que pueda describir exactamente lo que llegué a descubrir. Empezaré diciendo que lo primero que hice fue alzar la vista hacia Adán buscando su serenidad y es que a pesar de que no podía sentir con el corazón el miedo, en mi cabeza quedaba un leve recuerdo. Luego sin quererlo mis ojos se desviaron hacia arriba, hacia lo que parecía ser un cielo, impresionada de la rapidez del movimiento de las nubes. Éstas aparecían ante nosotros como motas de polvo y desaparecían a la misma velocidad de un minutero de un reloj. De repente se asomó el Sol y no sólo, se presentó acompañado de la luna, tímidos por mi mirada se escondieron casi al mismo tiempo que lo hacían las nubes. Volvían a aparecer y desaparecer en un ciclo muy rápido que no acababa nunca.
Bajé la mirada alertada por lo que estaba observando. Miré a mí alrededor una y otra vez, sin detenernos ni un momento. Ni me acordaba de que estaba caminando junto a Adán por un camino arcilloso, porque lo que estaba mostrándose acaparaba todos mis sentidos. Veía ante mí la ciudad en la que vivía, parecía que estábamos caminando entre los mismos edificios que solíamos atravesar todas mañanas para ir a clase. Pero no eran del todo iguales, el Cielo era un reflejo de nuestro planeta pues no había personas, y al mismo tiempo que veía mi ciudad podía ver la que fue hace siglos, era como si lo más significativo que había hecho el hombre hubiera dejado huella, así mismo el Cielo la mostraba orgulloso de nuestra especie.
Mi antigua ciudad se presentaba realmente preciosa, no había grandes edificios pero el ambiente estaba inmerso en una arquitectura mozárabe propio del siglo XIV, que como bien nos indica los libros de historia, fue mi ciudad un sitio habitado por los árabes más poderosos de aquel siglo. De la misma manera que cambiaba lo que veía, lo hacían mis sentidos; podía oler con los ojos, ver con la boca, palpar con los oídos, y escuchar con las manos. Era todo muy espectacular y por increíble que parezca aquello era real.
Adán me despertó de mi sueño cuando lleguemos a la entrada de mi gemelo instituto, deteniéndose a tres metros me dijo con una amplia e inquietante sonrisa: <<Prepárate porque vas a conocerlos>>, no me dio tiempo a pensar, cogió mi mano y con una suave acaricia me invitó a pasar.
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La Manzana Prohibida [TERMINADA]
Любовные романыSi Lucifer te concede un deseo... ¿Qué le pedirías? Eva es una joven que se siente profundamente enamorada de su mejor amigo Adán, un compañero de clase y a su vez un atormentado vecino que pertenece a un grupo de chicos muy selecto . Y...